Cap. 16

273 25 0
                                    


Zeref se había vuelto un manojo de nervios al verla,  esperaba que no aparezca Aqüarios como la última.

- Es un gusto conocerte - comenzó a hablar la Heartfilia -  el rey me llamo darme muchas explicaciones, espero que tu me lo aclares

- Cl-claro - solo eso pudo decir por culpa de los nervios

- bueno los dejaré un momento para que hablen - dicho esto el rey salió del comedor dejándolos solos

Ambos se encontraban en un silenció incómodo para ambos, Anna fue la primera en intentar entablar una conversación.

- Dime, de que se trata tu idea

- para ser preciso, es usar y concentrar la magia de las doce llaves doradas

- ¿para que? ¿Acaso quieres llamar al rey celestial?

- era mi primera opción, pero no, las doce llaves poseen un poder similar juntas

- ¿pero porque controlar tanto poder?

- la razón original es algo personal

- Puedo entenderlo - Anna comenzó a sacerse la capa para después sacar sus llaves - comencemos con la presentación de las doce llaves

- n-no creo que sea necesario - solo fue ignorado, su temor volvió

Por su mala suerte el primer espíritu en salir fue Aqüarios, repitiendo la historia de aquella noche en cuestión de segundos.

Después de la inundación del comedor y la octava parte del palacio, ambos se fueron a cambiar reuniéndose después en la biblioteca real para conversar del tema de nuevo.

- Zeref ¿dime tienes hermanos?

- ¿porque esa pregunta?

- si trabajaremos juntos ¿no crees que deberíamos conocernos mejor?

- suenas como una niña

- tal vez sea porque soy menor que tu

- es notorio

- pero no evadas mi pregunta

- bueno, tengo un hermano menor,  que no veo desde ya 12 años

- ya veo ¿dime donde se encuentra?

- estas siendo muy curiosa

-mis disculpas ¿te incomode?

- un poco - su comentario entristeció a Anna - pero no podría responderte, yo no tengo idea de donde esta - el silencio volvió a gobernar en ese instante - no me preocupa tampoco ya que tengo esto como recuerdo - Zeref saco de su bolsillo unas cuantas escamas blancas, sorprendiendo a la rubia

- ¡esas son escamas de dragón! - dijo con asombro, casi gritando - ¿donde las conseguite?

-E-eh... B-bueno - regresó su nerviosismo - hace varios años fuimos de viaje y... encontró estas escamas en el bosque, si eso fue - mintió

La mentira era totalmente simple, fácil de descubrir pero por la inocente actitud de la Heartfilia se dejó conveser.

- tengo un idea - afirmó dando un salto de su asiento - que tal si le tejo algo a tu hermano con esas escamas

- ¿y porque arias eso?

- hombres... ¿Acaso no piensan en muestras de afecto?

- aun no te entiendo

- que le darás un regalo - estaba molesta, por poco le daba un golpe

- No había pensado eso

- una pregunta más ¿tu hermano es inteligente como tu?

- no, más bien es distraído y juguetón y un poco torpe ¿pero porque lo preguntas?

- curiosidad *eso y genética* - pensó la rubia - volviendo al tema ¿me permitirias? - acepto a su propuesta dándole las escamas - tendré el regalo en dos días

- c-claro - aún no confiaba en la joven

La noche se acercaba, Natsu pudo seguir el rastro hasta un llegar a un cráter, olía a cenizas, sangre, Igneel y a otro olor desconocido pero con un ligero toque de algo familiar; el olor permanecía susceptible en el aire pero reconocible lo ignoro al instante ya que olía a su hermano cerca, pero la noche le había ganado y las fuerzas agotadas decidió tomar un descanso antes de proseguir.

El amanecer comenzó a aparecer, Natsu se durmió más de lo que se esperaba pero se encontraba totalmente recargado, decidió proseguir con su camino,  sorprendiendose al notar de la falta de movilidad de su hermano.

- ¿en que te metiste Zeref? - pregunto antes de seguir corriendo,  lo cual era claro que no duraría mucho por su apetito voraz que no fue saciado

Zeref se despertó por las trompetas de la guardia en su comienzo del día, si su estadía era larga le costaría acostumbrarse pero a comparación de la vida con Natsu sería más fácil hacerlo. Se dirigió al comedor donde fue recibido por todo un bufet.

- buen día Zeref-kun - saludo alegre Anna - te levantaste tarde pero no te preocupes aún queda comida para ti

Todo lo servido era lo sobrante del desayuno real, ante esta información Zeref  se quedó en stock mientras se retiraba Anna del salón dejándolo solo.

- que desayuno tienes Zeref-ni - Natsu había aparecido entrando por la ventana dejando pasmado a Zeref - es un gusto volver a verte

Fairy tail: Una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora