Duele

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Querido diario...

Hoy ha sido el peor día de mi vida, una vez más me he dado cuenta de que no vale la pena luchar por las cosas... yo que tanto lo quise y el me deja, sin decir nada, sabes de quien hablo no? bueno, pues el, ya se ha ido, no he sabido nada de el en varios dias, yo lo llegue a querer más de lo que quise a mucha gente en el pasado... pero creo que no vale la pena, estaba rendida a sus pies y el simplemente me dejo.... sin decir adios.. diario, no se que sera de mi vida sin él..

Maria

Esa era Maria, una vez más, derrotada, pocas veces se le veía tan abatida, pocas, pero esta vez algo la había hecho dudar más de lo normal, se enamoro de un chico que no la queria, de un chico que nisiquiera le hacia caso, simples platicas antes de ingresar al colegio, ninguno de los dos tenía en mente que se tendrian que topar de frente algun día, y asi fue, el y ella se cruzaron en el pasillo principal del Instituto donde Maria estudiaba, y el simplemente la ignoro, ella hizo lo mismo, pero en su corazon, algo le dolió, como si algun dia hubiesen firmado algo que los obligaba a estar juntos, ella se ilusiono con el demasiado rápido.

Después de ello, la chica simplemente llegó a su casa a encerrarse en su habitación como ya era costumbre, pero esta vez había algo más con ella, un pequeño cuchillo de cocina que parecia estar muy afilado, Maria lo tomó fuertemente y lo paso sobre su muñeca sin llegar a cortarla, simplemente dejando las marcas de un rasguño amplio y profundo, no habia sangre, pero si dolor...

Un rato despues salió de su habitación, ya era mometo de comer, pero ella no quería eso le dolia demasiado la muñeca como para hacer algo, y mucho más su corazón... se sentó en la mesa de mala gana esperando a que le sirviesen sus alimentos y comió un poco. Su madre y su padre salieron fuera de su casa, la dejaron sola y cerraron la puerta con llave, no se dieron cuenta del sufrimiento de su hija.

Maria entró a su habitación y se miró al espejo:

-Tal vez no me quiere porque estoy gorda...

Sus pensamientos la invadían, ella era delgada y tenia un color de piel precioso, pero el sentimiento de amargura y dolor no se iba, corrió al baño y comenzó a vomitar lo que acababa de comer, su piel se puso palida y sus labios secos... luego se derrumbo en la cama a llorar una vez más...

El diario de una emoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora