Samantha Sullivan y el secreto detrás de las rosas amarillas

Señorita Richardson

Un nuevo día de llego después de un espléndido domingo en compañía de su padre y su sexy novio. 

Se dio una corta ducha y vistió la ropa de costumbre. Abandonó su departamento y salió rumbo al trabajo, en el trayecto se detuvo en su cafetería favorita, y se compro su café, un sándwich y dos brownie para el almuerzo.

Al llegar a Richardson Financial estaciono el auto donde acostumbraba. Entró al edificio y saludo como siempre, la única diferencia es que ahora la llamaban Señorita Richardson y veía esa sonrisa falsa a la que estaba acostumbrada cuando niña.

Al llegar a su piso, comenzó con los pendientes y preparar la agenda; estaba por terminar cuando sonó el teléfono -Vicepresidencia Richardson Financial... Buen día, entiendo. Gracias por avisarme... Adiós.

Al levantar la mirada lo vio. Un pálido y ojeroso Edward Morphy hizo acta de presencia -Bien día, Señor Morphy. Tiene una reunión con ventas a las 9, y a las 10 con el presidente.

Edward observó a su pesadilla. La persona que hundió sus planes, y a la cual atribuía lo pasado en la fiesta de aniversario -Mi café bien cargado.

-En seguida - miró a Samantha marcharse rumbo a la cafetería, y él se dirigió a su escritorio.

Todo fue un caos. Intento disculparse con Tyffani pero ni le dejaron entrar a la propiedad Murray, tuvo que salir despavorido antes de que la policía lo atrapará. El domingo no pudo salir del departamento en que vivía pues era asediado por la prensa. Lo peor, fue levantarse el domingo y ver en la televisión cómo anunciaban que Luke Kramer pasó la noche con la sensual Samantha. Aquello fue un gancho al hígado.

No entendía que le pasaba. Desde que conoció a Samantha Sullivan no se la había podido quitar de la mente. Coqueteaba descaradamente con ella y no cedía. Intento ponerla celosa usando a la imbécil de Tyffani y tampoco funcionó, lo ignoraba. Ahora resultaba que era novia de la pasión hecha hombre, del semental, del niño rico, del bombón andante (palabras de Tyffani), Luke Kramer.

-Adelante- la puerta se abrió y mostró a una Samantha sonriendo.

-Aquí está el café. Lo preparé bien cargado- colocó la taza en el escritorio.

Miró fijamente a Samantha -Tú lo hiciste.

-¿Disculpe?¿Hacer que cosa?

-Lo de la fiesta y como es eso de que es hija de George.

-Bueno, eso ya lo ha dejado claro mi padre. Soy producto de su primer matrimonio. Y lo de la fiesta, también me sorprendió, nunca pensé que me traicionaría de esa manera y me dejará expuesta frente a los invitados.

-No me refiero a eso. Me aseguró que se vengaría de mi. Fuiste tú quien me hecho a la prensa - explotó furioso.

Sonrió y se cruzó de brazos -Es cierto. Me dije que me vengaría de usted Señor Morphy, lamentablemente alguien me gano. Nunca se me hubiese ocurrido semejante espectáculo- y era verdad, Wilson fue quien tuvo  la idea.

-¿Y quieres que crea? ¡Se que fuiste tú!- apretó sus puños.

-No. De hecho tenía planeado provocarlo para que me golpeará, así saldría corriendo a los brazos de mi papá y hacer que lo despidiera por acoso sexual- de hecho ese era su plan original - Además, apuesto que no soy la única con la que sea acostado ¿No ha pensado que una de ellas se tomó la revancha? O algún interesado en la señorita Murray.

-...- la rubia parecía que decía la verdad y podía tener razón.

-A demás, lo que pase con usted y la señorita Murray no es de mi incumbencia. Usted es mi jefe y fuera de la oficina no me interesa su vida personal. Ahora si ... Disculpe- su celular comenzó a sonar, lo respondió mientras se alejaba de su jefe -Buen día amor... en el trabajo... Bien y tú?... También quiero que se repita este fin de semana, fue muy placentero... Entiendo, aquí te espero Luke... Te amo- sonrió. Amaba escuchar la sensual voz de su novio.

Apretó los puños y recordó algo, aquello acabaría esa relación -Te acostaste conmigo estando con él.

-Error. Me acosté con usted por qué no tenia novio y estaba libre de compromiso. Luke fue mi primer amor, terminamos porque nos veíamos  mejor cómo amigos...  y ahora que regresó de París, volvimos. Han sido los mejores días de mi vida, y no crea en decirle lo que pasó entre nosotros Luke ya lo sabe. Ambos tuvimos aventuras,  después de todo no éramos novios hasta hace unos día. Si me disculpa tengo trabajo que hacer- salió de la oficina.