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Estaba decidida que después del colegio iría a ver a Maddie, hace tiempo no iba a visitarla, la extrañaba muchísimo.
Tenia que contarle cosas que han pasado en los últimos meses en su ausencia, como por ejemplo, hoy es primer día de clases del nuevo año, tengo que ver las mismas caras de siempre, tengo que soportar a los mismos cretinos, a las mismas plásticas, El mismo colegio, solo esperaba, que nadie tomará en cuenta Mi presencia y siguieran con su vida ignorandome como yo lo hacía con todos.
En camino al colegio pateaba una piedra para distraerme un poco, mientras que caminaba lentamente ya que había salido de casa temprano, siempre salía mucho antes para tomar aire fresco, sentir el frío de la mañana y observar detenidamente cosas que una persona común no tomaría en cuenta en un día normal. Solía pensar demasiado, pero nunca decía nada, mi madre siempre me dijo "Si no tienes nada amable que decir mejor no hables" y yo sigo su concejo al máximo, sin preocuparme de decir algo grosero, prefiero guardarmelo para mi sola y evitarme conflictos con los retrasados de mi colegio.
No crean que parecía muda o algo por el estilo, bueno pues si lo vemos desde ese punto se podria decir que si, nunca mantenía conversaciones sólo decía lo necesario para mi "Si, No, No se, Nada, Vale, Hola y Adios" y solo a mis padres, no tengo que decirles algo más.
No me gusta mi soledad, pero eso me toco vivir y así se quedará por un gran rato.
Aun que Aveces tenía ganas de socializar con la gente de mi instituto pero no puedo, me rechazarían en el momento que me acercara a sus pupitres, soy la loca, rara o algo así me habían apodado, no prestaba mucha atención en ellos, solo le repetía una palabra una y otra vez todos los dias a mi compañero de banca, "Silencio". La voz de la gente me irrita por eso suelo llevar audífonos a todos lados, así dejo de escuchar sus hipocresías, gritos, mentiras y voces chillonas.

Silence 》Matthew EspinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora