Y Entonces... Te Encontre (Nico di Angelo y tu)

Capitulo LXXVII: Mi tonta zombie

Volví ¡no estaba muerta!...Hola lo se... no me maten las cosas se me complicaron. Me mude no tengo internet... ni siquiera tele =_=, la inspiración se me fue luego volvió y así...

o_O ¿sigo viva? Ok aquí van ¡tres capítulos!

Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan GRACIAS POR CREAR ESTOS LIBROS: D

(Nico di Ángelo y tú)

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POV Nico:

-mira que llamarte ____ Leopolda o es ¿____Leonarda?

- ¿m? – me dijo arqueando una ceja

-____Tu enserio no creerás que me gusta Valdez –le dije acercándome y abrazándola, me hizo un puchero de desagrado

- ¿te sigue gustando Percy? -me dijo y me di cuenta de que la había subestimando... mi zombie sabía mucho más de lo que yo creía. ¿Cómo se había enterado de eso?

-no- le conteste secamente

- ¿Entonces? -me pregunto enojada, suspire cansado ¿que no era demasiado obvio?

- ¿Enserio?... ¿Me harás decirlo? – le dije... ¿Por qué ella era tan difícil?

- ¡sí!, yo debo saber en quien te andas fijando por... ¡por tu seguridad!... ¿Qué tal que es un roba italianos? – me dijo intentando fingir preocupación supongo que para esconder su enojo... probablemente no debería gustarme, pero me gustaba verla celosa

-No lo creo... habla pésimo italiano-le dije burlándome y a la vez intentando que entendiera que me refería a ella, pero al parecer en su cabeza... su italiano no tenía problemas

-deberías ser más específico- me dijo enojada, intento levantarse, yo no quería que se fuera... y menos creyendo que me gustaba su hermano, así que... técnicamente me subí sobre ella para impedir que se moviera, mire sus ojos, sus condenados ojos que me tanto me gustaban

-Bueno, probablemente su italiano no es tan... malo- le dije nervioso, intente distraerme jugando con un mechón de su cabello; esto era estúpido... debería poder controlarme, yo no debería de sentirme así... pero no podía evitarlo mi estúpido corazón parecía querer traicionarme y salirse de mi pecho.

-Se mas especifico- me dijo probablemente su vena de afrodita estaba dañada, yo ya no podía ser más claro de lo que era y, aun así, ella insistía...me acomode para no dejar caer todo mi peso sobre ella ya que su respiración era bastante irregular

-Eres increíblemente difícil ¿sabes? –le dije inclinándome sobre ella, no estaba seguro de cómo hacerlo, pero aun así lo intenté, cerré mis ojos y uní mis labios a los suyos, eran lisos y suaves; pero al parecer no lo estaba haciendo bien porque ella no se movía, me separé de ella y le dije:

- ¿no deberías ser más zombie en estos momentos? –la mire, estaba sonrojada y me miraba confundida. Espere, pero no me decía nada, comencé a impacientarme, pero a ella no parecía importarle mucho, solo me seguía mirando como si no entendiera... ¿No sabía que estaba haciendo?... Probablemente no... ¡Mi zombie tonta! Bueno en algún momento tenía que darse cuenta.

Me incline de nuevo sobre ella y la bese, esta vez me correspondió casi inmediatamente; había que aceptarlo no éramos muy buenos en esto... de hecho yo diría que los dos éramos muy torpes pero aun así se sentía jodidamente bien, hubiera podido hacerlo todo el día, pero me faltaba el aire así que tuve que terminar el beso

- ¿fui lo suficientemente especifico?- le dije cuando ocultando mi cara en su cuello, sabía que estaba demasiado rojo y eso no me agradaba

-em... algo... -me dijo con la respiración entrecortada ¿se escuchaba feliz?

-aunque mi italiano es casi perfecto-continuo... si ella estaba feliz y hasta alucinaba un poco, su italiano era todo menos perfecto, pero... para mí era suficiente, aun así, yo no le iba a decir que me gustaba que se hiciera un lio con las palabras, además de su extraño acento con el que daba la impresión de querer hablar italiano, pero con acento francés.

-si para mi es perfecto...yo viajo muy a menudo en aviones...-le dije burlándome

-¡ash! –me dijo ¨enojada¨ mientras se reía a carcajadas, me levante y me senté al borde de mi cama y ella me imito, me miraba como si esperara que le dijera algo mas... esperaba que no quisiera que le hiciera esa pregunta... para mí era demasiado cursi, me sonrió, se acerco a mi enredando sus brazos en mi cuello y me dijo:

-yo también quiero ser específica – pego nuestras frentes y cerró los ojos mientras se acercaba a mi... hace un mes yo habría pensado que era peligroso dejarla estar tan cerca de mi... lo cierto es que ahora no tenía muchas ganas de soltarla, probablemente valía la pena hacerle la estúpida pregunta, pero... después de besarla otra vez, cerré mis ojos pero la puerta se abrió de golpe

- ¡HE VEDIDO A SALVARTE!... o... quizás... no- dijo la ladrona, que supongo venia a salvar a mi zombie, aunque fueran ellas las que amarraran gente, yo parecía ser el único peligro aquí.

-gracias ladrona, creí que iba a ser devorado- le dije enojado, mientras me levantaba de la cama

- ¡¿este es el problema de vida o muerte!?- le pregunto Annabeth enfadada, mire a mi zombie que miraba a Annabeth realmente enojada como si Annabeth hubiese sido la que nos interrumpió, estaba tensa y con los puños apretados

- ¿USTEDES QUE HACEN AQUÍ? –grito la ladrona y mire a la puerta. Genial me distraigo un momento y tengo medio campamento dentro de mi cabaña.

-pues veníamos a molestar a ¡sombritas! –dijo Valdez entrando a mi cabaña como si nada

-en realidad vimos a Annabeth entrar –dijo Jasón, mientras intentaba sacar a Leo de mi cabaña, bueno al menos decirle tantas veces que no me gustaba que entraran a mi cabaña había servido de algo...

- ¡oh _____también esta! – dijo Valdez intentando abrazar a mi zombie

-es que es una fiesta de chicas, así que debes irte-dijo la ladrona metiéndose en medio y empujando a Valdez hacia fuera, bueno de alguna manera, había hecho algo útil, la ladrona no era tan inservible

- ¿una fiesta de chicas? ¿En la cabaña de sombritas? – dijo Leo mientras contenía la risa... si, la ladrona es inservible después de todo

-emm... ¿sí?

-oh, eso lo explica todo-dijo Valdez riéndose, la ladrona me miro y arqueo una ceja

- ¡ah! ¡Es que él ya se iba! –dijo la ladrona, me jalo del brazo y comenzó a empujarme junto con Valdez fuera de mi cabaña.