Trato hecho

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Iba ya camino a la universidad cuando veo un fugaz destello azul para luego sentir mi cuerpo en el suelo con un peso adicional encima, me puse de pie rápidamente empujando a esa persona para, luego de verla, volver a tirarme al suelo para abrazarlo.

 Yo - Maldito! Casi me infartas! - Nos pusimos de pie sin soltarnos de las manos.

Al - También te extrañe Alice. - Sonreí para volver a abrazarlo.

Yo - Ni te imaginas cuanto deseaba verte Alexy...

Al - Claro, por eso me entere de tu vuelta por Rosalya ¿Verdad?

Yo - Lo siento, lo siento! Llegue hace dos días y no eh tenido tiempo para nada. - Me separe de él y vi el reloj en mi muñeca. - Maldición! De veraz lo siento Alexy pero debo ir ya a la universidad, tengo que asegurarme de que Lysandro entre a clases. - Me miro confuso y bese su frente - Luego te explico. Pasate por mi casa mas tarde, vivo donde siempre!

Salí corriendo sin esperar respuesta, por suerte me había puesto un short y zapatos bajos. Nada mas llegar a la universidad fui directo a la azotea donde se encontraba Lysandro fumando,  no se percato de mi presencia por lo cual aproveche para acercarme y, al igual que el día anterior, quitarle el cigarrillo y tirarlo al suelo apagándolo con mi pie. Suspiro ante mi acción y sonreí victoriosa, sin hablar bajamos las escaleras y entramos al salón de clases donde Castiel se mataba de risa nada mas vernos llegar. Me senté en medio de ambos, estuvimos juntos en todas las clases y en cada receso, Lysandro hablaba muy poco, estaba mas concentrado en mirar a cada chica que pasara a su lado. Cada vez que Lysandro hacia eso yo sentía mi corazón romperse una vez mas, pero como siempre, o disimule con una sonrisa. En el segundo receso que tuvimos Amber se nos unió y nos quedamos conversando los cuatro en la cafetería hasta que el tono de mi celular interrumpió la charla.

Yo - Disculpen chicos, enseguida vuelvo.. - Me iba a levantar de la silla pero Castiel me detuvo.

Cas - Habla aquí, no hay problema - Lysandro y Amber asintieron, volvi a sentarme y conteste la llamada.

Yo - Hello?.... Yes Viktor!.... Muy bien y tu?... Sweet Amoris... Estoy en la cafetería con unos compañeros de mi clase....No lo se, aun no consigo trabajo...Ya te dije que no...Sabes bien el motivo, me quedare....Lo siento pero no ire de nuevo....Viktor! Ya basta! Mas tarde hablamos, lo siento. Adios. - Corte la llamada, no estaba enojada si no mas bien triste. Viktor fue mi mejor amigo en nueva york, gracias a él entre en esa banda y mi estadía en la universidad fue increíble, odiaba discutir con él pero desde que decidí volver a mi ciudad no hacemos otra cosa que no sea eso, discutir.

Amb - ¿Quién es Viktor?

Yo - Un chico que conocí en nueva york...

Lys - Y que es lo que quiere? - Tome el vaso jugo entre mis manos mientras lo revolvía con el popote que tenia.

Yo - Quiere que vuelva, no esta de acuerdo con que yo este aquí de nuevo.

Cas - Y que le molesta?

Yo - Mas que molestar, le preocupa. Él me cuida mucho, demasiado diría yo, por eso no quería que yo estuviera aquí de nuevo, dice que me hará mal.

Amb - Y esta en lo cierto? - La mire de reojo - Te hace mal estar aquí? - Un intento de sonrisa se asomo a mis labios. ¿Qué si me hacia mal? No lo se, simplemente no lo se.

Luego de unos largos segundos en silencio, Castiel saco un tema de conversación totalmente randoom y así seguimos el día hasta que se acabo nuestro horario. El reto de la tarde me la pase buscando trabajo sin tener éxito, cerca de las ocho de la noche, cuando iba camino a mi casa, me encontré con Lysandro. Él estaba sentado en una banca del parque y como al parecer se había vuelto un habito, lo encontré fumando. Me acerque a él y le quite el cigarrillo, pero esta vez en vez de tirarlo, lo sostuve en mi mano mirándolo.

Yo - Que es lo interesante de esto? Sabés que te hace daño verdad? - Vi una sonrisa en su rostro que se esfumo nada mas lo mire a él, me senté a su lado sin soltar el cigarrillo.

Lys - Que haces aquí? Las calles son peligrosas como para que andes sola.

Yo - Se cuidarme gracias. Tu que haces aquí, esta haciendo frio ya, deberías volver a tu casa.

Lys - No tengo frio, tampoco tengo ganas de volver al apartamento, Castiel esta mirando películas que no son para nada mi gusto.

Yo - ¿Terror? - Asintió - Típico de Castiel. - Mire el cigarrillo en mi mano, lo puse frente a la cara de Lysandro y lo mire - Cual es la gracia? Ya no fumes cabron, no sirve de nada. - Me lo quito y se lo puso en la boca, aspiro y soltó el humo de a poco.

Lys - Sirve para olvidar las penas, para alivianar tensiones. - Se lo quite y probé un poco, comencé a toser mientras Lysandro me miraba preocupado - Eres idiota!?

Yo - El doctor me recomendó no fumar, mis pulmones ya están bastantes mal cmo par seguir empeorando.

Lys - ¿Tus pulmones? ¿A que te refieres?

Yo - Recuerdas que una vez estuve internada por desnutrición, el tema de los cortes y todo eso? Pues nunca me recupere un cien por ciento. Luego, cuando sufrí de depresión, todo fue empeorando. Hace un año, tal vez mas, tuve una fuerte recaida, Viktor tuvo que correr conmigo en brazos hasta el hospital. Lo que en peor estado quedo fueron mis pulmones. Ya después de eso no volví a enfermarme a ese extremo, Viktor cuidaba de mi salud mas que yo misma.

Lys - Entonces no deberías haber fumado ni de chiste! Debes cuidar tu salud!

Yo - Mi salud me vale una mierda, hace mucho dejo de importarme mi vida.

Lys - Que estupideces dices! Como no va a importarte tu vida! Por mas que sea un desastre o sientas que estas sola debes cuidar y valorar tu vida! No la desperdicies porque no vuelve! - Su rostro reflejaba entre enojo y preocupación, una idea cruzo mi mente al verlo.

Yo - ¿Y si hacemos un trato? Cuidare un poco mas de mi, apreciare algo mi vida pero tu debes hacer lo mismo. Cada vez que fumes un solo cigarrillo, yo también fumare.

Lys - Estas loca, de verdad.

Yo - Te hablo enserio. Tu fumas, yo fumo. Tu bebes, yo bebo. Cada cosa que a ti te lastime o te haga daño también me lo hará a mi, así que cuidate. Si tu enfermas yo también, si tu lloras llorare contigo, si sonries yo también lo hare. A partir de hoy, tu dolor será mi dolor. No te dejare solo en ningún momento y no tendrás derecho a reclamo, solo te desacerás de mi cuando yo así lo decida. ¿Entendido? - No contesto, se quedo mirando el suelo fijamente. Al cabo de unos segundos comenzó a reír, esa risa autentica, esa risa que me enamoraba desde hace años, esa risa que tanto extrañaba. Me miro de reojo y devolvió su vista al suelo. -  No me iré de este parque hasta que contestes. - Lo tome por el mentón obligándolo a mirarme.

¿Trato hecho..?

No confío en mi (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora