Sabía que a esa hora aún se encontraba en la torre donde trabajaba a las órdenes del arcángel Rafael, pero eso para el vampiro era cosa que no le importaba así estuviese trabajando para el mismo Dios del universo.
Valiéndose de sus habilidades vampíricas se escabullo en medio de tanta seguridad, vampiros y arcángeles nada lo detendría tenia fija su meta... Venom... si, ese era el nombre del sujeto por quien el vampiro iba en busca.
Usando su poder mental abrió las puertas que se le cruzaban hasta llegar al elevador método de desplazamiento que según tenía la mejor tecnología en seguridad. Pero es que aún no conocían a un vampiro como Lestat... uno al que nada lo detendría cuando se proponía algo.
Ese aroma tan peculiar del Vampiro-Serpiente lo guio hasta él. Cada vez era más intenso, sabía que estaba cerca... muy cerca... al llegar a la enorme puerta de la oficina del vampiro escucho voces, era la voz de una mujer no era tiempo para quedarse a escuchar detrás de la puerta.
El vampiro giro la perilla interrumpiendo en el lugar, caminando con elegancia erguido y gallardo se aproximó sin tomar en cuenta la presencia de la mujer a la cual no se tomó la molestia de mirarle. Sus ojos estaban fijos en los del mutante el cual con arrogancia miro al vampiro para después seguir hablando con la mujer ignorando su presencia.
El vampiro exploto en ira al ser ignorado por el tipo que lo miraba con prepotencia, tomando a la mujer del brazo la saco casi a la fuerza de ahí ante la mirada atónita del mutante al que miro de arriba abajo cuando cerró la puerta de un portazo. Los ojos de reptil lo miraban con asombro a la vez que un brillo de ira chispeaba de ellos cosa que al vampiro tenía sin cuidado.
Después de vociferar pestes contra el rubio. Este solo se recargo en el escritorio apoyando ambas manos a sus costados sobre la madera de cedro escuchando hasta que este se cansara de maldecirlo exigiendo que se saliera.
El mutante al ver que el vampiro sonreía con cinismo, enfurecido avanzo hacia el para sacarlo de la oficina, pero cuando se acercó lo suficiente, el vampiro tomo con fuerza las manos del mutante retándolo con la mirada. Dos depredadores dispuestos a destruirse con tan solo un chasquido de dedos por parte de ambos.
Pero, un cosquilleo corrió por el cuerpo del rubio que al tenerlo cerca no pudo evitar desearlo presionar esos labios que vociferaban con los propios, de aprisionarlo entre sus brazos y morder esa piel exótica hasta hacerla sangrar y probar esa sangre que poco a poco el aroma que desprendía invadía sus sentidos haciendo que el tono de sus ojos cambiara deseando ya clavar los colmillos en la carótida de este.
Había que arriesgarse si, al fin y al cabo a eso había ido a su oficina con el riesgo de ser atrapado como conejillo de indias y quien sabe que más cosas podrían haber sucedido.
El vampiro mutante lo miraba con deseo a pesar de que las facciones de su cara y su comportamiento decían otra cosa, en el fondo sentía que ese acercamiento era el principio de un encuentro explosivo y no precisamente una guerra de poderes.
El silencio que se hizo en ambos, fue interrumpido por los latidos del corazón de la serpiente que poco aceleraban su ritmo y su respiración empezaba a agitarse. El rubio no pudo evitar sonreír con un dejo de triunfo sabía que lo deseaba tanto como él.
Poco a poco la fuerza de ambas manos entrelazadas fue cediendo el mutante entre abrió sus labios humedeciéndolos de forma provocativa, su mirada cambió, ya no era una mirada de furia, su mirada fue más provocativa, sensual. El vampiro acerco sus labios a los contrarios fundiéndolos en un beso pasional que poco a poco incrementó terminando por devorarse en cada beso. Ya no hubo palabras solo jadeos. El rubio usando su telequinesis fue quitando cada botón de la camisa del mutante mientras esta resbalaba cayendo al piso de fino mármol dejando su torso desnudo para que sus manos se expresaran libremente sobre su cuerpo.
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Placeres de Lestat
FanficA lo largo de mi inmortalidad, he tenido muchas vivencias, mujeres de la alta aristocracia y jóvenes doncellas, también uno que otro mozo de belleza diabólica y angelical han pasado por mi vida muchos han sobrevivido disfrutando del placer que produ...