El 14 de febrero el Cuervo arregló una junta con los cinco Generales que quedaban para terminar con el plan que se había propuesto al matar a su hermano. Estábamos en una sala enorme con una mesa larga caoba, habían seis sillas grandes y negras y en cada una había un General sentado y tras ellos su Coronel. Como yo era Coronel de la Zona del Cuervo, estaba junto a él y me daba cuenta de cómo todos susurraban cosas acerca de mí y de que el Cuervo me había comprado de la mano de Bruce, otros decían que yo era la mente maquiavélica que lo controlaba porque solo desde mi aparición el Cuervo tenía el valor de hacer todo lo que hizo.
- Señores - dijo para empezar - la junta a la que los he convocado tiene carácter urgente e imprescindible para continuar con el orden de las seis Zonas restantes. El asunto es que... ustedes son muchos - una conmoción entre los hombres me alertó - y yo soy el mejor de todos los que estamos aquí.
- ¡Que te propones Máximo! - dijo exaltándose uno de los generales.
- Bueno, creo que ahora comprenderán el por qué les quite las armas antes de entrar - los Coroneles se revisaban las fundas y los Generales miraban con terror los ojos oscuros del Cuervo.
- ¡Tú fuiste! - gritó otro hombre alzando el dedo y apuntándolo acusatoriamente - ¡tú mataste a los demás Generales!
- En serio - dijo casi riéndose el Cuervo - ustedes no son nada comparados conmigo. Jamás imaginaron quién lo hizo y eso es porque son unos idiotas.
- No lo imaginamos porque nunca tuviste las agallas como para hacerlo.
- ¡¡Yo tengo más agallas que todos ustedes juntos!!
- De cualquier forma no puedes hacer nada, tú estás igual de desarmado que nosotros y somos más hombres que tú.
- Y solo una mujer te protege la espalda y además de ser una mujer es una perra traidora
- No te atrevas a llamarla perra delante de mí - tras un breve momento, agregó - de todas formas la arrogancia siempre ha sido su peor enemigo. - tras lo cual levantó el arma que escondía bajo la mesa y mató a los dos hombres que habían abierto la boca - Bien, quién sigue ahora.
El Cuervo miró a los tres coroneles que tenía a su derecha y los tres mataron a sus oficiales. Una sonrisa victoriosa se dibujó en su rostro y también en la cara de un Coronel a su izquierda junto a unos ojos que decían: 'esta es mi oportunidad, mátalo y quédate con todo'
Apenas noté el cuchillo, en mi mente cruzaron dos ideas tan rápido como pasa un rayo en el cielo: 'deja que lo maten y líbrate' y el otro fue '¡no, van a matarlo!'.
El segundo pensamiento ganó
En una maniobra obviamente dañina para mí, puse el brazo frente a la trayectoria del cuchillo dejando que se me enterrara y luego con el arma del Cuervo disparé al homicida.
- Me salvaste - me dijo
- No te dejaré tan fácil - miré a los demás y dije con mi voz amenazante - si alguien se le ocurre otra cosa parecida le pondré este cuchillo en medio de los ojos.
Se quedaron callados y con miedo en la mirada salieron de enfrente de nosotros. Apenas la puerta se cerró oí los disparos desde afuera. Los restantes coroneles y sus respectivos generales habían muerto a manos de los francotiradores que dejamos en el edificio contiguo.
El dolor en el brazo logró que cayera encima del Cuervo aun con su arma en la mano
- No sabía que eras tan rápida - me susurro al oído.
- Aún no sabes todo de mí - me miro el brazo y vio la sangre corriendo y el cuchillo incrustado
- ¿Te duele? - yo lo miré con cara de ¡daa, obvio! Se levantó y tomo mi brazo con fuerza para detener la hemorragia y con la otra agarró el cuchillo y lo sacó, en mi cara el dolor era evidente pero no dije ni una palabra.
Se dio el tiempo de curarme y cocerme, dentro de mi había una sensación extraña, me relajaba todo lo que hacia, que tocara mi mano, que cociera mi herida, que me pusiera las vendas, no sé... era raro.
Después del incidente nos fuimos otra vez a la prisión y ahora que todos los Generales de todas las Zonas del país habían muerto y él tenía el poder absoluto, era el momento de poner en marcha el siguiente paso del plan, acabarlo... pero hacerlo me resultaba casi imposible, porque sentía hacia él algo incomprensible y tal vez él también sentía lo mismo por mí. ¡Ay, qué rabia no saber leer su corazón! No puedo saber lo que siente porque no me lo dice. Por eso odio a los hombres, nunca dicen lo que sienten, si no me dice lo que quiero saber por sí mismo, voy a preguntarle yo...
oOo
Llevaba dos meses con poder absoluto y lo primero que ordenó fue la búsqueda de todos los componentes de la resistencia y para eso me tenía, me exigió que le diera nombres, lugares y todo lo necesario para encontrarlos, pero yo le dije que no le daría nada
- ¡Si no me dirás nada por qué rayos te mantengo con vida!
- Dímelo tú.
- Se supone que debes ayudarme, no hacerme el trabajo más difícil.
- Eres el Cuervo ¿o no? Tú puedes encontrarlos solo, no me necesitas.
- ¿A caso no querías vengarte de ellos por no apreciarte? ¿no decías que yo te valoraba más que ellos incluso cuando eras mi enemiga?
- ¿Aún me valoras?
- Cómo preguntas eso
- Responde Máximo, me quieres o no.
- Es demasiado...
- ¡Respóndeme!
- ¡¡¡Yo te amo!!! ¡lo he hecho desde la noche en que comiste de mi mano! ¡lo hice aún más cuando lograste llevarme a tu cuartel y me tuviste de prisionero! No, no lo planeé, me sorprendiste. Sí quise tenerte esa noche, no me importaba mucho lo que podrías decir, sabía que no hablarías. Me tenías enfermo de delirio, solo quería tenerte... eres una mujer muy fuerte y haces cosas que no cualquiera hace, no cualquier mujer habría arriesgado así su vida por todo esto... o por mí.
- Jamás creí que lo dirías - le dije sorprendida, pero tan confuso eran mis sentimiento hacia él, que no sabía cómo reaccionar.
- Decir esto es muy difícil, nunca nadie se resistió tanto como tú... y sigues resistiéndome.
- Ya me has hecho tuya más de una vez, por qué aún me deseas.
- Porque no resisto verte, eres como yo, insaciable. Nada de lo que hago te satisface, eres imposible.
Por ahora lo mantenía bajo mi poder, bajo mis manos; y pensar que él quería torturarme con placer y ahora es él quien se tortura conmigo a su lado. Pero tenía razón en algo, jamás me saciaba de él, su amor violento me tenía presa, su salvajismo me mantenía atada a sus brazos, aun cuando lo intentaba resistir.
XOXOXOXOXOXOXOXOXO
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PRISIONERA
General FictionLa Mayor Esperanza McAvoy a peleado toda su vida contra el opresivo gobierno militar... ha jurado proteger a la resistencia y luchar hasta la muerte para lograr la libertad de su gente... su oportunidad ha llegado... ¿se dejara seducir por el enemig...