Sentimientos

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Tras la ligera charla en el Templo Ahsoka y Barris se retiran, paralelamente los miembros de la Orden comienzan a romperse. Los clones inseguros del estado mental de sus Generales, inician pequeños motines que no llegan a los oídos de los Jedi...

No lo entiendo Cody -le dijo Gree a su compañero en uno de sus turnos libres- ¿Por qué nuestros hermanos quieres rebelarse frente a los Jedi? -negó con la cabeza- si quisieran nos matarían sin molestarse en mover un dedo

Puede que tengamos demasiado idealizados a los Jedi -le dijo el líder de la 212 tomando un trago de su bebida- después de todo son personas igual que nosotros

En eso estoy de acuerdo -apareció Rex- pero aun así, nos han salvado en incontables situaciones. El General Kenobi te aprecia más de lo que crees -le dijo mientras lo apuntaba con su vaso

Puedo decir que somos buenos amigos -reconoció Cody con una pequeña sonrisa- aunque eso no significa que esté de acuerdo en todo lo que él diga

Me ofenderías de sobre manera si así fuera -escucharon a Obi Wan- no se preocupen, si no les molesta yo invitaré la siguiente ronda de tragos

Claro que no General -respondieron de inmediato los 3 clones

Obi Wan, no estamos en servicio ¿recuerdan? -les dijo con un sonrisa un tanto paternal

Como usted diga señor -se rió Gree con al más de confianza- pero si la General Unduli se entera de esto... no quiero ni imaginarme lo enojada que estaría

Admito que yo también le tengo un sano respeto -con la respuesta del Jedi, Cody comprendió que no lo traicionaría, era la figura más cercana a un padre y debía evitar que la sutil orden que les dio el Canciller la semana anterior se cumpliera

Esto está tardando demasiado aprendiz mío -le dijo Sidius a Dooku en una de las bodegas abandonadas en Coursant- debemos acabar con la Orden Jedi pronto

Todo va de acuerdo a sus planes Maestro -comento con cierto temor Tyranus- los Jedi no sospechan nada

Debemos apresurar las cosas -declaro dejándose llevar por la ira- envía a Grievous a Utapau, debe asesinar a Kenobi, dile que es la última vez que puede fallarme

Como usted diga mi Lord -respondió Dooku viendo como su Maestro se retiraba del complejo- debo reunirme con mi antigua Padawan... -murmuro mientras miraba los planos de la Estrella de la Muerte- es la única que puede darle esta información al Alto Consejo sin que desconfíen

Dooku sabía de ante mano que moriría, solo esperaba hacerlo luego de que Sidius cayera... en especial ahora que sabía cuáles eran sus verdaderas intenciones. Hacer que Skywalker lo asesine, luego pasar a Skywalker al lado oscuro por ser "El Elegido" y alzar un Imperio con Skywalker... su Maestro tenía una obsesión con ese chico y tenía que dejar de ponerlo como pieza principal en sus planes

¿Qué planeas Padme? -le pregunto Bail mientras acariciaba su espalda desnuda- te noto algo tensa

Es simple cariño... -dijo mientras besaba su pecho- en el momento en que me dejes embarazada Skywalker dejara la Orden y se dejara llevar por el lado oscuro, Darth Sidius estará complacido

Aun no logro asumir que Sidius sea el Canciller Palpatine -murmuro volviendo a besar a esa joven mujer que lo había llevado a engañar a su propia esposa que lo esperaba ansiosa en Alderaan

Lo que ambos amantes no sabían era que nunca se debe sucumbir a la pasión en la mitad de un apartamento, en especial si casualmente el esposo de la mujer volvía de una misión ansioso por abrazarla y desconectarse un poco del mundo.

Anakin estaba destrozado, eso es lo que esperarían todos al ver a su esposa traicionarlo de semejante manera, pero la verdad en el fondo sabía que algo así pasaría tarde o temprano. Sin que ambos senadores lo supieran se dirigió al armario donde su esposa... corrección su ex esposa guardaba su trenza de Padawan y aquel pedazo de madera que le dio como amuleto hace tantos años.

No es que quisiera darle más vueltas al asunto, pero legalmente ellos no habían firmado nada, por ende ante la ley ellos no eran más que amigos/conocidos. Su matrimonio en Naboo fue algo simbólico y si Padme no lo respeto... bueno él no tenía a nadie para "engañarla", pero al menos ya no tendría que seguir escuchando sus reclamos cada vez que debía asistir a una misión

Tal vez Zendaya tenía razón, alguien fuera del círculo de los Jedi nunca lograría comprender que no se les puede amarrar a un lugar contra de su voluntad, por eso les enseñaban desde pequeños a que controlaran sus emociones, bien aprendió por las malas, pero teniendo a su Maestro (Obi Wan siempre fue lo más cercano que tuvo a un padre), a su Padawan (no oficialmente, pero sabía que Ahsoka no lo dejaría) y a su mejor amiga (está bien Daya y el tienen su historia, pero ante todo son amigos) nada lo detendría... lo único que debía hacer era hablar con Mace para preparar el plan de ataque contra el Canciller y que Finis Valorum tomara el mando de la República nuevamente.

Yoda viejo amigo -le llamo Qui-Gon Jiin- la batalla final se acerca, debemos estar preparados

A Sidius aún no descubrimos -le dijo el pequeño hombre verde soltando un suspiro

El momento está cerca -insistió la voz del antiguo Maestro de Obi Wan- Ani ha crecido mucho, por fin comprendió en lo que puede convertirse

El momento llegado a -admitió Yoda, luego de que la fuerza le hiciera una revelación se levantó de su asiento- la ceremonia prepararé, la liberación del joven Skywalker terminado a y más fuerte ahora es

El odio y el miedo se alejaron -concluyo el- dejando a la Senadora Amidala por fin su camino encontró

Alguien como ella tan malvada fuera no esperaba Maestro Qui-Gon -reconoció el pequeño, pero poderoso Gran Maestro- Skywalker rodeado de luz esta -se dirigió a la puerta caminando despacio apoyando por su bastón- mi sucesor sin dudar él es

¡¿En que estabas pensando?! -se escuchó la furiosa voz de Luminara- ¡Debías descansar para volver fresco con la 41! ¡No irte de fiesta con Rex y Cody! -de cierta forma todos los clones a bordo de la nave se alegraban de no estar en los zapatos de su Comandante

Si me lo permites -interrumpió Kenobi antes de que la Miriliana se le tirara encima a su 1ero al mando- yo lo invite a que nos acompañara

¡¿Qué tu qué?! -los ojos azules de la mujer siempre calmados ahora brillaban enojados- ¡¿Estás diciéndome que pase 3 días sin dormir preocupada para nada?! -eso hizo que el corazón se Gree se acelerara ante la expectativa de que su General se preocupara por el- vete de aquí antes de que te golpee con mi sable de luz

Debes dejar de amenazar a la gente con la empuñadura de tu sable -le comento Obi Wan como si no le tuviera un sano respeto a la mujer que estaba enfrente, paralelamente se vio evaluando si dejaba o no al pobre clon a solas con su amiga- además no me iré de aquí hasta que Kit vuelva

¿Piensas que voy a matarlo o qué? -suspiro Luminara y en ese momento Gree noto lo cansada que se veía su General- el Maestro Fisto está dirigiendo un grupo de avanzada y ya que estas aquí te dejaré a cargo -se volvió hacia su Comandante- espero que hallas disfrutado lo suficiente porque no estoy segura si saldremos de esta. Tomaré una siesta, despiértenme si pasa... -se escuchan explosiones fuera de la nave, indicando que la flota separatista había vuelto para el 2do round- tiene que ser una broma -definitivamente Luminara Unduli iba a golpear a alguien

Gree, por otro lado solo pudo mirarla con una sonrisa boba bajo su casco... esa mujer era increíble Jedi o no y sabía que jamás podría hacerle daño, se lo dijera el Canciller o se lo dijera Jabba The Hutt. La protegería con su vida, porque quizás se había enamorado de su General y ya no podía esperar a que la guerra terminara para poder robarle un beso... sabiendo perfectamente que había una alta probabilidad de que lo golpeará con la empuñadura de su sable de luz

RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora