5- La cama

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Aviso van a haber partes que puede que estén un poco subidos de tono, a él que NO le interese estas escenas, simplemente se saltea las partes que yo voy a marcar con (***) Y el que SI las quiera leer ignora eso, y así estamos todos contentos. :D

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Maxon termina de sacarse la remera y yo me quedo unos segundos mirando su musculatura, casi babeando. Nunca me canso de mirarlo. Subo mi mirada hasta su cara y él me está mirando con una sonrisa de suficiencia. Me sonrojo.

—O te empiezas a sacar la ropa, o te tiro al agua así como estas.

—¿Eso me lo tengo que tomar como una amenaza? Sabes que no se puede amenazar a una reina.—Le sonrío.

—Tómatelo como una advertencia.—Río, y comienzo a sacarme el vestido lentamente, provocándolo, así como hizo él. Cuando termino, lo miro a los ojos y el me mira de arriba a abajo, me vuelvo a ruborizar ante su intensa mirada, y yo aparto mis ojos, sonriendo, él abre la boca para hablar, pero yo salto a la piscina con una sonrisa, sin darle tiempo. La vergüenza me ganó. ¿Cómo quiere que no tenga vergüenza si me estaba mirando así? Me gusta que lo haga, me hace sentir deseada, pero aún no me es fácil. Saco la cabeza del agua y él aún me mira, ahora con una sonrisa.

—¿Vienes, o te vas a quedar ahí mirándome?—Nado hasta la escalera, y me siento en ella, con medio cuerpo adentro. El ríe y comienza a caminar hasta la orilla de la piscina.

—Podría estar el día entero mirándote, America.—Salta a la piscina, y viene por abajo del agua hasta mí. Cuando sale coloca sus manos a cada lado de mi cuerpo, nuestros labios a centímetros.—Pero más me gusta tocarte...—Sus manos pasan de escalón a mi cintura, su pulgar acariciándome. Mira mis labios, y yo los de él— y besarte.—Une nuestros labios en una leve caricia y se separa un poco.—Eres hermosa. La mujer mas hermosa que he visto en toda mi vida, sin duda. Eres de esas pocas personas que no necesitan estar pendiente de su apariencia porque siempre lucen bien, tienes una belleza natural. Nunca te avergüences.—No soy una persona muy romántica, pero cuando él me dice cosas así, me vuelvo gelatina.

—Te amo, Maxon, te amo muchísimo.—Uno mis labios con los de él, y nos empezamos a besar, sin dejar de sonreír. (***) Luego de unos segundos, nuestras lenguas empiezan una batalla y nuestras sonrisas se esfuman, me encanta. Todo él me encanta.

Me agarra un poco más fuente y se acerca más, quedando cuerpo con cuerpo. Pasa los brazos por mi espalda y yo hundo los dedos en su cabello. Está mojado y se siente sedoso al tacto, al igual que sus labios. Enredo mis piernas en su cadera y él se acerca más, si es posible.

Nuestro beso empieza a ser más rápido y hambriento, comenzamos a jadear en busca de aire, cuando aprieta mi cuerpo con el suyo en las partes correctas.

Oh, diablos. Empieza a presionarse contra mi y el placer que siento es indescriptible. El jadea, al igual que yo. Comienza a besarme el cuello mientras yo le muerdo suevemente el hombro. Su mano sale de mi espalda y hace un recorrido hacia abajo por mi abdomen. Pero no llega a su destino, su mano vuelve a subir, explorando, para al final, colocar las dos en mi cadera, ayudando al vaivén de su cuerpo. Un gemido comienza a formarse en mi garganta, cuando comienzo a sentir... Cosas en mi vientre.

—Maxon... —Termino su nombre en un gemido, él me mira, con los ojos entrecerrados, ardiendo y con las mejillas sonrojadas. Se muerde el labio y vuelve a iniciar su exploración. Cierro los ojos.

Su mano sube hasta el valle de mis senos...  abdomen... pelvis... Vacila, su mano deteniéndose. Abro los ojos y nos miramos por unos segundos. Le sonrío, asientiendo.

Luego de la Elegida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora