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Omnisciente;

Dean entro a su casa, para después darle paso a Mike. El castaño entró algo paranóico, por lo cual se comenzó a repetir mentalmente lo tonto que se debía de ver.

Dean cerró la puerta en cuanto Mike entró y sin darle siquiera tiempo de hablar, el mayor acorraló al otro chico entre la puerta y comenzó a mordisquiar su labio inferior probocando un pequeño gemido de parte de Mike. Éste empezó a bajar sus manos de la espalda atla de Dean hasta el doblillo de su polera, para finalmente quitarsela.

Sólo es tela que estorba, pensó, y fue hasta ese momento en el que se dió cuenta de cuanto queria ya comenzar con lo... bueno.

Dean imitó la acción del menor, para después volver a juntar sus labios bruscamente y comenzar a bajarlos por la linea de su suabe y fina mandíbula. 

Tomó  con una mano a Mike por la cintura mientras que con la otra desabrochaba fácilmente el botón se sus vaqueros y los de su amante, este otro posicionaba sus manos en la cadera del pelinegro con lentitud para poder acostumbrarse al tacto de sus manos contra la caliente piel del mayor.

Dean empezó a colocarse de cunclillas lentamente para bajar el pantalón de Mike mientras depositaba humedos besos por el recorrido.

Ya estaba listo, Mike estaba duro a más no poder... ambos lo estaban.

Se puso de pié nuevamente y sin poder evitarlo, se tomó los segundos para mirar el cuerpo semi-desnudo de su chico parado al frente de él, y al notar el grán bulto entre su bóxer no disimuló en esconder su sonrisa.

Eso lo estaba causando él.

Mike terminó de sacar sus vaqueros aprobechando en quitar también sus zapatillas. Miró a Dean, quien aún tenia puesto los pantalones y los zapatos.

—Ey, no es justo que yo esté casi sin nada y tu casi vestido— se quejó el menor.

—Es que... quiero que me los quites tú— respondió Dean con la voz ronca, efecto de su exitación.

Mike sonrió de lado, invadiendo el espacio personal de Dean colocando sus manos en los costados de sus vaqueros y bajandolos lentamente junto con su bóxer, dejando al descubierto la grán erección que el mayor escondía de bajo.

¡Alláh! ¿enserio eso es lo que planea meter en mí?, pensó Mike.

Ya en cuanto le bajó los pantalones, Dean no tardó en deshacerse por completo de su ropa y zapatos quedando completamente desnudo.

Tomó a Mike del codo, halándolo suabemente hasta el sofá. Tiró al morocho en éste dejandose caer segundos después sobre el cuerpo de Mike. Dean soltó un quejido al sentir su miembro rosar con la tela de los bóxers del castaño.

—M...mierda— murmuró Mike.

Dean sin más, arrancó de un solo tirón la tela y colocó a Mike de espalda pegando su abdomen en esta mientras lo afirmaba de la cintura.

Con su mano libre se dió el exquisito gusto de recorrer la textura de su cuerpo, dejando caricias desde la nuca de Mike hasta la espalda baja.

Sonrió, y una idea morbosa se vino a su mente.

Chupa. dijo al castaño en el oído,  poniendo dos de sus dedos en la boca de este. Amablemente Mike lo hizo, de la manera más caliente en la que Dean se haya imaginado jamás.

Sacó los dedos lubricados de la boca del chico para llevar uno de estos a la entrada del menor, con lentitud comenzó a meterlo para llevar segundos después un ritmo que comenzaba a dejar como loco a Mike.

Pequeños gemidos salían de la boca del castaño, y sólo estaba ocupando un jodido... ah, no, ahora dos dedos.

¡No tan rápido, maldito idiota!

Dean sonrió malicioso aumentando sólo un poco el ritmo con sus dedos haciendo que Mike soltara muchos más jadeos y pequeños gemidos que eran como... como música para sus oídos.

Ya-Ya estoy... estoy listo P'.

Dean supo a que se refería.

—Si te duele, no dudes en decirlo ¿bien?— susurró. Zayn rió.

—Igual que hac- oh, mierda.. hace un momento ¿no?

Dean tomó su palpitante pene entre una de sus manos para colocar la punta en la entrada del trasero de Mike. Éste lo miró.

—Demonios... Dean, ya.

El pelinegro empujó lentamente dentro de Mike, mientras escuchaba y lograba ver el rostro del chico mientras era delicadamente penetrado..

Cuando Mike sintió el miembro de Dean ya dentro de él un ardor placentero recorrió toda su espalda baja entumeciendo por unos segundos su tracero.

Dean cada vez iba acelerando más sus movimientos y embestidas dentro de Mike, mientras este otro gemía de placer una y otra vez.

El mayor estiró su mano hasta el miembro de Mike para subir y bajar su mano mientras entraba y salía del mismo.

Mierda, he encontrado mi sonido favorito, pensó Dean en cuanto Mike soltaba sonidos llenos de éxtasis.

El pelinegro salió de su amante, para después sentarse en el sofá y tomar a Mike de la cadera y colocarlo encima de su regazo.

Lo abrazó con fuerza mientras capturaba los labios del menor y lo besaba de una manera única, demostrandole todos sus sentimientos.

Despues de una larga seción de besos calidos, Mike cortó el beso para mirar a Dean a los ojos y sonreír.

—Te quiero— le besó el cuello, aferrandose más al cuerpo de Dean quedando la nada misma de distancia entre ambos. Eran uno solo.

—Y yo a tí, Mike— susurró Dean en su oído, para después morder suabemente una parte de la zona.

Realmente Mike lo había disfrutado, más de lo que esperaba.

—¿Otra ronda?— le preguntó el  menor a Dean con una sonrisa y mirada llenas de lujuria. Este puso sus dos manos en el suabe trasero del chico rozando su entrada con sus largos dedos. 

—¿Creías que había terminado?

Un poco mas allá que un mensaje.  (BL/GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora