El Pacto II [2da Temporada] [EunHae] [+18] [Terminada]

Capitulo 11: Exasperado

(Hangeng)

A veces amaba mi suerte y a veces la maldecía.

Cuando logré conseguir trabajo bajo una identidad falsa, la amé. Era lo que necesitaba para poder estar tranquilo durante un tiempo y mas ahora que me había reencontrado con mi hermana.

Pero cuando Amber me dijo que Heechul se acababa de ir y que había venido a buscarme, fallando el encuentro con el por pocos minutos, la odié.

Ni bien termino de decirme aquello, despotriqué mi jodida suerte. Pero, ¿porque me ponía tan ansioso el hecho de saber que ese idiota había venido a verme?

Me sentí un simio.

¿Qué me estaba pasando? Me restregué los ojos, intentando encontrar una respuesta, cuando otra pregunta vino de repente. ¿A qué había venido? ¿Qué quería de mi? Y lo que era peor aún, ¿Ya sabía quien era yo?

Palidecí de repente ante aquella posibilidad.

Pero pronto me olvidé de eso, cuando mi corazón reaccionó con virulencia ante el recuerdo fugaz de su rostro.

Reaccionó de la misma forma en que había reaccionado en el momento en que lo vi por primera vez.

Jamás me había gustado un hombre. Pero su rostro me tomó con la guardia bajada y, por un momento, me nubló la razón.

Quizás ese fué el motivo por el que no lo había acribillado a balazos. Y tambien porque si lo hacía la probabilidad de que la policia me detuviera eran bastante altas.

Pero por el golpe en la cabeza que le había dado estaba seguro de que había muerto. Y eso me había llevado a repensar la situacion y la vida que llevaba. Por primera vez en toda mi vida, me había arrepentido de lo que había hecho.

Pensaba que me había olvidado de todo eso cuando el imbécil vuelve a aparecerse en mi vida. Muy vivo.

Pensar en él me ponía en una especie de tren de emociones. Nada concordaba con nada y eso me ponía demasiado idiota.

¿Qué es lo que me pasaba con Heechul?

-¿Aún no lo sabes Lucky?

El conocido timbre de voz de mi hermana me sacó de mi fuero interno, haciendome dar un respingo por la sorpresa.

-¿Qué? - dije descolocado.

Entonces caí en la cuenta.

-¿Cómo demon...

-Supongo que pensaste en voz alta.

Cerré los ojos. Si, sin darme cuenta había formulado la pregunta en voz alta y no me había dado cuenta.

-¿Aun no lo sabes? - Amber me trajo de nuevo.

-¿Que?

-No sabes que te pasa con Heechul. - traté de interrumpirla, pero no me dejó. - pero yo algo creo saber. Me di cuenta cómo lo miras.

Callé. Fuí demasiado obvio y sin darme cuenta. Exalé todo el.aire que tenía en los pulmones y me giré hacia la ventana otra vez. Ella se acercó y puso su mano en mi hombro.

-No está mal amar a una persona, sea del sexo que sea. No te presiones.

Me volví hacia ella.

-Yo no lo amo.

-No, pero tengo malas noticias, mi querido Lucky. Estas en camino.

-Me estas diciendo que...

-Que asi se empieza. Cuando no sabes porque una persona te atrae, pero te atrae. Y aunque le des miles de vueltas, no encuentras explicacion.

La miré. Quise replicar pero la voz se me quedó pegada en la garganta. Todo lo que había dicho era cierto.

Ella se acercó y me dio un beso en la mejilla.

-Me voy por ahí. ¡Adiós enamorado!

-¡¡Ehh!! - le grité mientras le lanzaba un pequeño almohadon del sillon y veía como desaparecía su pequeño cuerpo por la puerta.

Me reí ante el arranque de mi hermana. Menee la cabeza y me levanté de donde estaba y me fuí hasta la habitación. Me tiré en la cama y puse mi brazo por encima de mis ojos.

-Heechul...

Murmuré su nombre, exasperado.

¿Enamorado yo? Era lo único que me faltaba. Y de un tipo.

Pero entonces su cara se hizo presente en mi mente. Sus ojos negros enmarcados, sus facciones bellas, su perfecta piel nivea y sus labios carnosos...

-¡¡¡Aaahhhh!!!

Rodé en la cama y me quedé boca a abajo. Quería sacarme a ese imbecil de la cabeza pero no podía.

Estaba asustado, sorprendido y exasperado. No podía entender y eso tambien me exasperaba.

Todo me exasperaba. ¿Qué podía hacer al respecto? Me senté en la cama. Tenía ganas de tirarme debajo de un acoplado.

Exasperado. Era como me sentía.

De pronto escuché cómo aporreaban la puerta principal. Rodé los ojos y me levanté a regañadientes. Me tomó varios minutos llegar y, mientras caminaba, volvieron a tocar con insistencia.

-¡Ya vaa! - grité molesto.

Abrí y me encontré con el rostro rubicundo de un joven. Él me miraba con gesto extraño, como si intentara ubicar a alguien.

-¿Qué? - dije con tono cansado. Ya demasiado tenía con Heechul como para lidiar con un niño.

-¿Eres Hangeng?

Me envaré. ¿Cómo sabía mi nombre verdadero? ¿Quien era este?

-¿Quien eres? ¿De dónde sabes mi nombre? - espeté en voz baja, cortante.

-Yo se lo dije. - dijo otra voz.

Me quedé petrificado. Esa voz la podría reconocer hasta en el confin del mismo infierno.

Sungmin.