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Anne.

La campana sonó. Los latidos del corazón de Anne ya estaban muy acelerados, pero ahora lo estaban aún más.

Anne empezó a andar, tenía que afrontar todo esto. Este tiempo le daría que pensar.

Se dirigió a su casillero y lo abrió. Su diario era lo primero que se veía nada más mirar dentro, y este estaba abultado por la gran cantidad de notas que contenía. En cada página, Anne colocaba una de las notas de Danny.

Danny no era como los chicos normales. Él era un chico como ella, roto. Pero tenía una gran belleza interior que Anne quería conocer.
Anne cerró la taquilla de un solo golpe, dándose cuenta de que era imbécil. Había besado al mismo chico dos veces, siendo la primera vez, también su primer beso. Lo abrazaba constantemente, buscaba su atención, se interesaba por el...

¿Qué mas se necesitaba para darse cuenta de que estaba enamorada de él?

Y salió corriendo. Corrió tanto como sus piernas se lo permitieron, hasta alcanzar a ver la salida, donde efectivamente y para su alegría, Danny se encontraba.

Él se sonrojó nada más verla llegar corriendo, ella también lo estaba, pues esa noche se había dormido abrazada a esa nota, y ahora tenía al chico que la había escrito ante sus ojos, mirándola expectante.
Le gente empezaba a irse, pero sin embargo había un grupo rezagado observando la escena que tenían ante sus ojos: dos chicos apunto de confesarse a la cara que se amaban.

Danny no podía creerselo. Anne estaba allí, era el momento perfecto. Ahora solo le quedaba saber...¿ella sentía lo mismo?

Anne empezó a balbucear. Parecería que decir una simple frase como: yo también siento lo mismo, coger y besar al chico fuese fácil de hacer en su mente, pero Anne tenía claro que, viendo la gran sonrisa y las ganas de reírse que Danny tenía, la estaba cagando. Se calló un momento, tomó a Danny de las manos, mirandolas, con las que él escribía esas bellas notas; les dió un rápido beso, y sin mirarle a los ojos lo soltó todo:

(Momento ñoño) avisados estáis todos.

Danny:

Todo empezó hace algo más de un mes, y sigo sin creérmelo. Alguien, alguien quiere retratar mi vida de la forma que más amo, por medio de las letras. Alguien ve cosas buenas en mi, cuando yo ni siquiera las veo. Alguien...está enamorado de mi. Danny, yo, yo estoy aquí porque siento lo mismo, porque me he enamorado de ti con esa forma que has tenido de conquistarme, con cada nota, abrazo, beso, detalle...con todo.
Y ahora no soy capaz de mentirte, ni de querer ocultar nada. ¿Te acuerdas cuando te empecé a evitar? Quiero que sepas que no lo hice para hacerte daño, sino, para evitártelo.
Danny, mi propio padre abusa de mi, y yo no quería que vieras las marcas que el deja en mi cuerpo cada vez que se acerca durante la noche...no quería convertirte en un escudo donde descargar mi dolor, no quería que te compadecieras de mi, no quería que enamoraras de mi...

Pero ahora que yo también lo estoy, lo único que no quiero, es alejarme de ti.

Danny, mientras que oía la confesión de Anne, se enfureció, y sintió lástima por Anne al mismo tiempo. ¿Cómo podría nadie ser capaz de hacerle daño a una chica tan preciosa como ella?

Y perdonó todos los falsos errores que creyó que ella tuvo. Olvidó todos esos falsos desprecios, todas esas lágrimas que derramó, todos esos gritos y esa rabia que soltó. Y la miró. Anne estaba llorando, mientras que tomaba sus manos y era incapaz de mirarle mientras que confesaba todo con los ojos cerrados, como con miedo al rechazo.

Danny no la rechazaría jamás, ni en su más horrible pesadilla, ni en cualquier mísero momento. Danny fue ahora el que tomó las manos de Anne, para llevarlas hacia un fuerte abrazo, que sirvió para juntar ambos corazones rotos. Se separaron, mirándose ambos totalmente llenos de lágrimas al otro, y se besaron.

Se besaron por un tiempo que les pareció eterno, y despegándose unos pocos centímetros del otro se dijeron a la vez:

Quiero estar siempre contigo.

AnneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora