Through The Dark {Zayn Malik}

Capítulo 10

Aguanté un sollozo, encontré mi ropa y me la puse. Salí silenciosamente de su piso y bajé rápidamente por las escaleras, abría la puerta principal de un tirón y corrí por las oscurecidas calles como si mi vida dependiera de ello. Las lágrimas corrían por mis mejillas y sonidos ahogados salían de mi pecho, el dolor que la muerte de mi madre me ocasionó había revivido, sentía un dolor profundo justo donde se encuentra mi corazón. Es como si hubiera vuelto justo al momento del accidente, otra vez.

Sin parar de llorar corrí sin rumbo, sintiéndome culpable. Había empezado a vivir mi vida otra vez y estaba olvidándola a ella, la estaba dejando atrás.

No podía ser que porque tuviera nuevos amigos o un novio me olvidara de lo que sucedió o de lo que ella me dio en vida, no podía permitir que eso pasara. 

No puedo olvidar. 

No paro de correr hasta que llego a mi casa, todas las luces están apagadas y me las arreglo para entrar sin meter ruido. Las lágrimas siguen cayendo y mis mejillas están empapadas, mis ojos me arden y solo quiero recostarme y dormir. 

Tan pronto como llego a mi pieza, me dejo caer en la cama, tiro el cobertor hasta que estoy oculta bajo él. Llevo mis rodillas al pecho y ruego con todas mis fuerzas para que mi mamá entre por la puerta y me consuele.

Un sollozo se escapa desde el fondo de mi pecho cuando me doy cuenta que eso nunca va a pasar otra vez.

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Corto la llamada otra vez y trato de escuchar lo que el profesor está diciendo. Zayn ha estado llamando constantemente desde el sábado, por lo que he estado pensando seriamente en botar mi teléfono. 

Inspiro dolorosamente e intento con todas mis fuerzas concentrarme en la clase. Son los únicos momentos en lo que no recibo miradas preocupadas. Hallie y Vanessa han estado encima de mí desde que notaron mi humor apagado, así que he tratado en su mayoría de evitarlas. Hasta ahora lo que más me ha resultado ha sido venir a clases y dormir. He ignorado todas las llamadas de Zayn y los mensajes de los chicos, he evitado a Hallie y he hecho caso omiso a las preguntas de Vanessa y de mi abuela.

Cada día he caminado de mi cama a clases y de la universidad a mi cama. Estoy tratando de lidiar con ello, siento que se apacigua un poco cuando me acurruco en mi habitación, pero cada vez que recuerdo el sueño es como si se abriera una herida completamente nueva.

Todos comenzaron a pararse de los asientos, así que agarro mis cosas y los sigo fuera del salón. Camino hacia la parte posterior del edificio y empiezo a caminar hacia mi casa lentamente. Me voy a propósito por calles inusuales, con la intención de evitar a aquellos con quienes no quiero encontrarme.

Mi teléfono comienza a sonar nuevamente, esta vez la llamada es de Vanessa, dejo que suene hasta que ella se aburre de llamarme. Estoy tratando de lidiar con esto yo sola, pero no puedo porque nadie me deja tranquila. Necesito espacio para dilucidar lo que está pasando.

Llego a casa cuando el sol ya casi no se ve, al principio no noto nada, pero a medida que me acerco a la puerta, distingo dos autos estacionados en la calles. Sé perfectamente a quiénes pertenecen y porque están aquí.

Me doy vuelta para irme, pero estoy cansada de caminar, así que en vez de eso rodeo la casa y me meto por la ventana de mi abuela. Ella pasa la mayor parte del tiempo en su cocina, por lo que dudo que me encuentre aquí. Me apoyo en su puerta y escucho las voces que vienen desde la sala.

-No me contesta a mí tampoco, estoy cansada de llamarla.

-Me preocupa, Vane – dice Hallie – No entiendo porque nos está ignorando, ni porque parece deprimida otra vez.