Capitulo LXXXVIII:

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Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan GRACIAS POR CREAR ESTOS LIBROS: D

(Nico di Ángelo y tú)

POV TÚ

Después de volver al campamento. Fuimos a comer, Nico me llevo a mi mesa y después se fue a la suya yo me sentía como si no pisara el suelo era tan irreal ¡Nico di Ángelo era MI novio! ¡Solo mío!

-enana -dijo Percy sentándose en la mesa

-hola- le dije sonriendo

-¿dónde estabas?-me pregunto, mientras en su plato aparecía comida azul

-no te diré –le dije sonriendo

-mmm... ¿estás bien?

-¡si!

-te ves muy... feliz -dijo dudoso

-¡¡¡lo sé!!!

-ya...- me dijo mirándome extraño

-¿Y Tyson?-pregunte

-Con Ella

-¿quién es Ella?

-su novia- dijo Percy levantándose para ir a quemar su comida

-¡ah el amor! ¡¡Es tan lindo!! -dije con una voz más chillona que he emitido en mi vida y Percy me miro preocupado, antes de seguir caminando hacia la hoguera; Cuando Percy volvió comenzamos a comer.

- Quirón dijo que haríamos una carrera de carros- me dijo comiendo, y yo creí que me estaba tomando el pelo y estaba evaluando mi estado mental ¿tan rara me veía?

-¿carrera de carros? -le pregunte y el asintió mientras comía

- ¡¿Aquí?!-le pregunte incrédula

-sí, ¿porque?-me dijo como si nada mientras seguía comiendo... Percy no parecía estar mintiéndome... entonces ¿¡alguien que se veía tan sensato como Quirón organizaba carreras clandestinas de autos?!

-¿¡y no son peligrosas?! -pregunte y Percy pareció pensarlo por un minuto

-bueno a veces en realidad, creo que es igual que captura la bandera.

-los carros deben ser hermosos- murmure

-bueno a veces depende de tu padre ya sabes hay chicos que sacrifican estética por velocidad o viceversa

-oye en realidad no conozco mucho acerca de autos, pero una vez escuche decir al tío Brandon que los caballos de fuerza eran importantes... ¿tú sabes si Poseidón también invento esos o solo los de cuatro patas?

-¿mmph? -dijo Percy atragantándose -bueno nunca he oído hablar a un auto así que... supongo que no

-ya veo, así que no tendremos ventaja...-dije antes de levantarme, bueno no importaba ya resolveríamos lo de los caballos de fuerza. Al llegar a la cabaña me tire en mi cama estaba cansada, pero no pude descansar porque experimente algo de lo que ya había oído hablar... sueños mestizos.

Era de noche, pero no había estrellas en el cielo, más bien parecía tener un color purpura. Podía verme a mí misma como si fuera otra persona. Estaba en una especie de basurero, rodeada de fierros oxidados, y pedazos de materiales que yo no era capaz de clasificar.

Mire alrededor parecían haber montañas y montañas de diferentes desechos, todo estaba en silencio. Y no era un silencio cómodo, era de esos silencios que hacen que la adrenalina y pánico comiencen a fluir. Escuche mi propia voz asustada decir

-¿Kathe? ¿B... Bicho? ¿Dónde están? -dije con la voz quebrada, comencé a caminar por el basurero y un ruido de fierros chirriante me detuvo, respire agitada y escuche gritar a Kathe de una manera que me helo la sangre.

-¡¡KATHE!! -grite, mientras comencé a correr hacia dónde provenía la voz de mi amiga. Kathe volvió a gritar, pero esta vez me detuve y di la vuelta; hubiese querido poder golpearme por ir en dirección contraria de donde se escuchaban los gritos de Kathe, pero era incapaz de hacerlo. Esto era un sueño.

-¡BICHO ¿DÓNDE ESTÁS!?-grite mientras corría. Y entonces desperté, porque alguien me movía.

Me senté en la cama agitada. Sentía que si me levantaba mis piernas se moverían como espaguetis. Así que me concentre solo en respirar.

-¿____ ...?-dijo una voz aterciopelada, pero sonaba preocupado

-estoy bien –dije, no quería preocupar a Nico solo por una pesadilla así que decidí bromear –no te preocupes es ejercicio, si no sudas por las pesadillas te pones gorda

-zombie...-dijo un tanto irritado, me reí y mire alrededor el sol se colaba por las ventanas, pero me era difícil calcular una hora.

-¿Qué hora es? –pregunte. Nico me miraba con el entrecejo fruncido, pero me contesto

-las diez y cuarto

-ah... ¿cuánto es un cuarto? –dije y por fin le saque una sonrisa

-zombie ¿Cómo puedes no saber cuánto es un cuarto?

-luego hacemos cuentas. Porque ahora tengo hambre –dije levantándome de la cama. Y si... mis piernas se sentían como espaguetis, pero intente disimularlo.

-voy a arreglarme –le dije a Nico, pero realmente solo me cambie de ropa, porque no podía dejar de pensar en lo que había soñado, yo no imaginaba porque me preocuparía más por un bicho que por Kathe.

Mientras caminábamos al comedor Nico me pregunto

-¿qué sonaste?-estaba serio parecía tenso...

-soñé que me agradaban más los bichos que Kathe- me miro incrédulo, pero luego sonrió

-eso para mí tiene sentido-dijo divertido

-pero, no es cierto ¡yo odio los bichos!

-¿si? –me pregunto

-si- afirme y sonrió -¿qué?

-nada es interesante.-dijo arrastrándome al comedor

...

Y Entonces... Te Encontre (Nico di Angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora