Ya yo estaba muy adictivo al cigarrillo, sólo lo hacía para tranquilizarme y para olvidarme de mis problemas , eso creía. Afortunadamente en la parroquia había una Pascua Juvenil y mi tía me dijo que fuera:
- Eso te ayudará mucho con la situación, además del psicólogo- dijo mi tía Marena.
Pues la Pascua Juvenil a la verdad que me ayudó mucho socialmente, conocí maravillosos jóvenes que me entendían, pero en la adicción no me ayudó. A la otra semana fui a la escuela
y saludé a Louis y a mi novia. Veía que Kiara estaba preocupada, a veces cuando nos agarrábamos las manos, la soltaba rápidamente,en la cafetería se sentaba con sus amigas y no conmigo. También un poco molesta y sospechaba algo de ella.- Tenemos que hablar- dijo Kiara decepcionada.
-Voy a romper contigo- dijo ella seca, sin ninguna lágrima.
Yo no esperé eso, así que me dolió mucho ese preciso momento el corazón, sentí que se ha roto en mil pedazos; yo la amaba con todo mi corazón.
-¡¿Porqué vas a romper conmigo?!- Le exclamé fuertemente.
-¿No te ves? ¡Acaso quieres un espejo! Y además, crees que soy tonta ¡pend**o! Se te nota en tus facciones que estás fumando, tu boca apesta y ya casi ni piensas, tienes la cabeza hueca; idiota, pensé que eras diferente, me ilusionaste y me decepcionaste.- me dijo Kiara, mientras le salía una lágrima en su ojo izquierdo.
- ¡Pero, yo no soy así, Pierre me convenció a fumar!- dije yo.
-¡Y, yo no tengo padres y yo no me metí en las drogas idiota, si sabes que las drogas hacen daño, porqué las aceptaste!- me exclamó Kiara.
Me sentí muy mal, la culpa fue mía al haber aceptado los cigarrillos de Pierre; no debí aceptarlos, me lo repito una y otra vez en este momento. Llegué a la casa de la tia Marena y me encerré en mi cuarto.
-¡¿Porqué lo hice?!- me dije yo mismo.
Estaba sollozando hasta quedarme sin lágrimas. Miraba la caja de cigarrillos al lado de mi cama y no sabía que hacer. En ese momento quería aliviar el dolor y vacío que tenía en mi corazón y sentir euforia. Mi tía sube las escaleras dirigiéndose a mi habitación.
- ¡Voy hacer compra!- exclamó mi tía detrás de mi puerta.
Le escribí en un papel y lo envié por la grieta de la puerta de mi cuarto diciéndole "está bien". Mi tía se fue y prendí un cigarrillo. Luego, alguien toca la puerta principal de la casa, escondí mi cigarrillo y le abrí la puerta.
-Hola- dijo Louis.
-Ho..la- dije yo nerviosamente.
*El todavía no sabía que yo fumaba, pero creo que sospechaba.*
- ¿Porqué viniste acá?- le pregunté.
- Me enteré de algo- dijo el preocupadamente.
Yo sentí un calentón en mi pecho, estaba casi seguro que sabía lo de las drogas. Lo dejé entrar, se sentó en el mueble y empezamos a charlar.
- Me enteré que rompiste con Kiara- dijo él.
*Sentí un alivio inmenso de momento.*
-Sí, es cierto, me siento mal- dije yo.
-Pero, ¿porqué se separaron?- preguntó Louis.
- Em.. porque... como te digo... ella... descubrió que le estaba siendo... infiel?- dije yo con tono de duda.
-¡¿En serio!? Chico, eso es cosa de puercos! Ave María.- dijo Louis.
-Sí, lo sé, ahora me doy cuenta de que soy un puerco- dije yo, mientras lagrimeaba unas gotas de cocodrilo.
-Aquí huele a humo, apesta- dijo Louis.
- ¡Oh no!, debe ser la comida- exclamé yo.
Lo sé, no había ninguna comida cocinándose, pero Louis subió a mi cuarto porque de allá le provenía el olor sin decirme nada. No me dí de cuenta que el subió y lo veo con un paquete de cigarrillos en su mano enseñándomelos.
-¡¿Me puedes explicar que es esto, Carlos?!- me dijo mientras me metió una bofetada.
-¡Oye, no me des!- exclamé yo.
-¡¿Porqué estás fumando, Ah! Explícame?!- me exclamó Louis.
-Porque... perdí a mis..padres- dije mientras me bajaban lágrimas.
-¿Y? No tiene nada que ver, yo no me metí en las drogas, y después hablas de Pierre que era drogadicto y mírate a ti, deberías avergonzarte.- dijo Louis con su voz quebrada y con lágrimas.
-¡Pues claro, tu no perdiste a tus padres!- le exclamé con la voz quebrada.
-¡¡Claro que sé, mis padres biológicos murieron cuando yo tenía 8 años, precisamente el día de mi cumpleaños y vi esa trágica escena. Tu piensas que eres el único que ha perdido sus padres y estás equivocado Carlos!!- me dijo.
*Louis rompe en llanto*
Louis se fue de mi casa sin decirme nada, ni el adiós que el solía decirme.
Yo me sentí mal, era de los únicos que me había metido a este horrible mundo de las drogas por esto. Me arrepiento de haber cometido este error que cambió mi vida totalmente, pero no podía parar la adicción; estaba descontrolada.
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La Soledad Me Acompaña
General FictionCarlos es un chico que vive en Francia y pasa por situaciones muy difíciles y algunas imposibles de olvidar y pasa la peor adolescencia que uno se pueda imaginar. Tiene dos mejores amigos que poco a poco se separan por situaciones inexplicables. Uno...