No Resisto Más

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Subí al baño y me desahogué. Pensaba suicidarme, ya no aguantaba más este dolor. Quería coger pastillas, o unas navajas y cortarme, el dolor había ido demasiado lejos. Abrí el botiquín y allí, un pote de pastillas y también unas navajas. Estaba indeciso, quería irme de este mundo cruel pero a la misma vez quería lograr mis metas en un futuro.

-Este dolor es inmenso, mi ser interior está destrozado, al igual que nuestra amistad entre Louis, Pierre y yo. No voy a hacer más nada en este planeta, sufriré más y más.-

Cogí la navaja y la pasé sobre mi piel. Un estrecho chorro de sangre sale y se siente satisfactorio. Pero no es suficiente para lo que sentía este momento. Me mutilé el antebrazo izquierdo completamente. Saqué el pote con pastillas y me dí unas sobredosis. Estaba tirado en la bañera, consciente, podía escuchar pero no hablar. Luego escucho unos golpes fuertes que provienen de la puerta. Escucho que alguien rompe la puerta y carga mi cuerpo desesperadamente. Siento que me acuestan en una superficie, como una camilla. Estoy perdiendo consciencia poco a poco. Al cerrar los ojos, veo al final de un túnel una espléndida luz. Escucho una voz diciendo:

- Acuérdate de lo que te prometí, te apoyaré desde acá arriba-

Luego escucho una voz con tono diferente que proviene de allá también.

- Todavía no es tu tiempo-

En ese preciso momento abro los ojos. Miro mi alrededor y estoy en un cuarto de hospital y a mi lado estaba mi tía.

*Afortunadamente, mi tía se había comprado unos audífonos para mejorar su déficit auditoria*

- Lo siento, tití, no resistía más- le dije.

- No lo vuelvas a hacer, sabes que es algo malo tratar de suicidarte, además, nunca me dijiste que estabas fumando.-

- Fue mi error aceptar drogas para olvidarme de mis problemas-

Pasaron 2 días y salí del hospital, estaba triste de una manera u otra: con mis padres, con Louis o con Kiara. Luego fui al funeral de Louis, estuve aguantando mis lágrimas desde su funeral al sepelio. Luego de esos días me desahogué en casa.

-Te entiendo Carlos, pero no vuelvas a tratar de suicidarte.- dijo tití.

-Comoquiera tití, botaste las pastillas, las navajas y mis cigarrillos-

-Es obvio que te las iba a botar- dijo tití.

La Soledad Me AcompañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora