Escape a otra rutina.

552 8 8
  • Dedicado a @yourfirew0rk
                                    

Jason:

Sé que Amanda trama algo y ese algo se encuentra en sótano. Lo más desquiciado de esto es que ella nunca en la vida única vida que he tenido me ha ocultado algo, siempre fuimos primos inseparables, me pregunto ¿Qué pasó? Sé que esto debió pasar desde que me tuve que ir a Europa, pero esto se pasó de la raya. Se convirtió en lo contrario de lo que era antes, debería saber que trama y ayudarla en deshacerse de todo eso.

Me alejé unos minutos de allí para ubicarme en un lugar esencial para enterarme de cuando saliera de allí, en pocas palabras: espiaba. Fui a coger alguna que otra bebida y devolverle algunas sonrisas a chicas que me observaban, regresé de nuevo a mi lugar y sin más razón la encontré; la encontré ya saliendo de su lugar tan “misterioso”, salió con una bolsa de picadas. Esto ya se pasó, iré allá, me acabó de mentir; me había dicho hace unos minutos que las picadas no estaban allá.

Me dirigí rápidamente por el pasillo, intentando que ninguno de los invitados sospechara algo extraño en la casa. Eché un suspiro antes de abrir la manija de la puerta.

-¡Mierda! – exalté en un murmullo.

La puta puerta se encontraba cerrada. Caminé en círculos pensando en cómo podría abrir esa puerta ¿con una patada? No, no creo, se escuchará demasiado la puerta caer por las escaleras que siguen. Paré de caminar y una gran idea pero algo patética vino a mí: Cómo en las fabulosas paro decepcionantes películas de ficción que me veo cuando estoy aburriendo, intentaré abrir la puerta con una tarjeta de crédito, zafando el agarre del cierre con el marco pero como lamentablemente no dispongo de una tarjeta de crédito, lo tendré que hacer con una tarjeta de ciudadanía. Serviría y al menos se puede utilizar para algo más útil y necesario.

Saqué la tarjeta de mi billetera y la ubiqué en la hendidura de la puerta, la bajé despacio hasta llegar el lugar apropiado y jalarla con fuerza hacia abajo.

La puerta se abrió automáticamente ante la forzada que le hice. Para algo sirvió esa tarjeta.

Todo se encontraba oscuro, bajé lentamente las escaleras. El ambiente del sótano era algo frío y húmedo a la vez. Cada pisada que daba en los escalones, provocaba un chillido grave y molestoso para mis oídos así que comencé a bajar rápido para que el sonido llegue a pasada. Me acerqué a un interruptor de luz y encendí la luz para ver con claridad lo que podría haber aquí.

Sorprendido a lo que vi, me acerqué rápidamente. Esto no puede pasar e-era u-una ¿chica? ¿Qué hace una chica en el sótano de mi prima?

¿Estará bien? La veo algo decaída o muerta…

Me incliné hacia ella para observar detalladamente su rostro. Era una chica muy joven, naturalmente me lleva unos 4 o 3 años pero lo que sé es que es muy simpática. Mi dedo índice y acompañado con el corazón se dirigieron sin pensar a su cuello para revisar su arteria mayos., es obvio que cuando se sienta algo es porque está viva. Sentí varios pero lejanos de uno de los otros pálpitos. Está demasiado débil pero aún sigue viva, ¿Qué le habrá dado mi prima? Volteé hacia una mesa que se encontraba cerca del lugar y en ella estaba presente una botella de vidrio con un pegante que delataba rápidamente su nombre “flunitracepam, droga para dormir” Al lado de ella había un pañuelo y también un vaso con agua, me acerqué a cogerlo.

Le acerqué poco a poco en vaso con agua hacia sus labios, ella fue despertando de su sueño mortal. Se le veía cansada, agotada, gracias por el efecto de la droga que le impusieron en su sistema respiratorio.

-Toma. – Bridé con tranquilidad mientras le inclinaba  el vaso de agua.

Luego de tomar a sorbo, ya cuando el vaso tenía su contenido por la mitad, pudo coger el vaso sola y terminarse el agua que había. Dejó el vaso decaídamente al lado de su costado, el vaso con suerte pudo ponerse de pie.

Amar hasta morir -Harry Styles. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora