¿Quién eres ? -UlquiHime

Capitulo 5 "El Inicio del Fin"

Capítulo 5 "El Inicio del Fin"

Envuelta en sabanas Orihime se revolvía nerviosa y ansiosa, esperando con impaciencia que su esposo hiciera una excepción y la acompañara en la cama pudiendo así acabar un día demasiado feliz junto a ella; pero tras esperar por demasiado tiempo se hizo a la idea de que él no se dignaría en aparecer junto a ella, incluso sospechaba que dormía en otra habitación. A pesar de esa decepción cierto chico de cabellera azabache se hizo su lugar en ese mundo que era su mente, recordando la caminata de regreso a casa.
Flashback
Orihime no paraba de hablar salsa mientras daba rebotes en la espalda de Ulquiorra.
-Y por eso deberías bailar salsa- dio un saltito haciendo tambalear a Ulquiorra.
-Por qué? No diste ninguna razón- la acomodo en su espalda al notar que ella resbalaba poniendo sus manos en el trasero de la misma, haciendo que ella se sonrojara al instante y presionara aún más su espalda, sin embargo Ulquiorra consiente de su desliz intento sacar la mano intrusa de tal lugar, mientras soltaba de manera rápida su mano ella levanto la mano golpeando a Ulquiorra en la cabeza haciendo que se desequilibrara y finalmente cayeran ambos en contra del no tan suave suelo, el recibiendo todo el golpe y ella rebotando en el cuerpo de él.
-Ay ay ay ay ay- Orihime se sentó encima de la espalda de él tomándolo como un asiento humano.
-Mujer-susurro un Ulquiorra lleno de tierra y con el cuerpo estampado de ramitas y bichos. Orihime se levantó asustada y ayuda a este a parase haciendo que vuelvan a caer al correr y empujarlo-No entiendo como llegaste a vivir tanto tiempo- se levantó levantándola con él.
-No soy tan vieja- hizo un puchero.
-Como sea- se acercó a ella demasiado cerca, mientras ella se apoyaba en un solo pie- Perdona si te incomodo pero quiero llegar vivo- con una mueca de diversión se agacho y la cargo en su hombro dejándola en directa vista de su trasero.
-Pero qué? Bájame- la ignoro en silencio, mientras ella miraba su trasero cada vez más sonrojada pensando en que los pantalones ajustado le quedaban mejor que el que traía puesto, quizás algo de cuero o quizás nada de ropa.
......
Ishida Uryu se preguntó que pasaba en su casa mientras escucha un fuerte golpe en su habitación y veía como Orihime salía corriendo y chillando demasiado roja para su bien, corría mientras hacía caer cada cartel que ella misma había puesto para su propuesta de viaje de segunda luna de miel. Suspiro y volvió a su computadora ignorando a su alocada esposa.
Orihime se lanzó a la hierba del patio trasero esperando que el frio nocturno bajara el repentino calor en su cuerpo, también esperando que mitigara el dolor en sus costillas por haberse caído de la cama al dar tantas vueltas.
Suspiro más calmada esperando que esa ansiedad sea debido a su viaje del día siguiente, miro a la luna esperando que fuera lo mejor que le pasara, que pudiera salvar esa familia que había creado quizás poder aumentarla.
.........
Dos horas y treinta y cinco minutos, ese tiempo faltaba para que ella se encontrara con Uryu en el puerto y así iniciar su viaje. Ahora dos horas y treinta y cuatro minutos
Orihime saltaba de un lado a otro mientras miraba la hora cada 15 segundos esperando que avanzara más rápido y no remedara una tortuga

Dos horas y 15 minutos.

Orihime volvió a sacar su ropa de las maletas por sexta vez, verificando cada pieza de ropa, desde vestidos de ropa hasta los picardía que había comprado para una ocasión especial pero hacía ya mucho tiempo que los había guardado debido a la falta de pasión en su vida matrimonial. Se imaginó a ella sobre Ulquiorra, acercándose lentamente besando su boca, bajando poco a poco por su mandíbula, susurrando a su piel palabras silenciosa de amor; con ambos anhelando el encuentro de sus......

Un golpe en la cara, junto a un sonrojo hizo a Orihime volver a la realidad, despertando de su ensoñación demasiado ardiente, agarro el picardías y abrazándolo soltó un suspiro antes de lanzarse contra su cama tratando se sofocar su imaginación sabiendo que si continuaba asi no solo la distancia perjudicaría su matrimonio sino un enamoramiento infantil con alguien que apenas conocía, alguien que a pesar de conocer demasiado tiempo ya habían creado una conexión demasiado fuerte con él.
Se paro de golpe haciendo que su de por si débil equilibrio le jugara una broma haciéndola tambalearse sobre sí misma para caer contra la cama sonrojada a mas no poder; con un par empujones se levantó dirigiendo su atención a volver a meter la ropa en la maleta. Miro su reloj.