18. Lion

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Luego de unos segundos mis labios se separaron de los de ella y me quedé mirándola, sólo mirándola, observando cada parte de su rostro, era hermosa.

Ella se movió pero no despertó, cada segundo que pasaba tenía más ansias de que sus ojos celestes se abrieran.

Los minutos se convirtieron en horas de espera pero ella no despertó.

Casi dando las siete de la tarde Paul regresó, traía un café en su mano

-Sabía que no te moverías de aquí, así que te traje esto -sonrió y dejó el café en una pequeña mesita que se encontraba a mi lado.

-Gracias -hice una mueca intentando sonreír y tomé el café.

Por un mínimo instante se me cruzó por la cabeza preguntarle sobre la enfermedad de Colin, pero algo me dijo que a ella no le agradaría que yo me enterara de eso por alguien más que no sea ella.

-Paul debo irme -dije dando el último sorbo al café- estará bien -sonreí mirando a Colin.

Él no contestó, solo hizo una mueca de aprobación y se sentó en la silla en la que yo me encontraba anteriormente.

Mientras me encontraba conduciendo a mi departamento, todas las escenas volvieron a pasar por mi mente, todo estaba tan bien hasta que...

-¿Qué fue lo que pasó? -me pregunté mientras estacionaba el auto como si alguien pudiera contestarme.

Me adentre a mi departamento, dejando las llaves sobre la mesa y yendo directo a la cama, no deseaba comer y aunque debía, tampoco quería dormir, solo quería que ella despertara.

Esa misma noche antes de obligarme a mi mismo a meterme en la cama para intentar dormir un poco llame a mi padre para informarle que al día siguiente llegaría tarde a la empresa, no puse excusas, simplemente le dije que vería a Colin antes de trabajar. Sabiendo que no tenía opción él aceptó.

...

Me desperté diez minutos antes de que mi despertador sonara, no había dormido muy bien en toda la noche, despertaba aproximadamente cada dos horas, como si eso sirviera de algo. Luego de vestirme me senté al borde de la cama mirando fijamente una de mis zapatillas como si ésta fuera a ponerse sola en mi pie.

Ya me encontraba en el hospital, estacioné el auto y caminé por el inmenso y gris edificio.

-Que deprimente -dije mirando hacía arriba y observando la cantidad de pisos que tenía aquel lugar.

Caminé por los interminables pasillos hasta que di a la puerta de la habitación de Colin, sabía que no habría nadie ya que Paul debía estar en la empresa, aunque no quisiera. La abrí con cuidado e inmediatamente se escapó de mi una enorme sonrisa al verla a ella despierta.

...

Habían pasado dos semanas desde que a Colin le habían dado el alta y desde ese preciso día yo solo la había visto dos veces. Cada vez que iba a la casa ponía excusas para que yo tuviera que irme. No insistí mucho ya que no quería molestarla mientras se recuperaba.

Como todos los días yo me encontraba en la empresa, con mi escritorio lleno de papeles e intentado terminar todo el trabajo lo antes posible.

-¿Para qué existen las computadoras si uno debe lidiar con todo esto? -dije mirando la cantidad de papeles sobre mi escritorio.

-Si no te quejaras terminarías todo más rápido

-¿Qué estas haciendo aquí? -reí

-Nada solo quería saber como está este completo extraño que se hace llamar mi mejor amigo y no da señales de vida durante semanas -Jake cerró la puerta detrás de él y se sentó en el escritorio frente a mi.

Dark Side |Riker Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora