Badlands [STYDIA]

Roman Holiday.

Do you remember the taste of my lips that night?
I stole a bit of my mother's perfume
Cause I remember when my father put his fist through
The wall that separated the dining room
And I remember the fear in your eyes
The very first time we snuck into the city pool
Late December with my heart in my chest and the clouds of my breath
Didn't know where we were running to
But don't look back

We'll be looking for sunlight
Or the headlights
Till our wide eyes burn blind
We'll be lacing the same shoes
That we've worn through
To the bottom of the line
And we know that we're headstrong
And our heart's gone
And the timing's never right
But for now let's get away
On a Roman holiday

Could you imagine the taste of your lips
If we never tried to kiss on the drive to Queen's
Cause I imagine the weight of your ribs
If you lied between my hips in the backseat
I imagine the tears in your eyes
The very first night I'll sleep without you
And when it happens I'll be miles away
And a few months late
Didn't know where I was running to
But I won't look back

We'll be looking for sunlight
Or the headlights
Till our wide eyes burn blind
We'll be lacing the same shoes
That we've worn through
To the bottom of the line
And we know that we're headstrong
And our heart's gone
And the timing's never right
But for now let's get away
On a Roman holiday

Feet first, don't fall
We'll be running again
Keep close, stand tall

We'll be looking for sunlight
Or the headlights
Till our wide eyes burn blind
We'll be lacing the same shoes
That we've worn through
To the bottom of the line
And we know that we're headstrong
And our heart's gone
And the timing's never right
But for now let's get away
On a Roman holiday
🍝🍕🍷🌞💑

Lydia recordaba aquella noche lluviosa de septiembre, como un dios vino a salvarla del infierno, ese dios era Stiles. Recordaba como esa noche, ambos, desataron los nudos de su silencio y perdieron el control.

Y ahora...ahora todo en su mundo era diferente, estaba enamorada, no enamorada como siempre se creía que estaba con toda esa cantidad de chicos, que no le dejaban ser ella misma, no, estaba realmente enamorada de la piel, los huesos, sonrisa y mirada que pertenecían a Stiles. Y lo mejor es que se querían, y ella era feliz porque nunca antes había conocido a alguien que le pudiera enseñar el verdadero sentido del amor, y él estaba feliz porque amaba a la chica de sus sueños desde siempre.

Lydia pensaba que tendría que haber algo para poder celebrarlo, y fue entonces cuando Lydia pensó en unas vacaciones a Roma.

[...]

Ella dejaba que el tono de sus suaves labios brillasen mientras se preguntaba si Stiles aun podía recordar el sabor de sus labios de esa noche, aquella de septiembre tan mágica. Sus manos jugaron a ser ladronas, su cuello quedó impregnado con algo de perfume de su madre, le encantaba ese olor solamente porque él también lo adoraba, le había dicho aquella vez que probó su piel por segunda vez que "lo dulce le quedaba genial", quizás no tendría nada que ver con el olor de aquel bote pero no le importaba, porque ese día debía de estar perfecta para él.

Mientras caminaba sonriente por las aceras de numerosas calles, recordó aquella primera vez que se escabulleron de una fiesta con piscina de los estudiantes de su instituto, o como cuando pasaron la noche entre carreteras con las ventanillas bajadas, disfrutando del verdadero sabor de la felicidad y libertad.

Y continuaba caminando, paso por paso, pisando el cemento frío del pavimento, dirigiéndose hacia su castillo, a por su rey. Adorando aquel final de diciembre, con el corazón en su pecho y las nubes de su aliento.

Cogió su mano en cuanto le tuvo delante y corrieron contra la brisa del invierno, felices y enamorados.

- ¿Dónde vamos?- preguntaba él disfrutando del sonido de su pequeña, esa risa que había cautivado su corazón desde hace meses.

- No lo sé, pero no mires atrás...

Y continuaron corriendo...buscando la luz del sol en un alegre diciembre.

Sus cuerpos cansados de la carrera descansaban felices en un banco de cualquier lugar, reían y charlaban como siempre lo habían hecho, robándose besos y regalando pequeñas caricias.

Tumbada en el verde césped sobre la pierna de su chico mirando al cielo, mientras él acariciaba y peinaba su larga melena del color de un amanecer, ese naranja se había convertido en su color favorito.

- ¿Stiles?

- ¿Si, pequeña?

- Algún día quiero que atemos los mismo zapatos que hemos usado, compartir muchas más cosas. Ya sé que somos impetuosos y siempre hacemos lo que nos da la gana, y que el tiempo está malo, pero... ¿podemos conformarnos con unas vacaciones en Roma?

Una sonrisa salió disparada del rostro de Stiles, sabía más que nadie que su chica quería salir del país, seguir disfrutando de su juventud, aunque no tenía tan claro que él estaba en sus planes. Sabía más que nadie lo que adoraba aquella ciudad...pero no sabía que él estaba en sus sueños.

[...]

Él pensó...¿recordaría el sabor de sus labios si nunca hubiesen tratado de besarse en el camino a Queen's? ¿qué hubiera pasado si ese mismo fin de semana de septiembre, en el que las gotas caían con menos intensidad, no se hubiera puesto enfermo de gripe, de haber estado buscando a aquella muchacha por todo el instituto? ¿Nunca hubiesen existido aquellas visitas por parte de ella a pasar la tarde entre besos sin importarle una mierda si se pudiera contagiar? ¿Nunca descansaría entre sus costillas en el asiento trasero de ese coche con el que todas las semanas recorren cada rincón de la ciudad? No se podría imaginar esas lagrimas en aquellos ojos verdes las noches en que no dormían junto a ella.

Fue entonces cuando decidió acompañarla a una aventura más. Fue entonces cuando le dijo sí a unas vacaciones en Roma.