Hasta Que La Muerte Nos Separe [PAUSADA]

Capitulo 8

Regresé a mi casa luego del agotador trabajo. Mi madre me había avisado que saldría a cenar con algunas compañeras de trabajo y que regresaría el miércoles, ya que mañana tendría doble turno. Y pensarán que sabiendo eso tal vez debería descansar para prepararse para la larga jornada, pero no, mi madre no era así. Tampoco estaba mi hermano, él se quedaría en la universidad toda la semana; así que tuve que volver caminando, enfrentando cualquier tipo de miedo.

Hoy no tenía hambre por lo que no cené, solo quería irme a dormir. Pero no, el mundo me odia, porque no pudo ser así de simple.
Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo.

Lo desbolquié y observé la pantalla unos segundos. Tenia 5 mensajes, el primero era de mi madre quien me deseaba buenas noches y me recordaba de cerrar toda la casa antes de acostarme, el segundo era de mi hermano Jason, al final se quedaría dos semanas, el siguiente era un mensaje de Harry preguntándome por qué no había asistido al instituto; y los últimos dos eran de un "número desconocido" pero no tanto desde hace poco.
Dudé en leerlo, pero al final abrí el mensaje.

De: Número Desconocido:

Parece que realmente te asusté. Por eso no fuiste hoy?
Ya no seas tan marica y enfréntalo.

Con los ojos abiertos de miedo comencé a leer el otro mensaje.

De: Número desconocido

Pd: No dejes de cuidar tu espalda, marica. ;)

Todos mis músculos se tensaron. El vaso que tenía en mis manos cayó al suelo, destrozándose en miles pedazos.

Sea quien fuera, por qué me hablaba de esa forma y, sobre todo, qué rayos quería?! Nunca me había metido con nadie, por qué lo hacen conmigo!

Dejé el celular sobre la mesa y empecé a juntar todos los vidrios rotos. Desafortunadamente uno de ellos cayó de nuevo desde mi mano, y al deslizarce cortó mi palma. Grité de dolor y dejé todo lo que había juntado otra vez en el piso. Fuí al lavabo y mojé mi mano, este contacto hizo que me ardiera y volví a gritar mientras maldecía. Sí que había sido profunda la herida. Me envolví la mano con una tela, por fín había parado de sangrar.

Volví para juntar todo, esta vez con más cuidado que la anterior. Cuando por fín terminé encendí la televisión para tratar de despejarme de todos esos feos pensamientos.

Esos mensajes me aterraban cada vez más, y el hecho se estar sola en la casa empeoraba las cosas. Tampoco quería irme a mi cuarto, temía que alguien pudiera entrar o algo, así que me quedé en el sillón de la sala.

(...)

Comencé a correr por la calle. Si no me apresuraba no me dejarían entrar al instituto y eso me traería muchos problemas.
No había podido dormir casi nada, la herida de anoche aún me dolía y además había manchado mi ropa con sangre, y para colmo me había retrasado.

Entré y segundos después cerraron las puertas, de verdad que eran estrictos.
Corrí a la clase de arte, donde el profesor estaba por empezar. Éste me miro con desaprobación pero no dijo nada.

Me senté en uno de los bancos de atrás y por fín pude descansar unos segundos. Sentí la mirada de muchos de mis compañeros en mi, algunos de ellos murmuraban cosas. Y cómo no? Además de que me odiaban, hoy estaba que parecía un zombie, y esto les daba más motivos para burlas.

Tampoco sabía cómo iba a poder escribir teniendo la mano en este estado. Decidí no copiar nada, luego vería qué hacer. Aunque tuve que simular que sí lo hacía o si no me mandarían a detención, y es era lo que menos quería.

Las siguientes dos clases pasaron muy lentas y aburridas. Había visto a Harry tratar de acercarse a mi pero lo evité todo el tiempo. Eso había sido lo primero que me había dicho la persona desconocida de los mensajes, y sinceramente, me asustaba enfrentarlo, así que no lo haría.

La campana del segundo receso sonó. Salí para ir al sanitario y revisar las vendas. Cuando me aseguré que todo estuviera bien, fuí hacia los casilleros para guardar los libros. Éste era de esos momentos en el que el silencio reinaba allí. Todos los alumnos estaban en la cafetería o afuera. Pero esto no duró mucho. A lo lejos vi a alguien caminar hacia mi, pero cuando estuvo más cerca noté quién era. Cerré mi casillero casi en pánico y empecé a alejarme. Iba a paso seguro pero me apresuré cuando escuché sus pasos cada vez más cerca. Con la cabeza hacia abajo me apuraba, pero no funcionó.

Una mano tomó la mía bruscamente, justo donde tenía la herida, grité de dolor una vez más. Algunas lágrimas rodaron por mi mejilla sin poder contenerlas. Traté de zafarme pero él apretó aún más su agarre provocando que más lagrimas cayeran.

-¿Qué te sucede?- me preguntó tratando de mirarme.

-Suéltame!- le grité intentando alejarme.

-Si no me dices no.-

-Te dije que me sueltes! Acaso no entiendes?!- volví a gritarle, esta vez mirandolo a la cara. El rostro de Harry se tornó preocupado, al parecer había notado que estaba llorando. Logré que me suelte y comencé a correr fuera de este lugar.

Ya no me interezaba seguir aquí. Me iría a mi casa y no volvería hasta que yo quisiera, de todas formas estaba sola y nadie podía controlarme.

Abrí la puerta y la cerré de un portazo. Arrojé la mochila a un lado y me senté en el suelo contra la pared. Empecé a llorar mientras abrazaba mis piernas y escondía mi cabeza entre éstas.

No podía soportar más el hecho de que todo siempre me salía mal, cada cosa que hacía, siempre la arruinaba. No le caia bien a nadie y como si fuera poco me lo hacían saber. Tenía una persona desconocida amenazándome y no podía decírselo a nadie.

Si mi Padre estaría con nosotros me ayudaría, él siempre sabía qué hacer. Pero el maldito destino se lo tuvo que llevar.
Tal vez si yo no estaría le ahorraría un problema al mundo entero.

~~~~~~~~~~~~~X~~~~~~~~~~~~~~
HOOOOLAAA Regresé con un nuevo capítulo.

Perdón por la tardanza, solo que no encontraba nada de inspiración. :(
Pero ahora volví con muuchas ideas :D

Mini-spam: una de mis amigas comenzó un canal de Youtube y estaríamos muy agradecidas si pudieran pasarse por el y ver que honda, se llama: Lucii Merele
Búsquenloo :D

También voten si es que les gustó el cap. :)