Belleza Felina

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Cada noche de luna llena su cuerpo felino se transforma en el cuerpo de una diosa, dicen que no puedes mirar sus ojos felinos porque a sus pies caes rendido. Te hipnotiza hasta que sucumbes a sus deseos haciéndote el amor de una manera salvaje pasando del terror al placer pidiendo más y más hasta que el cuerpo de la pobre victima que a sus encantos sucumbió,cae seco sin una gota de sangre. 


Solo leyendas decían los pobladores de ese lugar lejano en medio de las montañas, pero yo esperé la
luna llena y fui en su busca, esperé paciente su llegada, hasta que de
pronto. Un hermoso gato macho de blanco pelaje que resplandecía con los
rayos de la luna arribó a la montaña. Sus elegantes movimientos como si
le danzara a la luna en cada paso, y está brillara aún más con sus maullidos.


Si, era verdad, ante mí se transformaba, ante mi mirada atónita convirtiéndose en lo que la leyenda contaba,
lo contemple de arriba abajo poseía el cuerpo de la diosa afrodita y la belleza de la
luna reflejada en su rostro, su cabello blanco platinado era tan largo que caía
como una cascada sobre sus pechos desnudos hasta cubrir sus
intimidades celosas de ser profanadas por mi mirada. No pude resistirme
y caminé sigiloso hasta ese felino humanoide pero él se percató de mis
pasos y volteó amenazante clavando en mi ojos vampiros su mirada
penetrante, sus ojos aceitunados destellaban deseo y lujuria que por un
momento creí sucumbir ante su hechizo, pero grande fue mi sorpresa que
solo extendió su mano deslizando sus lánguidos dedos por mi rostro.
Absorto, esperando lo peor, lo miré fijamente sin parpadear.

__Lèstat__

Sus labios se entre abrieron pronunciando mi nombre con su voz melodiosa,
apenas iba a abrir mis labios para decir algo cuando sus dedos los
acallaron posándolos sobre mi boca. Solo alcance a deslizar mis dedos fríos por su sedoso cabello platinado

Se giró y cuál felino que era caminó
moviéndose con elegancia su cabello se agitaba dócil por el viento desprendiendo un aroma cautivante mientras poco a poco se perdía entre las montañas bajo los rayos
lunares.
Ahora puedo decir que conocí al felino cuerpo de afrodita y salí
inmune de su hechizo.




Placeres de Lestat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora