Capitulo 5

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El timbre de la puerta sonó solo una hora después de que termine la llamada con Cam. Me había invitado a un tour por el castillo real, el llevaría a un amigo y yo a mi hermana, como en una cita doble. Mi hermana no había salido con un chico en una cita nunca, y era la oportunidad perfecta para hacerla salir de casa.

Tome a Violet por el brazo para hacerla venir conmigo. Ella se resistió al príncipio, pero dejo de retorcerse cuando abrí la puerta.

- Hola Cam. - Dije para callar los quejidos murmurando de Violet.
- Hola, - me miró con una media sonrisa en los labios que encantaría a cualquiera. - ¿nos vamos?

Jale a Violet a fuera y seguimos a Cam hasta su auto. Nos abrieron la puerta del lado del copiloto, Violet subió atrás junto con Jackson, el mejor amigo de Cam, y yo en frente, junto con Cam.

Ellos subieron al auto del lado del conductor y al instante encendieron el auto. Condujeron en silencio buena parte del camino hasta que comencé a incomodarme.

- Primero lo primero, -Comenzó Cam. - Las llevaremos a comer.

Estuve apunto de preguntar el lugar, pero Cam sonrío de nuevo sin quitar la vista del camino mientras respondía la pregunta que se me quedó en la lengua.

- Es una sorpresa...
- No me gustan las sorpresas. - Dijo Violet secamente.
- Créeme... - Le hablo Jackson orgulloso. - esta te gustará.

Violet se cruzó de brazos. Y Cam me miró de reojo.

- Escuchen chicas. - Dijo de repente Cam deteniéndose en frente de un restaurante. - Las dos son hermosas, y quiero conocerlas sin ver todo el tiempo sus rostros angelicales.
- Solo los rostros. - Dijo Violet leyendo mis pensamientos.

Bajamos del auto y un hombre de uniforme subió en él y se alejó por el camino empedrado.

Entramos en un restaurante y Cam se acercó al mostrador, comenzó a hablar con un hombre en uniforme y luego de un momento se acercó de nuevo a nosotros.

- Entraremos en un minuto. - Nos dijo mientras pasaba su brazo por mi cintura.
- Leí un letrero afuera. - Me dijo Violet al oído. - Es el Dans La Noir.

La mire un momento en silencio con la boca entreabierta. Ella al entender mi silencio continuó hablando.

- Es un restaurante totalmente...
- Ya vamos. - La interrumpió Cam. - Él nos llevará hasta nuestra mesa.

Un hombre con lentes oscuros llegó hasta nosotros y nos saludo alegremente.

- Tómense de la mano y sigan-me. - nos dijo al darse la vuelta tomando mi muñeca.

Nos dio instrucciones y entramos en una puerta sujetos de la mano. En cuanto cruzamos el umbral con cortina negra en vez de puerta, nos sumergimos en la oscuridad total, por más que tratará enfocar no lograba ver nada.

- ¿Acaso planean matarnos aquí dentro? - preguntó Violet, molesta.

Voces casi en susurros daban al ambiente un toque terrorífico mientras avanzábamos por la oscuridad, solo hasta que me di cuenta de que las voces venían en conversaciones entre las personas de la penumbra. Los cubiertos resonaban cuando chocaban con los platos.

- Aquí es su mesa.

Nos sentó a cada uno de nosotros al rededor de la mesa y pude sentir a alguien sentarse al lado de mi. Escuche a los otros sentarse en frente, estábamos en gabinetes, separados por una mesa sin absolutamente nada en ella. Hablamos durante horas, incluso lograron hacer que Violet se alegrara por fin, ella fue la más divertida que Jackson alguna vez conocería, comencé a preguntarme si ella sería así el resto de la noche solamente mientras estuviéramos separados por la cortina de la oscuridad.

Sentí la mano de alguien en mi pierna y entonces una voz me hablo al oído.

- ¿Quien es?
- Yo. - Susurré reprimiendo las ganas de reír.

Al otro lado las voces y risas de Violet y Jackson tapaban cualquier sonido que nosotros pudiéramos emitir. Unos labios buscaron los míos empezando por la mejilla, yo solté una risita nerviosa y el río con la cara pegada a la mía, recorrió mi cara con su boca hasta encontrar la mía.

~

Recorrimos los pasillos del Castillo junto con un grupo de chicas de voces agudas que reían y gritaban con forme hacíamos paradas. Violet parecía ya conocer todo lo que el guía decía, como si hubiera hecho el mismo recorrido miles de veces, e incluso extendía las explicaciones, era su sueño la vida de la realeza, después de todo.

Comencé a odiar de los chillidos agudos y empecé a dejar que el grupo se adelantará hasta que ya había avanzado lo suficiente como para no escuchar los chillidos tan penetrantes.

El grupo ya había avanzado mucho cuando me di cuenta de que un pasillo estaba a lado mío y no dude en entrar. Pase por el pasillo viendo las pinturas y esculturas que se exhibían sobre mesas o dentro de Marcos finos y dorados. Un arco en la pared dejaba el sitio perfecto para poder sentarme ahí y dejar mis pies colgar un rato, detrás de mí se exhibía una pintura de la familia real.

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2017 ⏰

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