Capítulo 3

4.8K 171 40
                                    


El verano ha finalizado, hoy es el último día de nuestras vacaciones.

Encaminándome una vez más hacia su villa me vienen ganas de llorar, estoy tan triste...

No quiero volver a ese instituto, me gustaría que el verano continuara eternamente pero sé que también esté día será efímero como lo han sido los demás, se evaporará ante mí como ha sucedido con el resto del verano.

Y cuando volvamos a Londres estaremos igual que antes, tardaremos días en encontrarnos...

Sólo pensarlo me siento deprimir, pero tengo que ser fuerte, aunque ya no pueda verlo todos los días nuestro amor seguirá vivo, seguiremos siendo los mismos.

Con ese pensamiento llego a su villa y como las últimas semanas me dirijo a la sala de música, él me espera allí.

Recorriendo el largo pasillo me doy cuenta del intenso sentimiento que albergo por él, nunca habría pensado que podría amar de esa manera tan intensa y ciegamente. Mientras más lo he ido conociendo, descubriendo cada matiz de su personalidad, cada historia de su pasado, más me he enamorado.

Cuando abro la puerta observo en su rostro el reflejo de la misma tristeza que araña mi interior.

Me siento en la banqueta a su lado, desanimada, con desidia, odiando a esta injusta vida.

-A ti tampoco te apetece tocar? -me pregunta soltando un suspiro incómodo, se levanta y camina hasta la ventana donde permanece unos minutos mirando hacia fuera con la visión perdida en el horizonte.

Me aproximo a él y le lanzo una mirada significativa que entiende al instante.

-Estoy molesto, no es por ti. Me da rabia tener que volver, no quiero que esto acabe- confiesa con una voz firme.

Noto el dolor en sus ojos, su miedo, su tristeza.

-Esto no va a acabar, es cierto que no podremos vernos tan a menudo. Pero no pienso renunciar a ti- le digo cogiendo su mano, en su rostro se forma una leve sonrisa de sosiego.

-Candy sé que va contra las normas, está prohibido que una chica y un chico hablen y más aún que se encuentren en secreto. Sé que no debería pedírtelo, debería frenarme de llevarte a una situación tan comprometida, pero no puedo evitarlo...¿quieres que nos veamos en la Reencontrada Colina a las horas de los almuerzos cuando volvamos?

-Me encantaría, estoy tan feliz de que me lo hayas propuesto! Al menos así podremos seguir viéndonos cada día, la idea de estar tanto tiempo sin verte era insoportable- le digo con una gran sonrisa llenando mi rostro.

-¿Harías eso por mí? Nuestros nombres podrían quedar deshonrados si nos descubrieran, a mí no me importa. Pero tú eres una señorita.

-Sí, soy tu señorita y eso significa que tengo que estar a tu lado. Todo lo demás me da igual.

-¿Te daría igual si nos expulsaran y tuviéramos que huir siendo pobres?- pregunta riendo.

-No me importaría, estando a tu lado sería feliz. No necesito nada más.

-Eres una pecosa muy valiente- responde besándome orgulloso.

Guiados por la pasión y la euforia que sentimos ante nuestra improvisada declaración de amor nos apoyamos en el diván donde seguimos besándonos ansiosamente.

Terry acaricia mis labios con su lengua, los mordisquea acaloradamente, con vehemencia.

Yo me abrazo a su cuello, enlazo mis dedos en su pelo y lo apreto contra mi, incitándolo a darme más, tentándole a profanar mi cuerpo.

El beso de Mayo (Candy Candy fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora