"Y ahora los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia." Sonrío recordando las palabras en nuestra boda y Dios, el beso que me dio no es normal. Me derrito de solo pensar en las palabras que pronunció.
"Completamente seguro del amor que siento por ti, te entrego mi vida y todo lo que soy para que hagas con ella lo que esté a tu buen haber. Tú sabes lo mucho que te quiero y lo mucho que deseo mi vida a tu lado, hoy es el primer día de una felicidad que no tendrá límites". Suspiro, tengo ganas de abrazarlo. Y besarlo.
—Ames, ¿estás conmigo o ya te perdiste en tu fantasía?— No tengo ni idea de lo que me estaba diciendo May. Miro detrás de ella y me encuentro con esos ojos que tanto amo mirar. Maxon sonríe. Le devuelvo el gesto antes de volver mi vista hacia May. Ella ríe.
—Vamos, ve con tu esposo, no te acaparo más.— Le da una sonrisa a Maxon, y cuando se está por ir le hablo.
—May.—Abro los brazos y ella sin dudarlo viene hasta mí y me abraza con fuerza. La abrazo con el mismo entusiasmo.
—¿Sabes? El lobo y la oveja nunca harán pareja, sin embargo juntas somos geniales.—Le digo en un susurro. Me abraza con más fuerza si es posible. Si sigue así me voy a quedar sin aire.
—Lo sé Ames, te quiero.
—Yo también te quiero, May.—Nos separamos, y las dos al vernos los ojos brillosos reímos. A unos metros veo a mi madre hablando con Silvia.
—Anda ve, allá esta mamá.— Me da una última sonrisa antes de irse corriendo con ella. La quedo mirando antes de sentir un brazo que pasa por mi cintura. Me sobresalto, pero al segundo reconozco esos brazos fuertes. Siento como se me ilumina la cara con una sonrisa enorme. Coloco mis manos sobre las suyas.
—¿Te está gustando la fiesta?—Me susurra al oído, hablándome como si me estuviera diciendo algo privado. Me estremezco sintiendo sus palabras chocar contra mi mejilla.
—Me está encantando, es perfecta.— Me abraza un poco más fuerte.— Silvia y mi madre hicieron un buen trabajo.—Digo riendo un poco.
—La verdad que quedo muy bien, pero tú también hiciste un gran trabajo.— Están todos los invitados y los camarógrafos en el Gran Salón, decorado especialmente por mi madre, mientras Silvia tomaba notas de todo lo que yo decía. Sí, hicimos un gran trabajo, y parece que a todos les gusta la comida que elegí. Nos quedamos un rato así abrazados mirando como algunos bailan. Desde aquí creo ver a Elise bailando con su nuevo esposo. Y a Aspen y Lucy.
Empieza a sonar una canción lenta. Y siento a Maxon moverse detrás mío. Sonrío, sé lo que va a hacer. Sale de su lugar colocándose en mi campo de visión y luego extiende una mano hacia mí.
—¿Me concede este baile, Majestad?— ¿Hay alguien capaz de negarle algo con esa cara?, porque a mí me resulta imposible. Le agarro la mano con una sonrisa.
—Le concedo este y todos lo que usted quiera, mi Real Marido.— Rio, qué extraño es decirle así. Caminamos agarrados de la mano hasta el centro de la pista donde nos dejan un gran espacio para bailar. Le sonrío a Aspen a Lucy antes de ponernos uno frente al otro y empezar a danzar.
—¿Ya te he dicho lo hermosa qué estás?—Me mira sonriendo, yo vuelvo a reír.
—Sí, si lo has hecho.
—Bueno, pero como no me voy a cansar nunca de decírtelo, te lo voy a volver a decir.-Dice con una sonrisa, antes de quedarse serio y mirarme con una intensidad que me sorprende.— Estas hermosa, America. Una sola vez me basta de muestra, no quiero volver a pasar depresiones, ni malos ratos sin ti. No quiero que haya separación alguna en nuestras vidas. Eres mi todo, sabes que mi vida no sería nada si no estás a mi lado. Te amo más que nunca.-Siento como se me llenan los ojos de lágrimas.
—Yo también te amo, Maxon. Por fin ha llegado el día de verte a mi lado por siempre. Te amo más que a nada en este mundo.— Me sonríe antes de acercar sus labios a los míos, uniéndolos en una lenta caricia. Me olvido de todo y de todos y me enfoco solo en él. Sus besos son lentos, pero consumidores, siento que podría estar una vida pegada a sus labios, calientes y dulces.
—¡Son tan tiernos!—Siento que exclama May haciéndome volver a la realidad. Separamos nuestros labios para mirar hacia donde se encuentra ella. Mamá quien está al lado la regaña por romper nuestro momento, provocando la risa de Maxon. Sonrío mientras niego con la cabeza y seguimos bailando. Me quedo mirando a mamá, en la pista todos los que tienen pareja están bailando, ella también estaría acá si...
—Oye-me llama Maxon con suavidad, lo miro a los ojos—, ¿en que piensas?.
—En nada.— Miento, y él se me queda mirando fijo, suspiro. Me conoce bien.— En mi padre, en cuanto lo extraño... bueno, extrañamos, y en cuanto me gustaría que esté aquí, bailando con mamá.— Al igual que me gustaría que también esté aquí la reina Amberly y Celeste.
—Sí, se cuanto lo extrañas. Ese dolor nunca se va a ir, pero aprendes a vivir con ello. Tu padre siempre estará contigo, al igual que estará con tu familia.— Le sonrío y apoyo mi cabeza en su hombro.
—Sabes que eso también aplica para tí, ¿No?— Me acaricia la espalda y luego sus dedos me presionan, acercándome más a él. Nuestros cuerpos fundidos en el lento baile, dudo que sepan donde termina cada uno.
—Si, lo sé.—Susurra cerca de mi cuello. Un escalofrío recorre mi columna al sentir su aliento en aquella zona sensible.
Nos quedamos un rato así mientras los demás bailan a nuestro alrededor antes de que un nuevo pensamiento asalte mi cabeza. Levanto la cabeza.
—Maxon—lo llamo, cuando me mira pregunto—, ¿en dónde vamos a pasar nuestra luna de miel?
—Ah, pues donde tú quieras. Podemos ir a Roma, o...
—¿Podemos ir a dos lugares?—Pregunto con esperanza, y Maxon me sonríe con cariño.
—Claro, amor, ¿que tienes pensado?—Mi sonrisa se ensancha al escucharlo llamarme así.
—Ir a Italia y Francia, ¿Podemos ir ahí? Porque tengo ganas de ver a Nicoletta, no pudieron venir hoy, y Francia siempre fue un lugar que quise visitar, así que...— Me encojo de hombros, mientras tomo un respiro. Las palabras salieron muy rápido. Maxon ríe por mi entusiasmo.
—Entonces Italia y Francia será. Pero no esperes que sea mañana mismo, tal vez dentro de unos 3 o 4 días porque tengo que preparar algunas cosas, y además creo que antes de la luna de miel te quieren mostrar unas cosas de la reina— Reina. La palabra impacta en mi, jadeo. Soy reina... Y esposa de el hombre al que amo. Le sonrío.
—Yo no tengo ningún problema con eso, cielo.—Me da una sonrisa antes de besarme y quedarnos bailando un largo rato.
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Holaa, les quería decir que edité el capítulo, sinceramente no me gustaron los que había escrito y ahora he mejorado así que ahora creo que quedó mejor.
Espero que les guste.
Si pueden dejen su voto y comentario, que ayudan mucho y me dan ánimos para seguir ❤️
Besos,
Agus.
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Luego de la Elegida.
FanfictionDespués de haber leído los primeros tres libros de La Selección, ¿te quedaste con ganas de más? ¿de leer la primera vez de America y Maxon? ¿más ataques? ¿cómo America se convirtió en una buena reina? ¿cómo reaccionaron todos al saber del primer beb...