Mientras espera el arribo de los Jedi y el ejército de clones, Darth Sidius prepara su plan de respaldo en caso de que el Elegido no se una a él. Maul por otra parte se entrena con el nuevo y mejorado ciborg para no perder de nuevo frente a Kenobi.
Todo marcha de acuerdo a los planes –murmuró el Canciller orgulloso de sí mismo- el senado de la república no sospecha nada y el parlamento separatista sigue siendo un títere en mis planes
Maestro mío –le importunó Maul- si todo hubiera funcionado no tendríamos que haber hecho cambios tan drásticos a nuestra estrategia original
Cierra la boca escoria –le increpó el viejo bastante molesto y lanzándole rayos con sus manos- si no fuera por tu incompetencia en aquel duelo en Naboo nada de esto habría pasado
No puede seguir culpándome a mí por eso –rodó los ojos el de cuernos- usted sabía que Dooku era un blando y aun así lo incluyó en sus planes
Que te calles –respondió nuevamente y lo torturó por otro rato, últimamente eso era lo único que lo calmaba. Por otro lado Maul se hartó y sabiendo que los Jedi estaban cerca de la zona de calabozos prefirió callar para que los planes del que en algún momento orgullosamente llamó Maestro fracasaran. Él mismo se encargaría de los Jedi
¡Obi Wan! –le gritó Anakin con emoción al saberlo con vida e ignorando sin querer a la otra Jedi que estaba en mejores condiciones como para ayudarlos- tranquilo Maestro te sacaremos pronto
Anakin –lo llamó con la poca energía que le quedaba, pero aún se le notaba una pequeña sonrisa de ver a su antiguo Padawan- te tomaste tu tiempo
Sabes que me gusta hacer grandes entradas abuelo –río el joven mientras lo ayudaba a levantarse tras cortar las cadenas con un movimiento de su sable de luz
¡O-Mer! –lo llamo Zendaya con desesperación mientras corría a su encuentro, incluso empujando a los Comandantes clon- ¡vamos enano reacciona! –sintió la mano de Yaira en su hombro (la cual se había liberado sin ayuda y estaba bastante molesta al verse ignorada) y sus ojos comenzaron a aguarse- ¡no puedes dejarme! ¡O-Mer Ventus! –y sin más lo abrazó con fuerza y se lanzó a llorar
Déjalo ya Reidat –le dijo Stone fríamente, harta del espectáculo que sus conocidos compañeros estaban mostrando- eres una Jedi, no tienes permitido formar lazos. Toma el sable de luz de tu protegido y salgamos de aquí
Eres una maldita insensible –le regaño Skywalker mirado con pena a la chica y pensando que habría sido de él si a Ahsoka le hubiera pasado algo similar- que no te hayan confiado un Padawna no significa que debas comportarte así
No tienes cara para decirme eso Stone –escupió Zendaya con rabia por la pérdida- ¿un Jedi no forma lazos? ¿Qué hay de ti y Kenobi? ¿Crees que somos idiotas? Hemos visto cómo lo miras y cómo te mira –tomó un respiro, sentía el lado oscuro cerca de ella y estaba dolida, pero no con la guardia baja- si tanto quieres largarte hazlo, pero que sepas que las naves no se irán de aquí sin mí
Eres imposible –murmuró con rabia la Miriliana dándose media vuelta y saliendo de la celda, siendo seguida por una escolta de clones- ¿Qué hacen ustedes aquí? –les preguntó enfadada
Los Generales dijeron que la acompañaramos –respondió uno un tanto asustado- estuvo en una celda varios días y temen por su salud
Vuelvan con ellos –ordenó con desdén y una sonrisa de superioridad que hizo sentir a los clones como cucarachas- no los necesito
¡Pe-pero…! –la llamó el otro nervioso por el regaño que les esperaba, sin embargo cuando vio que los ojos de la mujer frente a él ya no eran de un azul pacífico, sino que de un color amarillo como el ámbar prefirió callar
ESTÁS LEYENDO
Regreso
RomanceAbandonaron la Orden Jedi, pero Ahsoka y Barris son llamadas nuevamente por la Maestra Reidat, quien las necesita para detener a la Alianza Separatista. Ahora y concluyendo el climax del conflicto, había llegado la hora de que los Caballeros Jedi se...