...El Amor me ha hecho dudar...

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Terry.-

Pero no le oyó y la bala le atravesó el pecho y la vida empezó a dejarle.

Cuando el Cuervo se acercó a Esperanza y la abrazó, los soldados del M.I. quedaron boquiabiertos y al ver que Bruce no respondía a nada por ver cómo una bala disparada por su propia mano le robaba la vida a nuestra hermana, ordené que los hombres sacaran a los soldados y los pusieran bajo la custodia de la resistencia. Esperanza yacía en el suelo, sangre salía de su corazón a borbotones y para mí era sorprendente ver al Cuervo tratando de ayudarla poniendo su mano para evitar que la vida de ella se fuera entre sus brazos, incluso el llanto que apareció en sus ojos me dejó en blanco.

Me di cuenta que solo estábamos nosotros cuatro y Adam, en el patio de la cárcel

- ¡No, no me dejes! - comenzó el Cuervo a gritar desesperado - ¡No ahora que estábamos tan cerca de escaparnos juntos! Yo ya no quería pelear, solo quería amarte para siempre.

- Mi estupidez nos quitó todo...

- No, no digas eso. No digas nada, solo quédate conmigo...

- Yo... yo siempre estaré contigo... Mi Amor.

Fue la última palabra que oímos de su boca.

La mano que la Crespa mantenía en la mejilla del Cuervo cayó. Ninguno de nosotros podía creer lo que acababa de pasar... la Crespa muerta... mi hermana muerta...

El Cuervo la abrazó con todas sus fuerzas y lloró a voz en cuello que Esperanza ya no vivía para amarla.

Bruce quedó en un completo shock y se dejó caer frente al cuerpo, sus manos parecían de goma temblando sin cesar.

Ni Adam ni yo sabíamos qué hacer, estábamos allí viendo su rostro sin vida, sufriendo un dolor tan intenso que no podíamos hablar sin que ese nudo en la garganta nos dejara sin aliento.

A mi memoria volvieron los momentos que había pasado con ella, y con pesar recordé la vez que todos despreciamos sus aptitudes, dudando de su cordura y capacidad. Era nuestra culpa, todo lo que ella había hecho hasta llegar hasta este punto de su historia era nuestra culpa.

Pero Bruce me robó las palabras de la boca.

- Es mi culpa, es mi culpa. Yo la maté, mi Crespa... yo la maté. No, no merezco vivir

El Cuervo le dio una mirada que contenía tanto odio como el fuego de un volcán

Bruce dejó caer más lágrimas... mordió su arma... y disparó.

Un grito salió de mi garganta apenas mi cabeza logró entender lo sucedido. El dolor en mi pecho y los brazos de Adam sobre mí... deteniéndome de ir contra el Cuervo...

Era todo lo que sentía.

Adam y yo caímos sobre nuestras rodillas, llorando amargamente al ver a las dos personas más importantes en nuestra vida, muertas en el piso.

Entonces la voz del Cuervo se hizo escuchar, pidiendo lo que jamás pensé con una voz repleta de odio, rencor, tristeza y amargura.

- Mátame... mátame antes de que lo haga yo y vean que no tuviste el valor de acabar con el hombre que mató a Bruce Kendal y a la Mayor McAvoy.

- ¡Qué cosa! - exclamé tragando duro para que mi voz se oyera.

- Cúlpame de todo, aunque sé que en el fondo la culpa es enteramente mía. Mátame y acaba con esto de una vez por todas.

- ¡No voy a hacerlo!

- ¡¡¡MÁTAME, MALDICIÓN!!! ¡¡¡Si de cualquier forma tengo la pena de muerte por todo el caos que creé!!! ¡¡ya no quiero vivir sin ella!! ¡ya no puedo vivir sin ella! Mátame o te mataré para llenar al mundo con mi desolación.

Había algo en sus ojos... un agujero infinito que simplemente no podría satisfacer sin acabar con el mundo. Sentí miedo cuando lo miré directo... supe que hablaba en serio.

No lo habría hecho... si él no hubiese sacado su arma y me hubiera apuntado con la clara intención de matarme... no lo habría hecho... pero lo hice.

oOo

Diez años después de haber averiguado todo lo sucedido, aún recordar aquel episodio en la historia de la guerra contra el M.I. me da escalofríos. Pensar en la fuerza que Esperanza tuvo para soportar la presión, la fuerza que tuvo para aceptar sus sentimientos a pesar del conflicto interno y externo que existía. Pensar en el cambio que logró en aquel hombre que se pensaba era la crueldad personificada... quizás sí lo era al final.

Aún no estoy seguro qué curso toma esta historia, aún no sé qué parte está mal y cuál está bien... sé que muchos dirían que ella estaba mal, que se dejó seducir por un deseo incorrecto... pero de verdad... no lo sé.

Y creo sinceramente que nadie lo sabrá durante un tiempo, las cosas del corazón son muy confusas para mí, siempre lo han sido. Pero parece que para la Crespa, no lo fueron en ese momento.

En los últimos años hemos recordado a Bruce y a Esperanza como dos grandes estrategas y pilares fundamentales de la resistencia, a ambos se les recuerda como quienes entregaron todo el corazón por la causa y que murieron en el cumplimiento de ese sueño, de vernos libres de la Milicia Internacional.

He logrado la independencia de más de siete países a lo largo del continente y otros en otros lugares también han ganado guerras importantes, llegando a la suma de 50 países libres del M.I.

Me encargué personalmente que cualquiera que contradijera mi versión de los hechos fuese silenciado.

Mantuve el pasado de la Crespa intacto con su reputación de Mujer leal, fuerte, decidida, valiente y capaz. Que siempre luchó hasta la muerte por nuestra independencia. Y borré todo vestigio de su relación con el Cuervo.

Solo hay una cosa de la que no pude deshacerme: la carta que Esperanza tenía guardada en su bolsillo el día que murió, iba dirigida a Bruce:

..."El amor es la única cosa que me ha hecho dudar Y es lo único a lo que quiero mantenerme prisionera"...

Fin.-

PRISIONERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora