Fairy tail: Una historia diferente

Cap. 4

P.O.V Zeref

He logrado pasar por las persona, vaya, al parecer este alboroto causo que las personas anden despavoridas concurriendo así las calles. Pero eso no importa ahora, tengo que encontrar a mi hermano antes de que algo malo le pase.

- Oye niño, ¿a adónde vas? - dijo un hombre el cual me agarra del brazo – no es seguro que vallas por allí, haya esta el dragón

Intentaba zafarme de su agarre, pero el forcejeo fue en vano, él no me prestaba ni la mínima atención estaba sumergido en su sermón el cual parecía para un niño de 5 años, era denigrante.

Tengo que hacer algo, tengo que encontrar a Natsu; tendré que recurrir a medidas desesperadas si es que quiero volver a mi hermano

- Niño me- - le interrumpí pisándole fuertemente el pie dejándome así libre

Salí corriendo sin darle mucha importancia al señor, ahora solo me queda hacer una cosa por ahora

Fin del P.O.V

En el acantilado; el pequeño peli rosa veía fascinado al dragón.

Por mientras en la playa...

- ¿Cuándo se te quitara esa mirada vil? – dijo el dragón

- ¡¡deja de decir eso solo por un día!! ¡¿quieres?! - Respondió con enojo el niño que lo acompañaba

- Déjate de parloteos y continuemos con tu entrenamiento, Gajeel

- Tch, como digas Metalicana – responde indiferente

Así comenzaron, el joven Gajeel transformaba sus manos en hierro para partir todo a su paso, por mientras que a cada instante su padre le criticaba causando de esa manera discusiones y berrinches del pequeño.

Mientras tanto Natsu al notar la presencia del niño pelinegro le causó una gran curiosidad.

- *¿Qué relación tenía con el dragon? ¿Por qué no tiene miedo? *– eran las preguntas que rondaban su cabeza - *¿Qué clase de magia es esa?*

Así se quedó en un trance casi irrompible por varios minutos, bueno hasta que...

- ¿Pero que tenemos aquí? – dijo mostrándose muy cerca de Natsu, Metalicana

Ante la cercanía Natsu sale de su transe para luego encontrarse en el suelo hecho un nudo de nervios al ver de cerca al dragón

- ¿Qué curioso pelo tienes niñato? – Metalicana se acercaba cada vez más con cada una de sus palabras – me pregunto si es que te como tendrás sabor a fresa

- *¿d-di-dijo que me iba a comer?* – pensando en eso lo llevo a desmallándose por el miedo que sentía

- Te pasaste con tus "bromas" Metalicana – fue lo último que escucho Natsu antes de quedarse totalmente inconsciente

Natsu quedo en el piso con cara de horror quedándose así por varios minutos, por mientras Zereef corría por la ciudad, la cual aún seguía vacía aunque Metalicana ya se había ido, en búsqueda de su hermano.

- ¡Natsu! – gritaba por las calles Zeref – "donde rayos te metistes"

Así continuo su búsqueda, la cual sería interrumpida de nuevo por la entrada de los ciudadanos de nuevo al pueblo, creando así cogestión en sus calles.

- Vaya, que bueno que el dragon ya se fue

- Claro, además ¿no crees que sería un caos si el ejército hubiese venido?

- Ni lo menciones, de seguro traerían a "él" para lidiar con aquella lagartija

- Hubiera destrozado todo el pueblo

- Ni lo menciones, sería aún más problemático reconstruir nuestras casa

- Tienes razón

Comentaban los pobladores, y Zeref solo los ignoraba por la inquietud de encontrar a su hermano.

En peñasco...

Natsu se estaba despertando, no era por ya no sentir miedo más bien por el rugido que provenía de su estómago.

En otra parte de continente...

- Muéstrate escupe fuego – gritaba Metalicana a una cueva

- No es necesario que grites pedazo de metal oxidado – respondió alguien dentro

- Ustedes no cambiaran, ¿no es así? – asiéndose presente otro dragon con escamas blancas y resplandecientes como la luz

- Pueden guardar silencio, está durmiendo en estos momentos y no quiero despertarla – dijo otro dragón blanco con escamas parecidas a plumas

- Nosotros también los trajimos, así que sería prudente que guarden silencio – se manifestó desde las sombras un dragon negro

- Bueno al parecer todos estamos aquí – dijo Metalicana – ahora que hacemos, Igneel