Un confesión no planeada.

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Narrador omnisciente(?

En un pequeño cuarto, una alarma sonaba despertando a una chica de cabellos negros que dormía abrazada a la fotografía de un chico ojos café. Los ojos de la joven estaban rojos y levemente hinchados a causa de haberse desvelado varias horas hasta quedar profundamente dormida en medio de su dolor. Resignada a un nuevo día de vida, se levanto y tomo un cambio de ropa, se dio una ducha y salió de su casa con apenas un saludo de "Buenos días" al chico que últimamente  vivía con ella. 

Mientras tanto, una rubia salia del apartamento que compartía con su hermano y se encaminaba a la universidad mientras en su mente rondaban las palabras "Solo amigos" que un pelirrojo le había dicho la noche anterior. 

En los extensos pasillos de una universidad de música, ambas chicas cruzaron sus caminos y al verse a los ojos supieron de inmediato como le había a la otra. Sin poder evitarlo soltaron una leve risa seguida un largo suspiro, sin hablar caminaron hasta el salón de clases donde se encontraron a los causantes de sus lagrimas.  Con una sonrisa forzada, ambas saludaron y se sentaron a los lados de los chicos, "cansancio" fue la escusa de ambas chicas usaron ante la pregunta del albino. 

Las clases comenzaron, los minutos se hacían eternos hasta que el sonido de un celular interrumpió al profesor. El celular seguía sonando sin que su dueña se percatara de ello, hasta que una bolita de papel golpeo a la chica haciéndola reaccionar. 

- Es tu celular - Dijo Castiel preocupado por la mirada perdida de la chica. Alice pidió disculpas ante su descuido y puso su celular en silencio, en cuanto el profesor se dio la vuelta para proseguir la clase, ella leyó el mensaje que le había llegado. 

"Armin no sale de su habitación desde la otra noche, no come y tampoco contesta. Estoy muy preocupado, ven en cuanto puedas por favor. - Alexy" 

Alice preocupada por el mensaje recibido, tomo sus cosas y salió corriendo del aula sin prestar atención a los gritos de sus amigos y profesor.  Una vez fuera de la universidad, se subió a un taxi y fue rumbo a casa de los gemelos. Nada mas llegar, entro sin previo aviso, subió rápido hasta la habitación del pelinegro la cual se encontraba cerrada. Alice abrazo a Alexy, seguido golpeo la puerta y llamo a su amigo una, dos, tres, seis veces sin recibir ningún tipo de respuesta. 

- Preparale algo de comer y no te preocupes por los gritos. - Dijo Alice sin mirar a su amigo ,el cual bajo las escaleras para así preparar un almuerzo a su hermano. Alice tomo aire y cansada de la situación se decidió por dejar de guardar compostura. - ABRE LA MALDITA PUERTA ARMIIN!! - Gritó - Escúchame pedazo de un imbesil! Deja de llorar por esa chica y guarda esas lagrimas para cuando te falten tus padres o tu hermano! No sufras por una perra que no supo valorarte! Ella es quien debería estar deprimida  por haber perdido un chico como tu! - Alice mordió su labio inferior y cerro sus ojos con fuerza, apoyo su frente en la puerta y soltó un sollozo. - No estas solo, lo tienes a Alexy, me tienes a mi! Tienes quien te escuchara llorar y gritar cuantas veces lo necesites.Eres un chico hermoso, alegre, especial... - Se dejo caer al suelo de rodillas, apoyando sus puños cerrados sobre sus piernas. - Armin por favor... Sonare muy egoísta pero te necesito conmigo, necesito dejar de sentirme sola por un segundo. Déjame estar a tu lado y apoyarte! No puedo mas con esto! - La puerta se abrió de un golpe y Armin se abalanzó sobre ella en un abrazo. Alice se aferro a la camisa del chico, dejo de contener las lagrimas y ambos, lloraron como hacia tiempo ninguno de los dos se permitía. 

PdV Armin

Eh pasado tres días encerrado en mi habitación sin comer, sin hablar con nadie, ni siquiera e jugado mis preciados videojuegos. Ver con mis propios ojos como mi novia me engañaba me a destrozado, varias personas me lo decían pero yo estaba cegado como un imbesil. Y aun ahora, me niego a creerlo, casi un año de relación en vano. Desde esa noche Alexy a hecho muchos intentos fallidos por sacarme de mi habitación. 

No confío en mi (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora