El Navio Perdido [BillDip]

18.-Tu recompensa (Lemon 3)

Bill comenzó a mover su mano, proporcionándole caricias placenteras a Dipper, quien no quería aceptar que aquello le empezaba a gustar.
-Ah~
Gimió tembloroso el más joven de esos dos chicos.
-Oh, pino.. no creí, tus sonidos fueran tan.. deliciosos...
Dicho, aquello con una sábana blanca que se hallaba ahí, sujetó las manos de su presa a una especie de columna que sostenía parte de la estructura.
Una vez que ató al chico, lo despojó de la ropa que traía puesta, dejándolo expuesto y tan... "Tan violable" "Tan frágil" "Tan a mi merced" fueron los pensamientos que aquel despiadado pirata tenía a cerca de Dipper en esos momentos.
Dipper miro a un pícaro Bill que se acercaba lentamente a su pene.
-De-dejame!
Grito desesperado el pequeño chico. Este tan sólo pudo arquear su espalda, pues repentinamente Bill se había metido todo el miembro del pequeño en su boca, dando un vaivén suave, pausado, tortuosamente placentero. Dipper intentaba no gemir, mordiendo su labio inferior.
Un leve sonrojo adornaba el sudoroso rostro de Dipper, tenía los ojos fuertemente cerrados, la respiración acelerada y las manos en puños.
Bill seguía haciendo su trabajo en aquella parte de Dipper, mientras sus manos viajando iban de aquí a allá en todo el cuerpo de Dipper, especialmente estrujando fuertemente sus nalgas, separándolas h juntándolas, sonidos sucios de la boca de Bill, suspiros y alguno que otro gemido del chico se escuchaba en aquella habitación.
-Agh!... ah~ ca-capitan.. yo.. me.. en corro!
Grito Dipper, no muy a tiempo pies Bill tenía la boca con algunas gotas de la esencia del chico.
-Lo.. lo siento..
Habló Dipper con un gran sonrojo en sus mejillas. La puerta se abrió.
- Capitán! Hay una...
Ambos chicos se quedaron petrificados, Teeth y Dipper, pues Bill se encontraba con una mueca de desagrado.
- ¿Que quieres Teeth?.. estaba ocupado..
Aquel hombre con dientes capaces de devorar a cualquiera habló.
-Se... aproxima una tormenta... una enorme...
Bill suspiró y desató a Dipper para luego dirigirse a la cubierta.