19. Graffitis

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-Narra Riker-

Me costó varios segundos asimilar lo que estaba pasando, nuestros labios se separaron y ambos sonreímos.

-¿No piensas decir nada? -dijo Colin mientras levantaba a Lion en sus brazos.

-¿Qué se supone que debo decir? -sonreí levantando los hombros- ¿Tú no tienes nada que decir?

-No sé que debes decir, tu dime. Y ¿Yo? Claro que no. -contestó fingiendo seriedad mientras se le escapaba una leve sonrisa.

-¡Ya basta! -dije notando que era todo una broma.

-Soy buena actriz lo sabía

-Si fueras buena actriz no te hubiese descubierto -reí

-Ya callate quieres -me empujo.

-No no quiero -contesté

-Parece que tienes 5 años -se burló acercando su rostro al mío.

-Es la idea -me acerqué aún más.

-¿Ah si? ¿Y por qué? -la distancia volvió a disminuir y ya nuestros ojos pasaron de estar fijos mirando los ojos del otro a mirar nuestros labios.

-Porque sé que te hago reír y me encanta.

Volví a besarla

-Puede que tengas razón -dijo al instante que nos separamos haciendo una cara pensativa para despues sonreír.

-¿Qué te parece si vamos a comprar algúnas cosas para este pequeño gatito -tomé a Lion de los brazos de Colin y lo sostuve-¿Y después vamos a caminar un poco?

-Puedo aceptar ir de compras para Lion, pero en el auto y luego volver aquí.

-Pero tienes que salir un poco, tomar aire fresco ¿hace cuánto tiempo estás encerrada?

-Eso no importa, volvemos aquí y comemos mmmm....¿pizza?- la miré resignado - Sabía que aceptarías -dijo levantándose del sillón- ¿Puedes cuidar a Lion por unos minutos? -preguntó mientras lo tomaba en sus brazos y se lo acercaba a Josefina.

-Claro que si Colin -contestó ella tomando con cuidado al gatito.

Luego de luchar para que ella entendiera que yo debía manejar, subimos a mi auto y nos dirigimos a el centro.

Entramos en una de las primeras tiendas para mascotas que vimos, Colin compró una pequeña camita y el alimento adecuado para Lion.

Ella salió del local y sin que lo notara yo me quedé y tomé un pequeño juguete que había en el mostrador, era como un obillo de lana pero mágicamente este no se desarmaba. Pagué y salí del lugar.

Subí al auto y Colin ya se encontraba ahí.

-Toma -le entregue el pequeño juguete- es un regalo.

-¿Otro regalo? -rió mirando el pequeño obillo.

-Éste es un regalo para él, y Lion fue un regalo para ti.

Encendí el auto y antes de tomar el camino a casa traté de convencer a Colin para ir a un parque y que estuviera un poco al aire libre, pero fue en vano porque como siempre ella ganaba.

Llegamos a su casa y Josefina se encontraba haciendo su labor en la casa con el gatito subido a su hombro. Con una mano limpiaba y con la otra lo sostenía. Ambos reímos al ver la situación.

Estuvimos un buen rato mirando a Lion jugar con el pequeño juguete hasta que el sueño se apoderó de él y se durmió en mis piernas

-Creo que alguien había dicho que comeríamos pizza -dije levantando una ceja mientras colocaba mi codo en el respaldo del sillón.

Dark Side |Riker Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora