Cuatro Clanes, un destino

Prólogo

Aunque Pelaje Manchado sabía que había roto el código guerrero, no lo pudo evitar: esa minina casera de color blanco con manchas marrones le había robado el corazón. Se llamaba Lucy y, por mucho que los Clanes creyeran que los mininos caseros no eran más que unos cerebros de ratón, esa gata había demostrado ser mucho más. En ese momento se hallaba dando a luz junto al río que separaba el territorio del Clan del Trueno del territorio del Clan del Río y, por encima de todo, necesitaba a Pelaje Manchado. Todo iba bien hasta que, de repente, aparecieron de la nada cuatro enormes gatos con cara de pocos amigos.

-¿Qué hacéis aquí?- preguntó el más grande- ¿No sabéis que esto es territorio del Clan del Río?

-Lárgate, Colmillo de Lobo. Sabes de sobra que las Rocas Soleadas pertenecen al Clan del Trueno.

-¡Pelaje Manchado!- gritó Lucy. Ya había dado a luz a cuatro hermosos cachorros, dos blancos, uno gris y uno con el pelaje blanco con manchas marrones como las de su madre. No obstante, Pelaje Manchado no tuvo mucho tiempo para admirar a sus hijos, ya que tres de los cuatro gatos habían decidido atacarlo. Mientras ellos luchaban, el cuarto gato cogió a la debilitada Lucy y la arrojó al río. Ésta intentó aguantar, pero el esfuerzo anterior la había dejado muy débil. Poco a poco, sus fuerzas fueron disminuyendo hasta ser nulas y Lucy quedó atrapada en un sueño muy profundo del que jamás despertaría. Los cuatro cachorros quedaron desprotegidos y tres de ellos murieron al no tener el calor corporal que necesitaban. El cachorro que quedaba también estaba débil, pero su largo y manchado pelaje lo ayudó a aguantar un poco más. Al darse cuenta, Pelaje Manchado abandonó su lucha por el territorio y cogió a la pequeña gata que aún estaba viva. Llorando y con heridas graves, la transportó hasta llegar al campamento. Una vez allí, se desplomó en el suelo. Todos los gatos del Clan acudieron, pero ya era demasiado tarde, Pelaje Manchado estaba demasiado herido. Aun así, hizo de tripas corazón y dijo:

-Sé que he roto el código guerrero al tener cachorros con una minina casera. Lo siento. Nos han atacado y sólo ha sobrevivido ella- dijo señalando con la cola al cachorro-. Se llama Manchada, Pequeña Manchada. Por favor, cuidadla por mí.

Dicho esto, el gato de pelaje blanco con manchas negras cerró sus amarillos ojos para no volverlos a abrir. Estrella Soleada, una gata de pelaje dorado y ojos verdes y líder del Clan del Trueno, dió un paso al frente y dijo con tono solemne:

-Hoy hemos perdido a un gran miembro de nuestro Clan: Pelaje Manchado. Aunque rompió el código guerrero, sigue siendo de los nuestros. Esperamos que cuando salga la Luna y observemos el Manto Plateado, te veamos entre los miembros del Clan Estelar- después de decir eso, añadió:-. Musgosa, encárgate de Pequeña Manchada, por favor. Esta noche me quedaré compartiendo lenguas con Pelaje Manchado por última vez.

La reina se acercó y, con mucho cuidado, agarró a Pequeña Manchada y se la llevó a la maternidad.

Esa noche, la joven curandera del Clan del Trueno, Corazón de Abeto, recibió una profecía del Clan Estelar que, hasta años después, no comprendería:

"Un corazón no puro es, los cuatro Clanes deberán unirse para saber quien es, o la sangre se alzará otra vez."

*********

És la primera vez que escribo algo. Espero que os guste.
Little Fox

P. D.: La profecía es de mi amiga Foxy (FoxyFire07 ). También está escribiendo un fanfic muy chulo, os lo recomiendo :) ¡Gracias Foxy!!!