VIII. Amy

832 80 20
                                    

Estaba sentada en un banco del parque hablando con una amiga suya, ella igualmente era una madre soltera.
Se conocieron en un grupo de ayuda que se había armado para madres solteras. Y ambas si que necesitaban ayuda.

—¡Mami! –escucharon las dos.

—Eddy, ¿qué pasa? –le preguntó cuando llego para abrazar las piernas de su madre.

—Junior empezó a llorar y un señor vino y me pidió que busque a mi tía.

—¿Qué, qué, que? –se fue corriendo en dirección a los juegos la amiga de Amy.

—Vamos Eddy. –Amy se levantó del banco y agarró la manito de su hijo.

(Kimchi)
Amy estaba preocupada por el hijo de su amiga. Prácticamente era su sobrino.
Lo que más le preocupaba era lo del señor que se le acercó a Junior y a Eddy. Definitivamente no parecía mala persona por decirle a Eddy que lleve a su madre para calmar a Junior. Pero simplemente se le venía otra cosa a la cabeza.

—¡Amy! Oh, gracias a la Esmeralda Madre que llegaste.

—Sí. ¿Qué pasó? –preguntó ya que no veía a Junior por ningún lugar cerca de su madre.

—Pues, Junior estaba llorando porque tenía hambre. Y un hombre trataba de animarlo pero no sabía lo que tenía –río un poco– y ahora está jugando con él.

Señaló los juegos en la parte de atrás. Pudo ver al pequeño y al hombre.
El hombre le recordaba bastante a alguien.

—¿Le diste las gracias?

—Claro que sí, hija. ¿Cómo crees? –río.

—Mami, quiero ir a jugar. –dijo Eddy dando pequeños jaloncitos a la mano de Amy.

—Okay, vamos –le sonrió.
Entraron a la zona de juegos llena de arena. Amy tenía la idea de dejar a Eddy con Junior y el señor y tenía la idea de darle las gracias por tratar de hacer sonreír a su sobrino.
Ya al llegar al juego donde estaban los nombrados, cargó a Eddy y lo paró en la plataforma de madera más cercana a Junior y al señor.
Eddy caminaba en busca de Junior siguiendo a su madre.

—Señor, gracias por cuidar a mi sobrino.–dijo Amy al llegar a la resbaladera donde se encontraban estos dos.
Al voltear a verle los dos se quedaron sorprendidos.

—Mami, ¿pasa algo?

—No nada –dio una sonrisa, falsa pero creíble. Su hijo siguió su camino.

El silencio comenzó a reinar entre los dos hasta que él pateó la arena suavemente.

—De nada –escuchó–, te la debía.

____
BLAH SIENTO QUE ESTÁ REALMENTE MAL.
Lo siento por el posible cáncer y lo siento por no actualizar ayer pero me quedé dormida y no lo había terminado :'b
Bueno nada :'v espero que les haya gustado.
Que tengan un bonito día, bonita tarde y noche❤️

Déjate Querer ~Sonamy~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora