El beso de Mayo (Candy Candy fanfic)

Capítulo 8

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Hace cinco meses que Stairs apareció en mi apartamento y tuvimos esa angustiante conversación.

Por ahora parece que su intención de alistarse en el ejército se ha diluido y que se está centrando en los estudios como ingeniero.

Adelgacé mucho los primeros meses preocupada porque pudiera cambiar de idea y desaparecer de nuestras vidas para siempre.

Por suerte Terry estuvo a mi lado dándome fuerzas y esperanzas en todo momento, así que poco a poco lo he podido sobrellevar.

Por su parte Terry está triunfando como Romeo, el teatro se llena cada noche y los periódicos no paran de hablar de él, en breve tendré que comprar otro álbum porque al paso que vamos llenaré este en breve.

Por desgracia todavía no he podido verlo actuar en esta obra, James es aún muy pequeño así que espero en casa a que vuelva de trabajar.

Acabo de dormir al angelito dejándolo descansar tranquilo en el dormitorio. Terry ya deberías estar aquí.

¿Por qué se habrá retrasado?

En ese momento escucho pasos en el rellano y una risa familiar.

No puede ser....es...

La puerta se entreabre y entra Terry dejando a su acompañante a refugio de la oscuridad del pasillo.

-Candy ¿adivina quién ha asistido está noche a la función?- pregunta Terry levantando una ceja haciéndose el misterioso.

-¿Albert?- me atrevo a responder presa de los nervios.

-Pero...¿cómo lo has sabido?- responde Albert saliendo de la oscuridad.

Corro a lanzarme a sus brazos llena de alegría.

-Te dije que Candy era una bruja ¿o no?- ríe Terry.

-Más que por ser una bruja es porque he reconocido su risa antes de que entrarais- desvelo empujando a Terry fulminándolo burlonamente con la mirada.

-Te avisé que guardáramos silencio- Terry regaña a Albert cómicamente.

No puedo evitar regresar al pasado, al zoo Blue River. Nos recuerdo a los tres riéndonos de la misma forma que lo hacemos ahora mismo.

-Señor Albert ¿cómo fue por África? ¿Cuándo regresó a América? Estoy ansiosa de que me cuente tantas cosas!- exclamo emocionada.

-Sí, a ver si revela el misterio. Yo también le he preguntado pero ha respondido que mejor me explicaría cuando estuviéramos los dos. Así que he tenido que entretenerlo explicándole nuestra huída de Londres.- expone Terry riendo.

-¿Cómo? ¿Le has contado eso? ¿Qué pensará ahora de nosotros?- digo sonrojándome.

-Nada que no supiera ya...¿Qué podría esperarse de los dos sujetos más conflictos del Saint Paul?- rie rascándome la cabeza como si fuera una niña pequeña.

Yo pongo cara de resignación. Contra estos dos no se puede luchar.

-Supongo que Terry se lo habrá propuesto, quédese a cenar esta noche.

-Sí, en efecto lo ha hecho, accedo encantado. Además también me gustaría ver al pequeño Ardlay.

-Bueno debe saber que al escapar de aquél instituto también renuncié al apellido de esa familia. Mi adopción fue cancelada hace años- le explico a baja voz.

No estoy orgullosa de cómo hice las cosas, pero sé que hice lo que debía.

-Te equivocas, James es un miembro de nuestra familia al igual que tú lo sigues siendo. Por muchas locuras que hagas eso no cambiará.- revela condescendiente.