אחד

340 40 4
                                    

Cuando entras por primera vez a un lugar en donde simplemente hueles alcohol y adolescencia, o por casualidad te llamas Dan, lo primero que quieres es huir de ahí y gritar a los cuatro vientos que nunca en tu vida volverías a un lugar como ese.
Pero podría repetir ese día los
365 días del año. Viendo como
te movías al ritmo de Green Day
y eran sólo tú y la pista. Si por algo me quedé fue por seguir viendo esa melena pelirroja tratando de seguir el ritmo.
Cuando cesaron las canciones movidas y todos estaban muy distraídos bajo los efectos del alcohol o de éxtasis, tomaste asiento a mi lado. Me preguntaste que de qué color eran mis calcetines y, sinceramente, pensé que estabas drogada, pero te seguí el ritmo confesándote que eran anaranjados.

Todo siguió: tus preguntas, mis respuestas y la música.
Pero no me di cuanta hasta al día siguiente que sólo éramos tú y yo y que para entonces había encontrado a la persona que necesitaba para seguir mi vida. Triste.







Derrame De TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora