ארבעה

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A ambos nos encantaba American Horror Story. Solíamos ver capítulos a media noche. Los veíamos subtitulados con el volumen bajo
para que nadie nos reprochara.
Te privaste de escucharlo en castellano, por estar conmigo.
A veces te quedabas con la mirada pérdida y me gustaba mirarte en esos momentos.

Un día. Sábado, a las nueve de la noche, del año dos mil trece, preferimos ver las estrellas y hablar.
Me contaste sobre las veces que te perdías y recordabas fragmentos de tu vida antes del accidente automovilístico que había cambiado todo. Desde entonces te encantaba vivir todo al máximo y que si fueras a morir en un instante, estuvieras haciendo algo que te gustara, gritando algo de lo que te enorgullecieras o estar con quien tu quisieras.

Lo lamento.




Derrame De TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora