II

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Sin querer, empuje al pobre hombre y lo derrumbé, entre en un pánico exagerado, los ojos me saltaban y sentía que colapsaba de tanto temor y adrenalina al mismo tiempo, el corazón se me salía del pecho y de un momento a otro desconocí de mi persona, lo último que supe es que alguien grito mi nombre y otra persona grito unas palabras que no entendí, sonaban algo como en latín, pero realmente no pude reconocer el idioma.

Después de ese pequeño incidente, todo tranquilo, al parecer, aquel sujeto había sido llevado al cuarto acolchonado, donde lo dejaron un buen rato, tal vez todo el día.

Por la noche, ese mismo hombre se me acerco y me dijo que había entrado en pánico, porque por la mañana le había tocado serie de electrochoques y eso lo dejaba aturdido. Me conto muchas cosas interesantes de su vida. Él había sido internado porque su familia lo creía loco, pero en realidad no lo estaba.

-    Veras mi joven amigo, soy el dueño de una cadena de restaurantes en los Estados Unidos de Norte América, en mi pueblo natal, esa cadena restaurantera es la más grande y la única, que existe en él, claro lleva mi nombre. Oh! Lo olvidaba no te había dicho mi nombre, soy Abraham Noxa, nací crecí y viví la mayor parte de mi edad adulta en Salem, pero por cuestiones de trabajo me mude a un viejo y desolado pueblo llamado Arkham. En ese pueblo conocí al dueño de este hospital, quien desde el primer momento me dio la impresión que el solo se dejaba llevar por el dinero.

“Años después, cuando mis hijos tuvieron edad para comenzar a trabajar, prefirieron el camino fácil, y como era de esperarse, quisieron asesinarme de las mil y una formas que jamás imaginarias en tu vida, hasta que recordaron que un conocido mía era dueño de un hospital del que pocas personas salen dadas de alta. Así que lo contactaron y ja, ja por una suma considerable de dinero al mes, me mantienen aquí, y me quieren volver realmente loco.

“Amigo, ten cuidado, dicen las malas lenguas que en este hospital se hacen ritos de ocultismo, y por lo que yo sé de la gente de Arkham, son personas que están metidas en cosas turbias, y que algunos de ellos han invocado seres que parecerían inexistentes. Un buen consejo que te puedo dar, es que no investigues nada, tú solo has lo que te digan y no indagues más, puede ser tu perdición…  “

Me quede inerte antes las últimas palabras de aquel hombre, percibí que él sabía lo que estaba pasando, pero prefirió no quedarse callado y no asustarme, lo único que logro fue que me entrara una gran curiosidad, la cual, cuando descubrí la verdad de todo, fue mi perdición.

Realmente, quería saber que pasaba, así que me puse a caminar por las noches, merodear hasta que un día, un fétido olor llego a mí. Un olor como a azufré con un poco de desperdicios humanos, realmente era tan penetrante que solo me hizo vomitar.

Desafortunadamente para mí, aquel sonido del vomito saliendo de mi cuerpo, causo que gente del mismo hospital saliera a ver qué ocurría, solo me queda decir que no recuerdo lo que pasó después de eso, solo que cuando desperté en mi habitación tenía en mi memoria una terrible imagen de un cuerpo masacrado…

Pasaron las semanas y yo no habla con nadie, estaba solitario en mi paupérrimo mundo, donde solo pasaba una y otra vez aquella imagen de ese cuerpo masacrado, nunca lo olvidaré.

Era de una mujer de tez blanca, y de una complexión delgada, aunque en ese momento no estaba tan blanca, ya que la sangre que escurría por su cuerpo, y todo su tórax abierto, se podía apreciar todo su interior, solo de recordarlo, me dan nauseas.

Esa semana camine y camine por la clínica, la conozco completa, esa arquitectura gótica de aquella institución realmente era ominosa; sobre todo aquellas aterradoras gárgolas que al pasar junto de ellas, se sentía como su penetrante y demoniaca mirada te observaba, lenta y sinuosamente como caminabas, cada paso, cada respiro, cada movimiento de tu cuerpo lo observaba, era aterrador. Pero en ese momento, no lo pude percibir, ya que me encontraba anonado en mi mundo, realmente fue muy duro el no recordar que paso, y darme cuenta de está cicatriz que tengo desde mi pecho hasta el ombligo, me aterro que entre en un estado de shock.

Uno de esos días, en los que me paseaba por los jardines del hospital, caí a un hoyo, pero cuando me di cuenta que había caído, fue cuando me golpee la cabeza con una roca, al término de aquel agujero sobre la tierra.

Recupere mi conciencia, y me puse a indagar, había antorchas prendidas y se escuchabas susurros, era un túnel. Camine y mientras iba caminado iba apreciando cada mínimo detalle de las paredes, todo eso parecía el subterráneo de un castillo, ya que parecía mármol aquel material, pero no lo era, ya que al tocarlo se podía sentir un tanto peludo y suave, pero para no distraerme con esa suave textura seguí caminando hasta llegar a un portón enorme, hecho de madera fina, el barniz era de color roble, y sobre de él había una inscripción legible que narraba así: aquel que se atreva a pasar estas puertas, el gran señor de la oscuridad y la destrucción lo hará caer en un eterno sueño, donde siempre será rodeado por aquellos innombrables que no fueron concebidos.

Me quedé preguntándome ¿de qué habla y a que dios se refieren?

En ese momento, aquel inmenso portón se abrió, y un hombre encapuchado salió “ahora sigues tú” esa voz… esa complexión… esas manos… esa voz eran de…

¡NO! NO QUIERO RECORDAR, YA NO LO SOPORTO… VOY POR MI ARMA…          POR MI ARMA…

Nota: Este escrito fue encontrado originalmente en alemán, como mis conocimientos de aquel idioma son nulos, tuve que pedir ayuda, este escrito lo encontré en un viejo del abuelo de un amigo, al parecer el Actor que se ve involucrado en esta historia se suicidó a los 55 años, su nombre por obvias razones no será dado a conocer…

Hospital PsiquiatricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora