cuarenta

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No sé exactamente a dónde voy después de salir de mi habitación. A algún lugar donde haya menos frío. No me gusta discutir con él, pero algunas cosas son necesarias de decir.

Por ejemplo, el hecho de que Ava estaba embarazada.

¿Por qué el que Harry estuviera tan a la defensiva me pone al borde? ¿Está ocultando otras cosas? ¿Por qué iba a sentir la necesidad de hacerlo? Si quiere que lo ayude, ¿por qué ocultarme cosas? ¿No confía en mí?

Es evidente que él confía en mí, si me eligió para ayudarlo en primer lugar, esta pregunta es fácil de responder. Sin embargo, creo que su lado de esconder cosas es un vestigio de su personalidad cuando estaba vivo.

Deja de hablar, Jane. Si pudiera sentir, lo habría abofeteado.

Me encuentro sentada en el escalón más alto de la escalera, apoyando la barbilla en la palma de mi mano. Miro el candelabro, tratando de dejar de pensar en Harry.

Oigo una puerta cerrarse, antes de que Harry se siente a mi lado.

—Tienes razón, me equivoqué—dice.

—Eso no es nuevo—digo, mirando lejos de él.

Deja escapar una leve risa, inclinándose hacia delante para descansar los codos en sus rodillas.

—Lo siento, de verdad—dice—. Voy a decirte todo sobre Ava.

—Sí, deberías.

—Mírame.

Suspiro, lentamente girando mi cabeza para mirarlo. Él se acerca y toma mi mano.

—Somos un equipo—dice—. Eres todo lo que tengo ahora, y lo estás haciendo bien. Simplemente nunca escuchas lo que digo porque soy un idiota y ambos lo sabemos.

Sonrío y Harry ríe.

—Bien—digo—. Como somos un equipo, tengo trabajo que hacer—me libero de su mano y me levanto.

—¿A dónde vas?

—A hablar con un sospechoso.

—¿Quién?

(...)

La puerta de Mel's se cierra detrás de mí y le pregunto a la anfitriona por una mesa. Ella sonríe asintiendo, me lleva a una mesa en la esquina del restaurante y me entrega un menú.

Ian llega minutos más tarde, y me dirige una pequeña sonrisa mientras se sienta frente a mí.

—¿Así que quieres hablar un poco más sobre el asunto?—me pregunta, quitándose la chaqueta y cruzando sus manos sobre la mesa. La camarera viene a darle un menú.

—Sí—respondo—. Sólo tengo algunas preguntas.

Él asiente con la cabeza.

—Adelante.

Tomo una respiración profunda, me inclino hacia atrás y cruzo los brazos sobre mi pecho.

—¿Qué hacías la noche en que Harry murió?

Él levanta una ceja.

—¿Estás preguntando si tengo coartada?

Levanto un hombro, dándole una ligera inclinación de cabeza.

—Bueno—dice—. Ese sábado, ocho, supongo, es cuando mi hermana regresó de la universidad para el verano. Era muy popular aquí antes de que se graduara, dio una gran fiesta en su casa. Estuve allí toda la noche.

Phantom [h.s] •Completa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora