Cuando despierto, siento como si hubiese ido a la guerra dos veces y yo ni enterada. Aunque mi cuerpo estuvo en una terrible batalla anoche, literalmente hablando.
Siento mi garganta seca y adolorida, mis piernas trato de moverlas poco a poco y las siento entumecidas al igual que mis brazos, pero lo que más me preocupa es el dolor en mi costado izquierdo y en mi cabeza, que me impiden moverme con la agilidad de siempre. Parece que se hubiera desquitado conmigo como si fuera una pera de boxeo. No menciono nada de mi entrepierna, no es nada que no me haya hecho antes.
Me levanto del suelo donde me dejó anoche, con mucha dificultad y con lágrimas de dolor escurriendo por mi mejilla. Solo espero que no me haya roto alguna costilla.
Con dificultad, llego a mi habitación y encuentro todo revuelto. Mi ropa está tirada por todo el piso y el colchón de mi cama está volteado. Abro mis ojos asustada y busco dentro de mi maleta. Quedo arrodillada y mi cuerpo convulsiona por el dolor que no es sólo físico. Se ha llevado todo mi dinero, ahora no tendré con qué buscar un nuevo lugar.
Es una mierda estar así. No puedo aparecerme en casa de mi madre en estas condiciones, aunque tampoco es que tenga dinero para volver a Atlanta.
Me fijo en la hora y me doy cuenta de que ya debería estar en la cafetería. Lo mejor será salir y llamar desde un teléfono público para avisar que no iré en los próximos días. Soy buena para las excusas de este tipo, una aprende a justificar a cerdos como este.
Me doy un rápido baño con solo agua. Me miro al espejo y lloro en silencio al ver sus manos marcadas con grandes morados en mi cuello, mis brazos y piernas están igual y ni hablar de mis costillas que tiene un gran hematoma. Estoy horrible. Me coloco un vestido un poco holgado, algo fácil de poner que no requiera demasiado esfuerzo físico. Agradezco que no me haya dejado encerrada bajo llave, lo más seguro es que ya sabe que he aprendido muy bien mi lección. ¿Quién no?
Tomo una sudadera grande que solía ser de mi padre y cubro mi cabeza con la capucha. Bajo los tres pisos apoyada de la pared y agacho mi cabeza cuando escucho la risa de una pareja que viene subiendo. Disminuyen la velocidad de sus pasos y noto que me observan.
—¿Estás bien? —pregunta la mujer tomando mi brazo y reprimo un sollozo al sentir su mano quemando en mi brazo.
—Estoy bien. Solo he tenido un accidente y mi hermano no ha venido, así que me toca salir —mi voz sale ronca y en un susurro, pero solo espero que no se de cuenta de la verdad o me obligue a levantar la mirada.
No quiero seguir hablando, esta mierda duele.
—Espero te mejores —dice poco convencida y se aleja a paso lento con su amigo o lo que sea, escaleras arriba.
Tomo aire llenando mis pulmones a lo que me permiten mis lastimadas costillas y reprimiendo mis quejidos, para retomar mi camino bajando un escalón a la vez. Esto requiere de mucha paciencia y eso es de las pocas virtudes de las que carezco.
Y no puedo creer que me haya tomado veinte minutos hacer todo el trayecto hasta el teléfono público. Marco a la cafetería y le explico a la señora Clark que estoy enferma y que el doctor me ha incapacitado por tres días. Solo espero que sea tiempo suficiente para que no se den cuenta de que algo malo pasa. Por lo menos, con mi voz ronca se lo ha creído.
Para llegar al apartamento nuevamente, me ha tomado poco más de treinta minutos. Las subidas son peores. Tomo un analgésico con un largo trago de agua que refresca mi interior y me acuesto en el sofá cerrando mis ojos soltando un largo gemido. Chase no llegará hasta la noche y no tengo ánimos ni fuerza para colocar el colchón de mi cama en su lugar. Entre lágrimas de dolor y resignación, me abandono a mi destino y a un hermoso mundo de sueños. Un mundo donde todo es perfecto y tranquilo. Donde mi madre acaricia mis rizos negros y mi padre aún vive. Como adoro los domingos de barbacoa.
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Aventura De Una Chica Obstinada #1
ChickLitLuisiana Earhart es una mujer alegre que le gusta ver a las personas a su alrededor sonreír, pero su vida no es de color de rosa, ya que al llegar a casa, todo se vuelve un infierno. Su infierno personal gracias a él. Sólo sus nuevas amigas, Sarah...