Muchas veces las playas hablan por sí solas. Esos corazones dibujados sobre la arena. Tan perfectos como tu belleza. Pero ten cuidado que la marea siempre está al acecho de esos corazones. Es capaz de borrarlos sin dejar rastro. Es por eso que existen dos playas. La del olvido. La que todo borra. Y la del recuerdo. La que todo guarda.
El amor se ubica en cualquiera. Puedes cuidarlo y conservarlo. O descuidarlo y simplemente dejar que la marea haga lo suyo. Ten presente que en la arena puedes dibujar tu corazón pero recuerda que siempre el mar puede borrar todo a su paso...