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A pesar de tantos años en el silencio, creo que es momento de hablar, la verdad es que me cayé tanto tiempo porque de verdad fueron cosas terribles, horrorosas... no se qué palabra usar, para describir semejante tormento vivido. Pero basta de mis traumas, es momento de superarlos y sacar todo a la luz. 

Hace 30 años, vivía en un poblado cerca de la gran ciudad de Ámsterdam, en donde se encontraba un pequeño manicomio, donde pocas veces se escuchaba que saliera algún interno dado de alta. Era un lugar muy lúgubre, caminar frente a ese edificio daba una sensación de terror que la piel se enchinaba y hasta los cabellos se ponían de punta. 

Yo era joven, tenía 20 años, y tenía el gran sueño de ser un gran actor, me gustaba mucho hacer monólogos, ya que sentía que esa era mi especialidad. 

Un día en uno de los llamados que tuve, uno de los productores del teatro, me propuso una gran idea, y que me agrado tanto, que no pude contener mi euforia y grite de felicidad hasta que me quede afónico. La obra es "El Diario de un Loco", de verdad, el ser el protagonista de esa obra, para mí fue el mejor reconocimiento a mi esfuerzo y a mis ganas de ser uno de los mejores actores del teatro del país y del mundo. La única condición para que el papel fuera mío, era permanecer un año encerrado en un manicomio, para apreciar y tratar de aprender las reacciones que tiene un "loco" comúnmente. No me pareció mala idea y acepte de inmediato, estaba tan feliz y emocionado que las condiciones eran lo de menos, claro, cuando tienes 20 años y eres actor, crees que te puedes comer el mundo a pedazos sin importar las condiciones y las consecuencias que ello trae. 

Me prepare durante una semana para entrar al hospital, pero tenía cierto sentimiento de temor ya que cada noche se escuchaban sonidos extraños y se percibían luces parpadeantes y de colores extravagantes, sin dejar de mencionar el fétido, ominoso y sobresaliente olor que emanaba de aquel lúgubre centro psiquiátrico. Se rumoraba de experimentos con los internos, y hasta de rituales de ocultismo. 

Paso la semana y yo estaba listo y sin miedos, mi mente y mi conciencia estaban tranquilas para comenzar mi internado en ese sitio conocido como el "Hospital Psiquiátrico la Morgue". 

Era Lunes por la tarde, y yo me dirigí a la institución, estaba tan decidido y tan emocionado, por saber que saliendo iba a interpretar mi el papel que tantos años desee interpretar, que realmente no me importo nada. 

Al llegar, me registre y mencioné las causas de mi internado, los doctores estuvieron de acuerdo con ello y me permitieron quedarme y salir con los demás internos, pase la noche, y ningún ruido extraño o algún olor fétido se presento, todo normal, como una noche cualquiera. 

Al amanecer, y salir a población, con os demás internos, uno de ellos me observo detenidamente durante un largo tiempo, me asuste un poco y me alejé de él, pero fue en vano ya que me persiguió hasta tenerme acorralado y me dijo unas palabras que nunca olvidaré, realmente en ellas se sentía desesperación y un pánico indescriptible. - ¡Sálvame... es mi turno, no quiero ir con ellos, después serás tu, sálvanos a todos sálvanos!

Hospital PsiquiatricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora