תשע

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No te culpo.

Todo estaba mal;
tu familia, la escuela, nosotros y la que salía más arruinada eras tú.

No tiene sentido.

Te escribo cartas desde 1990 y aún no te supero. Maldita sea, me impresionaste.

No es que seamos niños, ni estúpidos. Ya nadie lo es. La muerte cambia a las personas, Claire. Tú deberías saberlo.

Moriste en las mismas circunstancias que Kurt Cobain, pero te perdiste conciertos de Nirvana además de la nueva música que relevan cada día. Alguna es mala, no voy a mentir, repugnante. Al menos escuchaste Green Day.

2013.

Desde siempre, hasta nunca ese año me dolerá, aunque nada más te convirtieras en una simple drogadicta.

Me sorprende que haya llegado al 2020 sin matarme. Lo consideré un par de veces, ¿sabes?
Ya no es lo mismo, porque antes éramos niños. Niños que querían dormir abrazados escuchando música y viendo American Horror Story. Ni siquiera la terminaste.

He intentado eliminar ese año de el calendario, de mis recuerdos. Dejaría las borracheras, los conciertos, los cortes, cada gota de sangre. Y eliminaría ese año.

No te daré la satisfacción, no me gustan los fantasmas y sé que me perseguirás por un tiempo. Lidiaré con eso y el hecho de que te extraño, pero ya mis cortes son cicatrices, lo tuyo es mortal.

Derrame De TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora