Capitulo 31

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Casey llego molesta y arrojo en el escritorio de Olivia la documentación que se le envio para procesar a Richard Simpson, “de modo que no pueden procesarla por la violación de Madeleine Cruise, y ahora lo estamos procesando por la violación de Rina Beckett”, grito molesta, Elliot le dio una mirada de advertencia, ellos no estaban buscando la forma de procesar a Richard por un caso que simplemente se fue de sus manos, “es una nueva acusación Casey”, dijo él en tono molesto, “tomamos la declaración de Rina Beckett, el modus operandis concuerda, esta vez tenemos evidencia, no es un maldito capricho de nuestra parte”, busco la mirada de Liv y ella asintió.

“lo siento”, dijo Casey, “mi jefe estaba pidiéndome explicaciones y yo no las tenía”, dijo en tono de disculpa, “bueno, pero no tienes por que desquitarte con Olivia, o con cualquiera de nosotros, hicimos nuestro trabajo, ahora tienes que hacer el tuyo”, Elliot volvió a su escritorio y se sentó.

“¿creen que esta vez podamos juzgarlo?”, pregunto Casey mas tranquila, Liv asintió, “esta vez tenemos todo, evidencia física, fotografías, declaración, todo… solo tienes que hacer tu magia”, le dijo seria, a veces las cosas en el trabajo se tornaban distantes, a pesar de que eran amigas.

“Liv”, dijo Casey para poder disculparse, “esta bien, Casey, en realidad no quiero hablar ahora”. Liv estaba cansada, molesta y de mal genio, no era nada contra la ayudante del fiscal, pero tal como ella llego desparramando gritos, ahora Olivia simplemente no quería hablar, evito mirar a Elliot, de seguro el le daría algún tipo de mirada para que hablara con Casey.

“voy a llevar el caso nuevamente a tribunal, de igual forma podemos sumar la violación de Madeleine, no como caso, pero si la podemos llamar como testigo”, era una forma de advertirles que hablaran con Madeleine, si la llamaban a declarar ella no podía negarse, “si quieres que ella testifique, vas a tener que hablar con ella… yo no voy a hacer tu trabajo”, Liv se levanto de su escritorio y salió de la sala, Elliot se quedo en su escritorio mirando a Casey, “ella esta de mal humor”, dijo en tono de broma a Elliot, “ella esta cansada… esta embarazada Casey, se le permite estar de mal humor, no como tu”, él volvió a sus papeles ignorando a Casey, ella no tuvo más remedio que retirarse del precinto, por estos momentos no era bienvenida.

“Liv, creo que te deberías ir a casa a descansar” dijo Elliot al verla bostezar por quinta vez, habían cogido el caso de Rina hace más o menos 24 horas y poco descanso habían tenido, “estoy bien El… solo cansada”, dijo ella tomando una respiración profunda, sabía que le quedaban pocas semanas para mantenerse en el trabajo.

Ella sintió la puerta de la oficina de Cragen, miro la hora, era seguro que la iba a enviar a casa, “Olivia, estas fuera de turno, creo que te he dicho hace una hora que puedes ir a casa, no lo voy a repetir una vez mas”, Cragen no espero respuesta, no espero reacción, se dio la vuelta y se fue a su oficina, a veces le dolía ser tan duro con ella, empujarla a hacer algo que Olivia no quería a veces era contraproducente, hasta que entendía que no era por él, sino que por ella y la pequeña Sophie que necesitaba que mamá descansara, Liv miro a Elliot e inconscientemente puso sus manos en su vientre donde su bebé daba pequeños golpes, “voy a ir a casa, supongo que ya no me quieren aquí”, tanto Fin y Munch le dieron una sonrisa de disculpa, todos ellos estaban velando por nada más que su salud, “si quieres puedo pasar a buscar a Ben, para que descanses un poco”, ella le dio una mirada de pocos amigos, “puedo arreglármelas con mi hijo Elliot, gracias”, las palabras salieron casi entre dientes. Elliot asintió, y retiro tácitamente su oferta de la mesa.

Cragen salió nuevamente a la sala antes de que Olivia saliera, “Elliot, vete a casa también, el caso Beckett esta prácticamente cerrado”, Elliot asintió y tomo sus cosas al igual que Olivia, y salieron juntos, pasaron por la guardería para buscar a Ben, “El… tenemos que ir al supermercado a comprar algunas cosas para Ben”, Elliot llevaba a su hijo en brazos mientras caminaban al estacionamiento, “¿tenemos una lista?”, pregunto, no quería que olvidaran nada que necesitaran, “en realidad si”, saco una hoja de su bolso, ella siempre estaba preparada, necesitaba algunas cosas también para la casa y la cena, se subieron al auto y fueron al supermercado, una hora más tarde estaban de camino a casa.

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora