Por fin las clases habían terminado. Salí del salón para ir a dejar algunos libros en mi casillero y así poder irme. Acomodé mis cosas y decidí ir al sanitario antes de salir, ya que debía cambiarme mi ropa por la de mi empleo y no podía perder tiempo o llegaría tarde.
Entré al baño y comencé a cambiarme. Mientras lo hacía oí pasos y luego el sonido de algo apoyarse sobre la puerta. Supuse que tal vez alguien la habría golpeado sin querer. Terminé y traté de salir pero no pude, empujaba la puerta pero esta no se abría. Algo andaba mal.
-Diviértete ahí dentro- escuché que alguien me dijo desde el otro lado, y seguido a esto risas. Supe que se trataba de Ámber y su grupo.
Suspiré frustrada. No podían elegir otro día para hacerme esto? Si no me apresuraba me darían más horas de trabajo.
Apenas noté que ya no había nadie más que yo comencé a tratar de abrir la puerta de cualquier forma. Seguí empujándola, la patee, nada funcionaba. Por suerte tenia mi mochila conmigo. Bajé la tapa del retrete y la coloqué encima, me subí sobre esta y logré pasar sobre la puerta. Ya del otro lado, quité lo que obstruía el paso, tomé mi bolso y salí corriendo. Tenía diez minutos menos.Comencé a caminar hacia el restaurante donde trabajaba. Quedaba un poco lejos pero no podía perder más tiempo esperando el bus. Llevaba apenas dos calles cuando las gotas comenzaron a caer, poco después parecía que diluviaba. Todo el cielo se había puesto de un color gris oscuro. Miré hacia todos lados buscando algún lugar para cubrirme hasta que parara. Me detuve bajo un pequeño techo que sobresalía de una casa. Ya estaba totalmente mojada y el frío no tardó en hacerse presente. Definitivamente hoy no llegaría a trabajar. Suspiré frustrada.
De pronto un coche aparcó cerca de donde estaba. Asumí que sería el dueño de la casa, aunque esa suposición no duró mucho. Cuando la puerta del conductor se abrió me sorprendí y noté que me había equivocado. El chico corrió hacia mi para evitar mojarse demasiado, hasta quedar enfrente mio.-¿Vives aquí?- pregunté confundida. Él rió y negó con la cabeza.- ¿Entonces?-
-Pasaba por aquí y te vi- dijo Harry sonriendo. ¿Nunca paraba de sonreír?
-Sigo sin entender-
-Bueno... te estabas mojando y pensé que podría llevarte-
-Oh no hace falta, de todos modos ya es tarde-
-¿A dónde te diriges?-
-Tenía que ir a trabajar- dije desganada.
-Pues di que te retrasaste por la lluvia, es lo que sucedió, tienen que creerte- dijo alzando los hombros.
-No lo sé...-
-Vamos, déjame llevarte. ¿O piensas quedarte aquí todo el día?-
-Bueno, no.- sonrió satisfecho.
-Ven- me tomó suavemente del brazo y me llevo hasta su *debo decirlo* gran auto. Me abrió la puerta del acompañante para que subiera y luego rodeó el carro para subirse en él. Al principio me quedé un poco sorprendida por el gesto, era raro encontrarse a gente con ese nivel de caballerosidad. Una vez ambos dentro le dije la dirección y emprendimos viaje. El ambiente se estaba volviendo un poco incómodo, hasta que él habló.
-Estás temblando, tienes frío?- preguntó mirándome, tal vez con un poco de preocupación en sus ojos.
Me miré a mi misma y tenía razón. Inconscientemente estaba tiritando en el lugar. Notó mi expresión y comenzó a quitarse su chaqueta de cuero con cuidado, sin quitar los ojos del camino. -Póntela- dijo mientras me la tendía.-No, yo... Estoy bien, no tienes que...-
-Insisto- dijo interrumpiéndome mientras encendía la calefacción. Me la coloqué con sumo cuidado y el silencio volvió a hacerse presente. Desvié mi vista hacia él. Tenía ambas manos en el volante y se veía tan concentrado que hasta provocaba admiración. Sus rizos estaban perfectamente desordenados y sus ojos esmeraldas tenían un brillo único. De repente noté que me vio de reojo y volví mi vista avergonzada. Él comenzó a reír mientras yo sentía mis mejillas teñirse de rojo.
-¿Puedo hacerte una pregunta?- habló rompiendo el silencio, mientras se volteaba a mirarme.
-Ya hiciste una- dije sonriendo. Harry soltó una carcajada. Su risa era casi celestial.- Pero si, adelante-
-¿Por qué trabajas, es decir, no crees que es muy apresurado?- dijo ya más serio.
-Tal vez. Pero es algo que tengo que hacer-
-¿Por qué?-
-Solo... olvídalo- dije mirando por la ventanilla. Gotas de lluvia se esparcían por ésta. Sentí su mirada en mí pero no lo miré. Silencio otra vez.
-¿Me dejarás hacer el proyecto?- preguntó cambiando de tema. Me alegró que me haya comprendido, pocas personas solían hacerlo, específicamente dos, mi madre y mi hermano.
-¿Por qué sigues insistiendo?- lo miré
-No pienso dejarte todo el trabajo a ti. Además soy tu pareja- me quede quieta en mi lugar. Escuché lo que creo que escuché? Es decir, sé que se refiere a que debemos hacerlo juntos porque la profesora lo ha dicho pero le encontré un doble sentido. Aunque sé que eso nunca sucedería. Noté que me miró de reojo sonriendo, como disfrutando de mi reacción. ¿Lo había hecho a propósito?
-De verdad no tienes que hacerlo-
-Bueno puedes seguir negándomelo pero no tienes opción, voy a ayudarte de todas formas-
-Aquí es- dije señalando el restaurante. Aparcó enfrente de este y me bajé rápidamente del auto. No quería seguir más tiempo allí dentro, se estaba volviendo bastante incómodo. Me dirigí a la puerta y para mi mala suerte mi jefe justo salía.
-Llegaste tarde, si piensas que te dejaré entrar estás equivocada-
-Oh, por favor! No quise retrasarme- dije casi rogándole.
-Claro que no. Por qué mejor no vuelves a tu casa a holgazanear, se nota que es lo que haces mejor- definitivamente este hombre no tenía idea de cómo era mi vida.
-Esa no es forma de hablarle a nadie- oí decir a Harry y me di cuenta que estaba parado detrás mío.- le aconsejo que se disculpe- me di vuelta bruscamente con los ojos abiertos a más no poder. No porque no quisiera que me defendiera, de hecho me agradaba, pero si esto seguía podrían despedirme.
-¿Y tú quién eres?- respondió mi jefe molesto.
-Eso no importa. Ahora déjeme decirle que Sam no ha llegado tarde por quedarse en su casa holgazaneando como cree usted, si no que se retrasó por la tormenta. Y realmente se preocupa por su empleo, así que si va a tratarla así por algo al menos asegúrese de saber cómo son las cosas- lo miré sorprendida.
-Está bien- suspiró enfadado y un poco titubeante- Pero si se vuelve a repetir quedarás fuera- dijo señalándome la salida. Yo asentí nerviosa. Nos miró una ultima vez y se largó. Harry sonrió con suficiencia.
-Gracias... Por todo- lo miré agradecida.
-No fue nada- ambos sonreímos y comencé a caminar hacia la cocina, pero me detuvo- ¿Vienes mañana a mi casa luego del instituto para hacer el proyecto?-
-Si... Claro- dije dudando un poco. Eso no estaba en mis planes pero después de todo lo que había hecho por mi no podía decirle que no. Me dio un beso en la mejilla y salió por la puerta sonriente.
Aún así no creía que haya sido muy buena idea aceptar, y comenzaba a arrepentirme.
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Hasta Que La Muerte Nos Separe [PAUSADA]
Dla nastolatków¿Has pensado alguna vez en el verdadero amor? No me refiero a ese chico/a lindo/a del instituto, ni tampoco a ese ídolo/a que ni siquiera sabe que existes, aunque claro, no piensas eso porque sabes que te duele. ¿Crees en ese "verdadero amor"? Tal v...