Y Entonces... Te Encontre (Nico di Angelo y tu)

Capitulo CI: Equipaje

Hola yo aquí... sugiriéndoles que lean.... ¡¡¡ Las crónicas de Christopher Foster, un semidiós en apuros!!! Ustedes saben que quieren... ŏ.ŏ ¡es bueno para su sistema nervioso!

Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan GRACIAS POR CREAR ESTOS LIBROS : D

(Nico di Ángelo y tú)

POV Nico:

-lo siento Anabel pero ya está decidido –dijo el señor D concisamente. Me levante furioso e hice un viaje sombra a la arena.

Comencé a entrenar sin ser consiente del todo de lo que hacía, mi cuerpo se movía como en piloto automático. Tenía miedo, angustia. Todo este tiempo intentando engañarme y no prestar atención a los sueños, había cometido un error. Debí habérmela llevado, debí haber hecho algo.

-Nico... -dijo la voz de mi zombie. -¿Nico? –me llamo nuevamente, me gire y la vi parada detrás de mí, la arena estaba inusualmente vacía, había poca luz, mire el cielo el sol acabaría de ocultarse –¿estás bien? –me preguntó viendo mis manos, asentí y me acerque a ella.

-¿Percy te dijo? –mi zombie asintió

-¿una misión es... tan mala? –me cuestionó

-sucede que esta es una reverenda estupidez, no tiene sentido, es peligrosa e innecesaria –enliste, ella suspiro y me miro con sus enormes orbes verdes.

-déjame ver –dijo pidiendo mis manos, observe mis manos y me di cuenta que mis nudillos tenían sangre seca.

-estoy bien, ni siquiera me di cuenta.

-igual te curare –me dijo decidida, suspire y envaine mi espada.

-¿sabes hacerlo? –le pregunte

-por supuesto- dijo tomando mis manos y llenándolas de besos, la sangre se aglomero en mi rostro en un segundo.

-zombie... -musite avergonzado ella solo dejo salir una risa –ya sé que eso no será suficiente. –dijo deteniéndose, tomo mi brazo y sonrió –ven creo que hay que lavar tus heridas

Tiro de mí y me halo hasta mi cabaña, cuando llegamos entro a mi baño y salió con un pequeño recipiente, que yo si ni siquiera sabía que tenía, mojo una toalla y la exprimió en el. Me sonrió y se sentó en el suelo conmigo. Comenzó a limpiar la sangre con la toalla húmeda, con suma delicadeza, como si yo me fuera a deshacer si lo hacía con fuerza.

-¿no estas asustada? –le pregunte, lo sopeso un segundo ladeando la cabeza

-creo que asustada no es la palabra –contesto

-¿aterrada?

-no –negó divertida mientras pasaba la toalla húmeda por mis nudillos

-¿entonces? –la apremie

Mi zombie lo pensó un segundo y luego me dijo –Enojada, estoy enojada con mi abuela por mandarme a buscar lo que ella pierde, por involucrar a gente que quiero, incluso por mandar al hermano enano de bobabeth. –dijo terminando de lavar la sangre seca de mis manos. Se levantó y se fue con el pequeño recipiente al baño.

-¿has hablado con la ladrona? –la cuestione levantándome del piso, me senté en la cama y recargue mi espalda en la cabecera.

-Si, de hecho si. –dijo mientras apagaba la luz de mi baño y corría hacia mí, me obligo a separar las rodillas y se sentó recargando su espalda en mi pecho. –Lo hice antes de ir a buscarte –me dijo

-¿de qué beneficios goza ella? –dije rodeándola con mis brazos y fingiendo indignación, mi zombie rio y negó con la cabeza

-mmm... –musite mientras dejaba besos por su cuello. Nos quedamos un rato en silencio abrazados, mi zombie se removió entre mis brazos, y se giró para verme con sus brillantes ojos verdes.