N/Estela:
Estamos frente al tren y nos miramos en silencio, la tristeza viene cargada con lluvia, hasta la naturaleza se siente frustrada por esta historia de amor.
— Estela — me dijo, no me estaba llamando, pude entender que era lo único que podía decir, al igual que yo su nombre.
— Jay prometo escribirte. Quiero que sepas que cuando dices que soy especial en lo único que pienso es en que tú lo eres, tu forma de verme a mí y al mundo como si tuviéramos un tesoro, chico, tú mereces la pena y no puedo creer que te deje ir.— dije sintiendo mis frágiles ojos húmedos.
— ¿Te has visto alguna vez Estela? tu cargas un tesoro, por eso todos te miramos así, y el que se arrepentirá toda la vida seré yo, por dejarte ir.— dijo secando mis lagrimas mientras me miraba con ternura y ese misterio que tanto lo caracteriza.
— ¿Sabes cómo podrías hacer eso más romántico? — pregunte riendo viendo en sus ojos que sabía a qué me refería.
Me dio uno de esos besos cálidos y tranquilos que te hacen sentir como en casa tomando un chocolate caliente con la familia, y allí, en sus brazos entendí que estaba cansada de perder a los que más amo, mamá, papá, Jay, mis amigos... Y quedarme con unos significaría perder a otros.
— ¿porqué lloras? ¡Yo estaré aquí esperándote! — Cuando dijo esas palabras algo dentro de mí se rompió fuerte.
— ¡No digas eso, yo te quiero feliz y esperar por alguien, es la peor forma de ser libre— dije sollozando.
— ¿Amigos? — le hable con lagrimas pero segura. Seremos los mejores pensé.— Los mejores — respondió haciendo una de las tantas cosas que sabe hacer solo él, reproducir mis pensamientos en voz alta.
Y subí a ese tren, lamentándome de perderlo, sin darme cuenta de que un pedacito de él se venía conmigo.
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M A Y. "Mujer del mes de mayo"
Short StoryMay era ... U n a M u j e r N a c i d a E n U n M e s C o m o E l D e M a y o