Capítulo 07

81 18 9
                                    

Algo se movió entre las sombras. Entonces, apareció un enorme gato, más oscuro que Pelaje Nocturno, con unos ojos casi negros que parecían apuñalarte. El gato se aproximó a las cuatro asustadas gatas, que se habían colocado en posición de ataque por si la ocasión lo requería. No obstante, el gato pareció no inmutarse ante la hostilidad de esas gatas. Tenía la mirada fija en Cola Manchada, una mirada cargada de una extraña ternura. Cuando las miradas de ambos toparon, el gato hizo una mueca de disgusto.

-Perdonadme por asustaros, -bajó la cabeza, abatido- creía que eras una amiga.

Las cuatro gatas se relajaron ante la disculpa del gato. Entonces, una idea se hizo un lugar en la cabeza de Cola Manchada:

-Esa Lucy que dijiste antes... ¿se parecía mucho a mí?

El gato levantó la cabeza y miró a la gata con nostalgia.

-Sí, se parecía muchísimo en todo, excepto en los ojos.

-Los suyos eran amarillos, ¿verdad? -Cola Manchada aguardó la reacción de ese gato desconocido.

-¿Cómo sabes eso? -preguntó perplejo.

-Porque era mi madre -respondió Cola Manchada, intentando mantener la compostura-. Dime, ¿la conocías?

-Mejor que nadie. Era mi mejor amiga, la única que me comprendía en todo el Clan...

-Espera, espera, espera. ¿Has dicho Clan? -el gato asintió con un leve movimiento de cola- Pero eso es imposible, me dijeron que era una minina casera...

-¿No la conociste en persona?

-No, murió la misma noche, junto a mi padre y mis hermanos. Pelaje Manchado era mi padre, él consiguió llevarme al campamento del Clan del Trueno después de que unos guerreros del Clan del Río nos atacasen durante el parto. El Clan decidió quedarse conmigo a regañadientes. Sólo sé eso -terminó Cola Manchada, triste de repente por contar su historia.

-Si queréis y tenéis tiempo, podríais quedaros aquí a pasar la noche. Hay ratones de sobra. Mientras, puedo contarte todo acerca de tu madre -las gatas aceptaron el amable ofrecimiento del gato. Mientras Tormenta de Nieve, Corazón de Manzana y Pelaje Nocturno cazaban ratones, Cola Manchada se sentó con ese gato de nombre desconocido-. ¿Por dónde quieres que empiece?

-Por tu nombre, por favor.

El gato la miró risueñamente. <Es como su madre...> pensó tristemente. Pero al ver la cara de expectación que mostraba Cola Manchada se animó y empezó a contrale todo:

-Bien, pues mi nombre es Garra Negra y vengo del Clan de la Sangre.

Un silencio sepulcral se hizo presente. Tormenta de Nieve, Pelaje Nocturno y Corazón de Manzana habían levantado la cabeza en su dirección, abandonando su caza por un instante. Luego volvieron a sus quehaceres; Cola Manchada ya se lo contaría si lo creía oportuno.

-Pe... Pero el Clan de la Sangre es u... una leyenda, ¿no? -titubeó Cola Manchada. Su cara mostraba puro temor por Garra Negra. Se había encogido de repente y se sentía como una presa ante su depredador. Los veteranos de su Clan habían contado algunas historias sobre ese aterrador Clan, todas horribles. Garra Negra miró a la joven guerrera con comprensión.

-Tranquila, no debes temerme, hace muchas estaciones que abandoné a ese oscuro y malvado Clan -Cola Manchada se relajó. Ese afable gato no parecía tener intenciones de abrirla en canal con una de sus afiladas garras. Al observar la reacción de la gata, Garra Negra continuó-. Por desgracia, el Clan de la Sangre no es una leyenda, es totalmente real. Tu madre y yo nacimos en él.

Cuatro Clanes, un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora