Corazones Enlazados (LS) Wourry

Capítulo cinco

"WARRY"

Like sí piensas que soy una mierda y el capítulo pareciera que se llama guarra.

Harry aspiró mi cuello, y soltó un gruñido de satisfacción. ¿Saben? creo que fue buena idea usar el gen de ducha de Louis. Besó con delicadeza aquella zona tan íntima de mi cuerpo y me estremezco soltando un suspiro gay. El ríe enviando vibraciones por toda mi médula. Toma entre sus frías manos mi cintura de forma posesiva y me gira ahora yo enfrentándome a esos verdes ojos que tanto amo, los cuales ahora se están fundiendo de un sensual negro de pura excitación. 

—Voy a follarte tan fuerte bebé... —Gruñe muy cerca de mis labios, yo gemí de excitación, Harry mirada mis labios y en mi mente deseaba que los besara, solo como él sabe hacerlo. 

—Mi amor, te lo suplico... bésame. —Le suplico, el ríe y niega. Yo frunzo el ceño y lo miro con extrañeza y el se levanta de mi cuerpo y comienzo a sentir frío. Me estremezco.

—No voy a darte nada. —Dice mirandome de soslayo—, no te lo mereces. Es un castigo princesa. —Quien se cree este, ¿el presidente acaso? ¿Donald Trump? Porque con las entradas que tiene en su frente le falta poco. Ok, me salí del tema, estoy un poco indignado, cómo qué princesa. Yo no soy una princesa, ¿o sí? Que dicen mis "Williamistas".

Harry me miraba con una mirada extraña y yo lo ignoraba, sí quiere que sea una princesa lo seré. Y mucho más drama queen que mi gemelo. Harry se puso de pie y yo me metí a la cama, tenía frío y mis malditos pezones estaban tan duros que podía apuñalar a alguien, reí por mi estúpido pensamiento y vi a Harry quitándose el cinturón y mirándome como sí fuera el mismísimo Christian Gray. 

—Ey, tranquilo viejo. —Dije alzando mis manos—, que el chiste de azotar te funcione con el enano no significa que conmigo tam-.

—¡Cállate! —Yo me callé en ese mismo instante. Se bajó los pantalones y sus bóxer estaban tan apretados, Dios, Allah, Buda lo que sea pero GRACIAS POR TANTO Y PERDÓN POR TAN POCO.

A gatas me acerqué a él y besé su pene por sobre la tela de su ropa interior. Y continué jugandome la vida como puta. Bajé aquella estorbosa prenda y su erección golpeó su estómago, me saboreé y lo besé mientras que mis manos tomaban su longitud. Lamí como un gatito la hendidura, Harry gimió en voz alta. Eso me dio una especie de ¿aliento? O lo que sea pero me puse feliz y metí el glande a mi boca. Le escupí para masturbarlo.  

Fijé mi vista en su rostro, y era la puta gloria. Ya se mojarían todas ustedes sí vieran semejante obra de arte en un desastre de jadeos y gemidos roncos, pero lean bien perras. Harry es mío. Y SOLO YO (y mi hermano) puedo chuparle el pene. Seguí con mi trabajo, su miembro golpeando el fondo de mi garganta y yo ahogándome de a ratos. Pero créanme que es la sensación muy extraña, es delicioso. Harry me aparta y lo miró con una ceja alzada, empuja mis hombros hasta que estuve completamente recortado, acaricia mis muslos de una manera tan sensual, con movimientos circulares y lentos, mi piel se erizaba a cada toque de su parte. 

—Me vuelves loco Will. —Susurra cerca de mi ombligo y lo sopla luego. Gemí, gotas de sudor recorrían mi frente, y aún no hacemos nada. —Dime, quiero que me digas qué es lo que quieres que te haga. —Me dice antes de inclinarse lo suficiente para besar con delicadeza mi cuello.

Suspiré y lo atraje a mí con mis manos en los rizos de su nuca. —Qui-quiero...quiero que me folles. Duro. —Dije y me dio una sonrisa ladina, encendió el fuego que había en mi interior. 

—Tus deseos son órdenes princesa. —Me dice y ataca nuevamente mi cuello, yo grito por la sorpresa y rasguño su ancha espalda, bajo hasta sus nalgas y las aprieto. Muerde mi cuello y suspiro entrecortadamente en su oído.