treinta y cuatro

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Miro a Harry. Él salta desde el alféizar de la ventana, sin mirarme.

Todo se mueve lentamente ante la confusión mientras repito los acontecimientos que acaban de tener lugar. La extraña calma de Harry, la forma en que se fue sin una palabra. Por supuesto, yo le dije que se fuera, pero tiene razón. Esto no terminará bien para los dos si continúo ayudándolo y estando cada vez más cerca de la verdad.

Me quedo sin emociones, excepto por una: la ira. La ceguera y la furia comienzan a extenderse por mi pecho y los dedos de mis pies, mi temperatura corporal aumenta cuanto más pienso en lo que dijo Harry.

" No entiendes. No quiero que me ayudes. "

¿A qué le tiene miedo? Si él sabía que no iba a terminar bien, ¿por qué me preguntó en primer lugar?

Mi temperatura está cerca de la ebullición cuando vuelvo a recordar cada momento con Harry, todo lo que dijo. No puedo dejar que todo se vaya por el caño. ¿Simplemente porque piensa que se ha convertido en "demasiado"?

Miro mi habitación, en busca de algo para golpear, tirar o destruir. Lanzo todas las almohadas de la cama, pero eso no es suficiente. Entro en mi armario y encuentro la vieja caja de camisetas de Harry y tiro todas ellas en el centro de la habitación, esparciéndolas por todas partes, la tela de colores vuela en todas direcciones. Mis ojos se detienen en la camiseta negra de Arctic Monkeys y la envío hacia la puerta de mi habitación. La recojo y tiro de nuevo, la furia combinada con la adrenalina fluye dentro de mí. Lágrimas de rabia difuminan mi visión, me apoyo y tomo una camiseta en mis manos, tratando de calmarme.

Me esfuerzo por ponerme en la piel de Harry tratando de entender cómo se siente, pero no puedo. Las cosas iban tan bien, sobre todo después de la última noche, siento que me acerco a las respuestas que Harry necesita para cruzar a la otra vida, ¿por qué quiere que pare?

Cuando lo digo así, suena como si hubiéramos estado juntos o algo así. Por supuesto, no lo estábamos. Todo lo que he hecho es ayudarlo a encontrar a su asesino, a pesar de que he desarrollado sentimientos profundos por él. Ninguno de nosotros puede durar, ya que, en palabras de Robert Frost: nada dorado puede permanecer.

Lanzo la camisa, mi mente sigue tratando de encontrar una razón por la cual Harry cortó los lazos que nos unían. La ira se acumula aún más cuando pienso en la forma que le habló a su madre en los videos, y la forma en que apenas se preocupaba por ella, aun siendo un fantasma.

" Te dije que yo era egoísta y arrogante, no sé por qué el ver la cinta lo hace diferente. "

" Nunca he dicho que fuera un ángel ni nada cuando estaba vivo, así que no veo por qué estás tan sorprendida. "

Pienso en el momento en que mi padre me dijo que la gente cambia, pero no se transforma. Ahora veo que tenía razón. A pesar de que la muerte de Harry cambió la persona que era. Ha cambiado, pero no se ha transformado.

Y eso me entristece y enfada, y sin esperanza, me convenzo de que los dos últimos son efectos secundarios de la ira. La imagen de Harry cerrando la ventana detrás de él vuelve a reproducirse en el ojo de mi mente y mi ira se desborda.

Ciegamente busco algo en mi mesilla de noche para lanzarlo y encuentro la pequeña caja que estaba en mi armario el primer día que nos mudamos, la que me dio Harry, con su Polaroid. Antes de que pueda evitar que mi ira se haga cargo, lanzo la caja tan duro como mi fuerza me permite, cerrando los ojos cuando escucho un gran golpe y un ruido sordo.

Lo sé, antes de abrir los ojos, pero no quiero mirar. Cuando finalmente miro veo la caja en el suelo, con la tapa abierta y la foto de Harry por encima de una camiseta en el suelo. El espejo en mi pared está hecho pedazos por todas partes.

Phantom [h.s] •Completa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora